Capítulo 45: Cambio de rumbo

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Lali está sentada en una silla de esa fría sala de espera del hospital Argerich. El más cercano a donde pudieron trasladar a Peter, a pocas cuadras de donde ocurrió el accidente.

Su cabeza reposa contra los azulejos blancos y helados, y tiene la cara desfigurada del llanto. El rímel corrido, los ojos hinchados, y la campera cerrada hasta el cuello por el frío que siente en el cuerpo.

Frente a ella están de pié Juan Pablo, Jorge y Nicolás, a su lado Agustín, Eugenia y Claudia.

Sara es quien se tuvo que quedar con las nenas, en medio de la madrugada. Son las 4 AM, y nadie ha salido de la sala de terapia intensiva a donde llevaron a Peter ni bien llegó en la ambulancia.

Sólo saben que tiene politraumatismos, y que le están haciendo tomografías y mil estudios, para saber que lesiones tiene.

Lali salió de su auto, dejándolo en medio de la avenida con la puerta abierta de par en par, en cuanto distinguió la camioneta destrozada contra el árbol, y corrió atravesando el vallado policial que le impedía ver qué pasaba... - ¡Es mi marido!, ¡es mi marido, Peter!... ¡Peter mi amor nooo!-

Cuando llegó hasta allí, vió el parabrisas totalmente roto, y estaban retirando a Peter de arriba del capó. Todavía tenía la ropa con la que lo había visto en su oficina ese día por la mañana.

Mientras hacían los primeros auxilios en la ambulancia, un policía la acompañó a ella en estado de shock a buscar su bolso al auto, y se lo estacionó, dándole las llaves luego.

Después la subieron a la ambulancia con él, para que acompañe, mientras los médicos lo asistían.

Ella miraba hacia atrás y lloraba desconsolada. Pero no podía ver nada.

Cuando llegaron al hospital, ella corría detrás de la camilla, casi encima del cuerpo de Peter, sin que los médicos pudieran sacarla, para hacer su trabajo.

Hasta que una enfermera la llevó a un box cercano a la sala de terapia intensiva y la tranquilizó con un calmante.

Le ofreció llamar a los familiares, pero ella se negó, prefirió hacerlo personalmente. Llamó primero a Nico, y así se armó la cadera de malas noticias.

A esa hora, 4 AM... todos estaban allí esperando.

En ningún momento, mientras Lali acompañó a la ambulancia, Peter reaccionó. Ella lloraba y lo llamaba con desesperación, pero no reaccionó.

Sólo tenía sangre en la parte de delante de la camisa, el lateral y cortes en la cabeza.

A las 4:10 de la madrugada, más de dos horas después de haber ingresado, sale un médico que pregunta por los familiares de Lanzani.

Lali se lanza desesperada, ya que es el médico que la tranquilizó a ella, ni bien lo ingresaron en terapia.

- Sos la esposa ¿no?

- Sí... ¿Cómo está por favor doctor?

- Bueno, el paciente ingresó por un accidente vial, como ya saben, conducía en estado de ebriedad, muy por encima de la tasa de alcohol en sangre permitida. Salió despedido por el parabrisas, porque no llevaba cinturón de seguridad al momento de la embestida con un árbol.

- Por suerte, rompió el vidrio con el hombro y el lateral izquierdo, no con la cabeza. Eso es importantísimo, porque no hay lesiones craneales directas, sino posteriores al golpe más fuerte, que no son de consideración.

Con esa noticia todos respiran aliviados.

- La tomografía craneal no muestra lesiones de ningún tipo. Los cortes que tiene son superficiales, por los vidrios, pero no por el golpe.Tiene fracturada la clavícula, y el húmero del brazo izquierdo y fisuras en dos costillas del lado izquierdo.

Una vez más...Where stories live. Discover now