Capítulo 39: Revelaciones

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Cuando nacemos existe una puja constante de nuestros familiares por adivinar a quién nos parecemos... "tiene la boca de Papá", "Tiene los ojos de Mamá", "Mirá, tiene los dedos largos como vos".

Vamos creciendo, y nuestros padres descubren en nuestros gestos, muchos gestos de ellos, formas de hablar, de caminar, de revolear los ojos.

Al ser adultos, somos nosotros (hijos) los que reconocemos o no, formas de pensar de nuestros padres, gustos musicales, aficiones, maneras de amar.

Cuando no tenemos referencias... ¿a quién nos parecemos?... debe ser difícil no encontrar en nadie nuestros gestos, nuestros gustos, nuestras manías.

Cuando nacemos y nos ponen en los brazos de nuestra Mamá o Papá, inmediatamente generamos un vínculo. Uno que nos une por el resto de la vida a ese ser del que sos parte, ese del que heredaste gestos, color de ojos, maneras de pensar... ¿Y cuando no hay brazos que te sostengan?... ¿Cómo generas ese vínculo?

Laura mantiene sus manos en la boca y no avanza. Está inmóvil a pasos de la puerta y a metros de la reja de su casa, detrás de la que espera su padre. Ese que la vió conscientemente por última vez cuando tenía 10 años.

Peter trata de poner calma - Lau... ¿estás bien?... no te asustes... vamos a charlar tranquilos...

Beto ni siquiera habla, sólo tiene los ojos llenos de lágrimas y mira las baldosas de la vereda rotas.

Laura se acerca y abre, sigue inmóvil, y Peter la abraza por el hombro y la acerca a su cuerpo. Beto es incapaz de entrar, está esperando que ella reaccione.

- Es solo un ratito... para que se conozcan, yo no tendría que estar acá... pero si ustedes no van a hablar, tendré que hablar yo.

- Pasá... ¡no te quedes ahí!... ¡Hola!

Peter tironea un poco del brazo de Beto hasta que entra...

- ¡Hola Laura!

Laura se acerca a él y le dá temerosa un beso en la mejilla y se aparta rápidamente como si fuera una criatura.

Beto no levanta la cabeza, sin embargo Laura lo estudia minuciosamente, le mira el pelo encanecido, las manos, la ropa, los ojos... todas sus facciones.

- ¿Podemos pasar?

- Sí, claro... ¡perdón por el desorden... y la casa!... Peter ya la conoce, pero para vos que recién te desayunas... te querés matar ¿no?

- No... no me quiero matar por tu casa. (Quizá por presentarme después de 26 años, puede ser)

- Sientensé... ¿Coca-Cola o jugo?

- Yo prefiero un vaso de Coca...

- ¿vos?

- Agua... agua está bien...

Laura trae las bebidas para todos, y Peter interviene como mediador - Bueno... la verdad es que yo no tendría que estar acá... esto es algo que tienen que resolver como adultos... y yo... no quie....

- Pará, pará, pará... ¿vos no sos el que nos vió aquella vez en el shopping, cuando...

- Sí... él es tío de Lali, Laura... aunque parezca mentira...

- Y el chico que iba con vos era ¿tu hijo? - Beto asiente apenas...

- Sí... digamos que es tu hermano Gastón...

- Wowwww... ¿y hay otro?

- Sí, Agustín... el padrino de mi hija...es como un hermano para Lali.

Una vez más...Where stories live. Discover now