Capítulo 44: Chocar con la realidad

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La respuesta a su propuesta fué devastadora para Peter.

Imaginar a la persona que amas, a la que deseas, con la que compartiste los últimos 13 años de tu vida, con quien tenés una hija en común y millones de recuerdos buenos y no tan buenos, con otra persona, era lo más cruel que le podía suceder a Peter.

Pero... ¿con que derecho podía prohibírselo?... Ni siquiera era su esposa legalmente. Él mismo le había pedido el divorcio. Él la había engañado con su compañera Paula. Él la había dejado sola en el peor momento que debían atravesar como pareja, privilegiando su trabajo.

¿Con que argumentos le decía que no podía hacerlo?

Su única excusa es que la amaba con locura, que la deseaba a rabiar, que se arrepentía terriblemente, y que daría cualquier cosa por volver a estar felices como antes de todas esas malas decisiones.

Nicolás acudió a ver a Peter que se siente devastado.

- ¿Vos crees que será capaz?

- No lo sé Nico... ¿sabés que es lo peor?

- ¿Qué?

- Que no lo hace por venganza... lo hace convencida de que quiere experimentar otra cosa... otra cosa diferente a mí.

- ¿Vos crees que en ese experimento entran las mujeres? Espero que tu hermana no la ayude a experimentar otra vez...

- Mirá Nicolás... ojalá fuera con mi hermana... pero no, vá a ser con ese opa del gimnasio. Ya lo intuyo.

- ¿Vos decís?... encima tu hermana no larga nada, le pregunté 20 veces por ese gil, y no cuenta nada.

- ¿Cuánto tiempo más vas a subestimar a mi hermana Nicolás?... ¿no te das cuenta que si yo no hubiese sacado el tema, después de casi 17 años juntos, ni te enterabas que te engañó con Lali?

- Sí... la verdad que tenés razón. Me puede estar vendiendo un buzón hace años... que yo no me entero ¡Soy el abogado menos sagaz del planeta!

Peter está tirado en el sofá de su casa, con un vaso de wisky colgando de su mano casi en el suelo, la camisa desabrochada, descalzo y con la corbata y el saco de su traje, tirados por algún rincón del living.

Esa misma mañana se tiró una vez más a la conquista de su ex mujer. Pero otra vez, cuando pensaba que la pasión entre ambos, era todo lo que necesitaba para encender sus deseos, Lali apagó el fuego con agua helada y por primera vez desde que lo intentaba, ella le daba la certeza en su cara, que necesitaba estar con otra persona.

Para todo el mundo que lea, lo de Lali era una venganza en toda regla. Pero NO. No era tan simple como eso.

En el hecho de estar con alguien, había implícito un deseo de probar si otra persona podía valorarla como no había hecho su marido. No era un simple acto de "pagar con la misma moneda"... había una clara intención de elegir. Y eso es lo que a Peter lo aterraba.

Quizá él, hubiese accedido a que ella aplique la ley del Talión... si sólo se terminaba en ese acto de devolución de favores, y ella volvía otra vez a sus brazos.

Pero no. La decisión de Lali, implicaba la posibilidad de que en ese experimento, se pudiera enamorar de otro. Y eso era lo insoportable para él.

Lali no quería vengarse. Quería sentirse amada por alguien que no la hubiese abandonado en su peor momento, y para quien hubiese sido lo suficientemente importante como para enfrentarla y confesarle un engaño.

Alguien que no la haya dejado ir, por no poder aceptar sus errores.

Lali está dolida, sí... pero no está en posición vengativa, sino con ansias de volver a creer en alguien que la ame.

Una vez más...حيث تعيش القصص. اكتشف الآن