Preparativos...

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—Está ha sido la noche más pesada de mi vida —
Murmuró Adele dejándose caer en el sillón de la sala. Se quitó la máscara y cerró los ojos.
Dos meses habían pasado desde su regreso cómo Batgirl, volvió con el equipo y todo iba bien, dentro de lo que cabía. Había una que otra discusión, pero solían ser más pequeñas y fáciles de arreglar.
Holly soltó una risita y eso hizo que, su amiga la volteara a ver con una ceja alzada. Calló por unos segundos y luego volvió a reír.
—Lo siento —
—¿Qué te sucede? ¿Ah? —
Cuestionó confundida la peli-negra, la rubia se acercó a ella y le sonrió.
—Felicidades —
Le susurró riendo, para después salir corriendo a su habitación. Adele bufó y se puso de pie, planeaba darse una ducha y luego descansar de esa misión complicada que acababan de tener. Conner la vió con nerviosismo, tomó todas las fuerzas que necesitaba y la detuvo.
—Adele —
Ella se giró para verlo y le sonrió. Se acercó a él y besó sus labios con amor.
—¿Sucede algo? —
—Si... necesito decirte algo importante —
Respondió con total seguridad, la chica se espantó un poco, aunque todo había mejorado notoriamente, ella sentía algo de inseguridad. Pensaba que Conner se aburriría de ella y la haría a un lado, él siempre le aclaraba que jamás pasaría algo cómo eso.
—B-bien, adelante —
—Yo quiero... y-yo quiero... —
Los nervios lo habían inundado, ya no sabía que hacer o decir. El discurso que tenía preparado, se le había olvidado por completo.
—¿Tú quieres...? —
—Tan sólo... tan sólo olvídalo —
Le dijo con una mueca de tristeza, apretó la caja en donde estaba el anillo con cuidado de no destrozarla. Ella asintió y se dió la vuelta para seguir con lo suyo, pero entonces la cobardía se fue.
—Quiero pedirte que seas mi esposa.—
Exclamó poniéndose de rodillas. La propuesta tomó por sorpresa a la joven, lo volteó a ver y se llevó las manos a la boca al notar que su novio le mostraba un anillo de compromiso.
—C-Conner —
Sus ojos se llenaron de lágrimas. No podía creer lo que veía, le parecía algo inimaginable.
—Te amo cómo no tienes idea... grito tu nombre cuando estoy desesperado y no te encuentro, pierdo la cabeza al saber que alguien te ha herido, sonrío al verte sonreír emocionada, lloro al verte triste y frustrada... puedes pedirme lo que quieras y yo te lo daré... Adele Wayne, soy completamente tuyo... así que, ¿quisieras dar este gran paso conmigo? —
No era el discurso que había planeado, pero definitivamente era menos confuso y sonaba a que había salido de su corazón. Ambos eran jóvenes y estaban enamorados. Adele se agachó frente a él y lo besó una y otra vez.
—Si, si, ¡por supuesto que si! —
Ambos sonrieron y se fundieron en un dulce beso, tan absortos estaban en lo suyo que no habían notado que gran parte del equipo, los observaba con ternura. Ellos eran la pareja más dulce que conocían y les deseaban todo lo mejor, pues se lo merecían.
—Ahora... debo ponerte el anillo... pero no estoy muy seguro de saber donde va... ¿va en la mano derecha o en la izquierda? —
Exclamó confundido el chico de acero.
—En la izquierda... no, en la derecha... ¡ponlo en la izquierda! —
Respondió emocionada la joven. Le colocaron el anillo con el símbolo del infinito, alrededor tenía pequeñas piedras preciosas que lo hacían lucir perfecto ante los ojos de la menor de los Wayne.
—¡Awww! ¡Felicidades! —
Chilló la arquera, sin poder aguantar más las ganas de empezar a preparar la tan ansiada boda de sus mejores amigos.
—Gracias —
Contestó la feliz pareja al unísono.








—¡Uff! Sólo nos falta hacer las invitaciones —
Exclamó Adele con un notorio cansancio, a la vez que se recargaba en el hombro de su prometido.
—Y comprar el vestido, el traje, ver lo de la comida, el pastel, acomodar a los invitados, rentar el salón para la fiesta, hablar a la iglesia para la ceremonia, checar lo de los padrinos, contratar al fotógrafo y... uh, mi favorito, planear la luna de miel —
Holly en definitiva no había ayudado a calmar los nervios y presión que ambos jóvenes sentían. Sin embargo, el resto de la familia Wayne y Kent ayudaría en eso, se acercaron a ellos y empezaron a aportar ideas.
—De acuerdo, repasando... Conner, te encargas de la renta del salón... uhm, mamá y papá ven lo del pastel, Alfie lo de la comida, Jay y K la luna de miel, y... —
—¡Relájate, Baby Wayne! Nosotros nos encargamos del resto, tú sólo... busca el vestido —
Interrumpió Dick a su hermana, ella suspiró aliviada y le agradeció a toda su familia por la ayuda. Unos minutos después, Conner tomó de la mano a la joven y la alejó del resto para hablar de algo importante.
—Cielo, ¿estás segura de querer irte de Gotham y vivir en Metrópolis? —
Preguntó el chico entrelazando sus manos.
—Lo estoy —
—Bien...entonces, quiero que me acompañes a un lugar —
Exclamó con emoción, sacándola de la mansión. Adele sólo asintió y dejó que él la guiara a quien sabe donde. Pudieron haber ido en coche, pero eso sería más lejos, así que con ayuda de los poderes de Kon, emprendieron viaje a Metrópolis. En poco tiempo, llegaron a una casa.
—E-este...¿este será nuestro...? —
—Hogar —
Completó sonriente.
—Es...perfecto —
Abrazó a su amado y le dió un beso en los labios. Se tomaron de la mano y entraron a la casa, que era del tamaño ideal. Era simplemente, cómo lo había dicho Adele... perfecta. Conner le dió un tour por la casa y le explicó el porque había elegido esa.
—Y aquí...uhm...bueno... —
Se rascó la nuca con nerviosismo.
—¿Aquí que? —
Cuestionó la peli-negra mirando el hermoso jardín.
—Bueno... me parece que es perfecto para que nuestros hijos puedan jugar —
Dijo casi en un susurro. Adele sonrió ampliamente y se sonrojó por un instante.
—Podemos poner un columpio o algo así —
Habló abrazándolo por atrás.
—Si...y tal vez pueda construir una casa en ese árbol —
Prosiguió con una notoria emoción en su voz. De sólo imaginarse a una mini versión de Adele, sonreía como bobo, eso seria una de las mejores cosas que le podrían pasar.
—¿Qué te parece una resbaladilla ahí? —
Señaló una parte del jardín.
—Perfecto —
La chica besó su espalda y continuó dándole propuestas sobre como acomodarían cosas en el jardín, que sería el sitio en donde sus hijos tendrían grandes aventuras y anécdotas divertidas.
Tardaron más tiempo ahí, luego regresaron a la mansión y siguieron preparando todo para el gran día que sería en un mes; bueno, originalmente ellos querían casarse a la de ya, pero la familia de ambos les dijeron que esperasen un poco, para que la boda fuera inolvidable. Un mes era poco tiempo, según los Kent y los Wayne, pero no hubo poder humano que los hiciera cambiar de opinión.
Así que, el tan ansiado día sería dentro de poco y Conner se encontraba hablando con Adele y tratando de calmarla, porque la señorita que hacia las reservaciones del salón había dicho que la fecha que ellos pedían, se encontraba ocupada.
—¡No lo acepto! ¡Simplemente no lo acepto! —
Gritó la joven con frustración.
—Amor, podemos cambiarla para... —
—¿Cambiarla? ¿Has dicho cambiarla? ¡¿Y para cuándo?! ¡La Señorita dice que estarán disponibles hasta dentro de tres meses! —
El chico sonrió nervioso y tomó de los hombros a su prometida, a fin de evitar que tomara del cuello a la señorita y la asfixiara.
—Bueno, b-busquemos otro sitio —
—¡¿Otro sitio?! ¡Yo quiero este! —
—Am... —
—¡Esto es inaceptable! —
Adele dirigió su mirada hacia la de la señorita, trató de hacerse ver lo más molesta posible. Conner acarició su mano suavemente para calmarla.
—Cielo, podemos escoger otro lugar, tan sólo... —
—¿Sabe quién soy? ¡¿Tiene idea de quién soy?!—
—Uhm...¿n-no? —
Respondió nerviosa por el enojo de la chica.
—¡Oh! ¡¿No lo sabe?! ¡Eso me indigna, pero aún así deje que se lo diga! ¡Yo soy Adele Wayne! ¡Mi padre es Bruce Wayne! ¡Y le exijo que el salón esté desocupado para la fecha que indiqué! —
—¿Adele Wayne? Oh, lo lamento señorita, ahora mismo hago los ajustes n-necesarios y... —
Dijo escribiendo unas cosas en la computadora de escritorio.
—¡Más le vale! —
—Cari... —
—Vámonos Kon —
Lo tomó de la mano y lo llevó a rastras hacia la salida. Ya fuera, respiró profundamente y sonrió.
—Eres algo explosiva —
—Se trata de mi boda, ¿qué querías que hiciera? —
—¿Ser más amable? —
—¡Uff! Como sea, mejor regresemos a casa —
Ambos subieron al auto y se dirigieron a la Mansión Wayne, en donde el caos reinaba.
Los Wayne querían tirar la casa por la ventana y los Kent querían algo más sencillo. Los Wayne querían cosas más sofisticadas y los Kent querían cosas un poco más simples. De a poco, la discusión fue cambiando de rumbo. Los Wayne querían que la pareja viviera en un lugar céntrico y grande, y los Kent opinaban que fuese un lugar más pequeño y tranquilo. Los Wayne querían que el primer niño de la pareja tuviera el nombre de su abuelo Bruce y los Kent querían que tuviese el nombre de Clark.
En fin que, todo el día fue un desastre y tardaron en ponerse de acuerdo.






Y por fiiin! El momento que muchos ansiaban 🤩🥳
Cómo creen que se lleven los Kent y los Wayne después de la boda?
Creen que habrá algo que impida la boda? 🧐
Espero les haya gustado el cap, tanto como a mi me gustó escribirlo...

Dudas, comentarios... pueden decirlos...
Tienen teorías?

Les mando muchísimo amor!
❤️☺️

The Life of a Wayne Girl.Where stories live. Discover now