Capítulo 2: LO QUE PERDIMOS: El hilo

1.8K 69 15
                                    

MARZO 2005 – 13 AÑOS ANTES

- ¿Estas nerviosa?

- Un poco. Dejame acá Pá...

- ¿no preferís que hoy por ser el primer día, te lleve y mañana arrancás con el colectivo?

- No, ya me vas a tener que alcanzar cuando empiece a llevar las maquetas... ¡porque ni loca voy a estar laburando noches enteras para que me las rompan en el colectivo!

- Para octubre, cuando cumplas los 19, te vamos a regalar tu primer autito... no te pienses que un cero kilómetro... algo que te lleve y te traiga de la facu... - Lali abrazó a su papá, cariñosa y contenta por la noticia, para ella todo lo que implicara independencia...era ¡VIDA!

Jorge se sonrió y miró para ambos lados antes de estacionar en Avenida Monroe y Conde.

- Bueno hija... ¡mucha suerte en tu primer día de universitaria!

- Gracias Pá... ¡ni que fuera la única que va a la universidad!

- ¡Sos mi única hija!... ¡así que déjame estar orgulloso ché!

Lali se sonrió, porque en el fondo amaba ese exceso de sobreprotección que su padre tenía con ella, pero a veces la agobiaba un poco, porque no la despegaba de esa imagen de nena de la que ya quería y debía empezar a despojarse.

Sara hubiese preferido que estudie en una Universidad privada, tenía muy cerca la de Palermo y Belgrano y también aunque un poco más alejada la UADE... pero Lali quería estudiar en la UBA, una de las universidades más prestigiosas de Argentina, y súper reconocida a nivel mundial, sobre todo en Arquitectura.

Ese fué uno de los debates que primó durante el año anterior, cuando planteó que quería ir a la Universidad pública. Lali siempre había sido una niña consentida, criada con todos los privilegios de una hija única de familia de clase media alta.

A pesar de que su madre, fué docente de escuela pública durante toda su vida laboral, entendía que la universidad pública era un quebradero de cabeza en cuanto a conciliar horarios de cátedras, el anonimato que implicaba la cantidad de alumnos, las malas condiciones en las que estaban las aulas a causa del bajo presupuesto destinado por los gobiernos, y la pérdida de tiempo que implicaba el CBC, y sus materias filtro, frente a la facilidad que le brindaba pagar una cuota en una institución privada.

Sumado a los fríos matutinos esperando el colectivo en Monroe y Conde y tener que caminar desde el estacionamiento del Pabellón 2 de Exactas y Naturales, hasta el 3 de la FADU.

Para Sara era un dolor asumir que su única y ansiada hija, se expusiera a esos contratiempos.

Sara y Jorge desearon a Lali con locura, y no fue fácil traerla al mundo. Habían buscado infructuosamente su llegada desde que se casaron en el año 1980, con los últimos coletazos de la dictadura militar.

Jorge acababa de recibirse de contador con 26 años recién cumplidos. Y ella con 25, ya llevaba ejerciendo como maestra de grado un par de añitos.

La época del profesorado para ella, y de la universidad para Jorge, no era el mejor de los recuerdos que tenían en su haber. Estudiaron en plena dictadura militar, con lo que eso significaba para todos los que estudiaban magisterio, filosofía y letras, periodismo y humanidades en general.

Desde su casamiento en el 80, empezaron a buscarla, pero algunos problemas de fertilidad de Sara, no les auguraban poder llegar a tener descendencia.

Cuando ya habían abandonado las esperanzas, en un cálido mes de febrero de 1986, se enteraron que iban a ser papás, y todo fué una fiesta.

Cuando por fin, llegó el 10 de octubre de 1986... las vidas de Sara y Jorge cobraron sentido, pero también las de sus abuelos maternos, que casi como un karma, veían repetirse la misma historia de la hija única en su nieta.

Una vez más...Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora