Capítulo 32: Llenando grietas

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Septiembre trae el buen tiempo, los días más largos para hacer cosas al aire libre y Lali logra relajarse un poco del agobio que le causa el invierno y la salud de Allegra.

Entre todos lograron colaborar con Peter para que empiece a ordenar su caos, y sobre todo su casa. Eugenia sacó muebles de la tienda y le redecoró un poco los espacios. El se empecinó en pagárselos, pero Eugenia le regaló varios.

Claudia se encarga de cocinarle un poco más sano y le lleva comida casera. Pilar, la chica que vá 3 veces por semana a casa de Lali, los 2 días entre semana restantes, los toma para ir a su departamento.

Lali prefiere no meterse más en todo ese tema, porque aún le duelen las palabras de él... "No tenías que hacer todo esto Lali... ya no tenés obligación de cuidarme, YA NO SOMOS NADA"

Pero trata de que Eugenia le diga si la casa se parece más a un hogar para Allegra, o si sigue siendo una ratonera.

Todo el aspecto cambió, hay cortinas más livianas y blancas que dejan entrar la luz, y como los vidrios están limpios... también está bueno, correrlas, porque ahora, por lo menos se vé el estrecho balcón.

Las sábanas que compró Lali, son suaves y claras. Algunas tienen unos dibujos de guardas, y hay unas lisas color púrpura preciosas.

Los acolchados también son claros y sobrios. Realmente Lali los compró pensando en Allegra, porque ella necesita que su hija se sienta cómoda, pero no se le sale de la cabeza que alguien más aparte de su hija y su ex, los usen como abrigo, y eso la hace desgarrarse por completo.

Por otra parte, Candela le ha mandado de España una encomienda, con un regalo para Allegra, un libro para ella y una carta extensa, en la que le repite un poco de todo lo que le dice a menudo, cuando hablan, pero donde también la invita a si quiere animarse a viajar a visitarla, con Allegra después de las fiestas.

El libro que le manda es revelador: "EL AMOR DESPUES DEL AMOR" (Tu ex no tiene porqué ser tu enemigo). Cuando Lali lee el título, se empieza a reír. Ni siquiera lo desenvuelve del nylon protector exterior, porque no gusta de ese tipo de literatura, pero entiende que para Candela son una especie de Biblia.

Lee la contratapa, en la que el psiquiatra y sexólogo que lo escribe cuenta:

"Es cierto que no todas las parejas terminan mal. Están los que pueden tomar la decisión a tiempo y acuerdan que a pesar de los dolores o desentendimientos lo más importante es la separación en paz. Tolerancia, madurez, cuidado personal y de los hijos, son factores que favorecen un corte sin estridencias dañinas".

Suspira, como asumiendo que ese señor, no tiene la fórmula de la Coca-Cola, porque ¿a quién no le gustaría entender ese discurso de una?, pero en el medio "PASAN COSAS". Lo deja sobre la isla de la cocina y se pone a leer la carta. Se le caen un par de lágrimas cuando su amiga le recuerda la infancia juntas, y todo lo bueno que hay en ella por lo cual debe salir adelante. La carta se parece a una montaña rusa, pasas de la alegría al llanto, por las salidas locas de Candela, y luego le vuelve a traer recuerdos que le pegan en el cora.

El regalo de Allegra se lo deja sobre su cama, para que cuando regrese lo pueda abrir ella, y así a la tarde conectarse y agradecerle por todo lo que les ha mandado.

Lali también le envía de vez en cuando cosas, sobre todo fotos de Alle en papel y pilas de dibujos que ella le hace. Eso es lo más gratificante para Candela, que luego sube historias a Instagram, mostrándoles como enmarcó algunos y los exhibe como piezas de arte en las paredes del departamento Madrileño en el que vive.

A veces los regalos de exportación, consisten en algún pote de dulce de leche de la marca especial que a Cande le gusta, y que allá no se consigue, o cajas de "Picos dulces" o "Palitos de la Selva" que los españoles aún no expropiaron.

Una vez más...Where stories live. Discover now