Capítulo 23: LA VIDA JUNTOS: Zona de peligro

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Habían pasado los 2 añitos de Allegra, los 7 de Rufina y los 32 de Peter. Septiembre y la primavera de 2016, ya empezaban a asomar sobre Buenos Aires.

- mmmm... ¿está rica Alle?

- shi mami...

El teléfono fijo suena en casa de los Espósito-Lanzani, mientras Allegra come frutas de una compotera sentada en el suelo.

Lali atraviesa la sala, esquivando juguetes y piensa en cómo va a putear al que le quiera vender algo o a quien quiera hacerle una encuesta sobre política.

A esta altura de la vida, son los únicos que utilizan el teléfono fijo. Muchas veces se plantearon ¿para que lo tienen?, porque los celulares han desplazado por completo a ese artefacto estático. Pero gracias a las leyes monopólicas Argentinas, si no tenés contratada la línea fija, no tenés internet, así que a bancarse el fijo.

- Hola...

- Hola... ¿está Juan Pedro?

- No, en este momento, no. ¿Quién le habla?

- Ahh... soy Laura, una compañera de trabajo. ¿Vos sos la esposa?

- mmm sí, ¿necesitas algo?

- No, no... ya se lo comento mañana cuando lo veo... gracias, hasta luego.

- Chau...

Lali levanta las cejas algo confusa, porque le parece un poco extraño que una compañera de trabajo llame después del horario laboral al fijo de casa.

Además no registra ninguna compañera con ese nombre... Peter jamás le mencionó a ninguna con la que tuviera tanta confianza como para darle el teléfono fijo de su casa.

Peter no tarda en llegar, y como cada día, ni bien atraviesa la puerta de entrada, se come a Lali de un beso y luego se tira a buscar a Allegra, que no lo deja ni sacarse la ropa de trabajo.

Después terminan los dos en el sofá jugando, mientras Lali hace la comida, o quizá luego la bañan entre los dos. También a veces Peter cocina, Lali la baña o trabaja mientras ella juega o vé dibujitos.

La dinámica familiar es súper armoniosa, Allegra no dá trabajo, es obediente y amorosa.

Mientras Lali sirve el pastel de papa en los tres platos recuerda el llamado de esa tarde:

- Ayy... Amor... hoy a eso de las 18:30, un rato antes de que llegues, te llamó una tal Laura.

Peter deja el tenedor cargado de pastel de papa a medio camino de la boca y le pregunta:

- ¿Laura?... ¿Qué Laura?

- Amor... me dijo que era Laura, una compañera de trabajo, me preguntó si yo era tu esposa y cuando le pregunté si necesitaba algo, me dijo que ya lo comentaba con vos mañana.

Peter se desencaja un poco, se queda pensativo y hasta incrédulo.

- ¿Pero cómo va a llamar a casa? Yo no le dí ningún teléfono... es una empleada que entró hace unos 20 días a trabajar.

Lali lo mira sin entender, aunque se quedó también pensativa.

- ¿Y trabaja con vos? ¿O en otro departamento?

- No, no... conmigo. A Rolo, el pibito que entró hace tres meses lo rajaron porque se lo pasaba boludeando. Hasta yo lo tuve que reportar un par de veces... y entonces entró esta chica a trabajar.

- ¿Y qué tal es?

Peter mastica, y levanta los hombros como no encontrando nada significativo con lo que describirla...

Una vez más...Where stories live. Discover now