Capítulo 4: LO QUE PERDIMOS: Los besos

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La promesa que se había autoimpuesto Peter cuando conoció a Lali iba sobre ruedas. Empezaron a conocerse siempre a raíz de los estudios, y gracias al nexo de Eugenia.

De pronto llegó fines de junio y los exámenes para terminar el primer cuatrimestre, y muchos fines de semana estudiando juntos.

Nico se abstraía en el código civil y comercial, Peter en Algoritmos y programación y Eugenia y Lali, dibujando cada una en su tablero.

La casa de encuentro siempre era la misma, por una cuestión de espacio, aunque por las tardes a veces también se juntaban de Eugenia, hasta la hora de la cena en que colgaban los libros y se distendían cenando con la familia Lanzani.

Poco a poco todos iban conociéndose un poco más. Lali y Nico congeniaron a la perfección, eran como dos hermanitos sueltos, separados al nacer. Ambos hijos únicos, encontraron en el otro esa pata de hermandad que siempre echaron en falta en sus vidas.

Se reían juntos a carcajadas, se hacían bromas, pero también hablaban mucho de la vida.

La relación de Lali y Peter era mucho más distante, pero por una razón obvia, se gustaban a rabiar, y eso los hacía guardarse la complicidad, que podía tener la amistad que la unía a Nico.

A Lali le atraía Peter. Lo veía seguro, tranquilo, algo misterioso, dulce, muy dulce a pesar de su fama de mujeriego, muy atractivo, y bien plantado, con su carrera y sus ideales. Protector, y atento con su hermana y también con ella, ahora que compartían más tiempo. Y hasta empezaba a gustarle ese carácter de mandar que tenía.

Siempre dispuesto a ayudarlas si se trababan con matemáticas, que era lo que más les costaba, y siempre atento a llevarlas, traerlas, acompañarlas y cuidarlas a ambas.

De a poco Lali fué notando que Peter la quería como a una hermanita más, y eso a pesar de que le dolía, porque a ella le gustaba muchísimo, por otra parte la llenaba de ternura.

Era como tener ese hermano protector que no había tenido en casa. A pesar de que Gastón y Agustín eran sus primos y muchas veces oficiaron de "cuidas"... esto era diferente.

Un viernes por la noche de frio y lluvia, previo a la entrega final de Proyectual I para las chicas, el final de Análisis numérico para Peter y de Elementos del derecho comercial para Nico, se reunieron a estudiar los cuatro como siempre en casa de Lali.

La sala que era biblioteca, tenía una mesa enorme para desplegar cartones, varillas de pino, Foam, pegamentos, y planos en general.

Y otra mesa grande en la que Peter y Nico podían estudiar con todos sus libros y sus notebooks al lado.

Pero ambos preferían estar en la mesa de las chicas, cerca de ellas, viendo como montaban con paciencia cada una de sus maquetas.

A pesar de que los proyectos finales, eran individuales, ambas habían sido espectadoras del proceso creativo de la otra, y toda la fundamentación y memorias, las habían conversado juntas.

El resto de materias, las había unido por completo para preparar los finales. Sabían que en los años sucesivos, iban a trabajar conjuntamente, en Diseño Arquitectónico por ejemplo, pero en el CBC, todo era individual.

Habían comido Pizza que Sara pidió para ellos, y les había preparado un arsenal de bebida y snacks, que podían asaltar en cualquier momento en que tuviesen hambre.

Cuando promediaba la madrugada, lo que aparecía era el mate y el café, y todos se hacían compañía.

Esas interminables noches de estudio, sacan lo mejor y lo peor de la convivencia, pero también sacaban buenas historias de cada uno de un tiempo que no habían compartido.

Una vez más...Where stories live. Discover now