Capítulo 8: Domingo

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Habían pasado sólo horas desde la reunión frustrada de la firma. Lali ni siquiera contestó a ese mensaje pidiéndole perdón de Peter y en cambio el sábado por la tarde/noche, cuando volvieron de una maratónica tarde recorriendo jugueterías, para que Agustín le comprara los patines de "Soy Luna" a Allegra, Lali le escribió.

- "Hola, si querés pasar a buscar a Alle mañana, no hay drama. Avisame la hora"

- "Ok, ¿mañana a las 10? Quisiera pasar el día con ella"

- "Ok. A las 10 va a estar lista"

Así de fríos y breves eran los mensajes entre ellos. Y a pesar de que entre ambos había miles de sentimientos, ninguno de los dos había dado un paso para demostrarlos. Es más, las acciones los alejaban cada día más.

El sábado por la noche Allegra durmió con su mamá, y estuvieron mirando dibujitos en la cama grande hasta bien entrada la medianoche.

La excitación de Allegra de ese día, con sus patines nuevos, sólo había logrado tenerla despierta mientras Lali cabeceaba a su lado.

- Alle... 15 minutos más y apagamos mi amor... mañana te tenés que levantar a las 9...

- ¿hay cole mami?

- No, viene a buscarte Papá...

- ¡iiiuuupiiiiiiii! ¡Que diver! ¿Y vos venís con nosotros?

- No, yo tengo que hacer unas cosas acá en casa...

- ¡Ufa Má!... ¡siempre cuando me voy con Papá, vos no venís!

Lali la miró sin saber que responder, era demasiado inteligente como para ponerle una excusa, y demasiado chiquitita como para explicarle que su papá y ella, ya no estaban de humor para estar juntos en el mismo lugar, por lo menos por ahora.

Allegra se sumergió en los dibujitos un rato más, hasta que las dos se durmieron. Cuando Lali se despertó con el reflejo de la tele, eran las 3:20 de la madrugada y estaban dando "Buscando a Nemo". Apagó el televisor y se acurrucó a su hija abrazándola en cucharita.

El despertar del domingo a las 9 de la mañana era un desperdicio para Lali, y juró que le iba a decir a Peter que la próxima semana pasara más tarde. Lo que ella no pensaba era que él necesitaba cada minuto de estar con su hija, y que llevaba desde las 7 despierto ordenando y esperando que se haga la hora para pasar a buscarla.

Allegra apareció en la cocina, con su camisón largo de florcitas, despeinada y descalza cuando se despertó y vió que mamá no estaba a su lado.

- ¡Buenos diasss! ¿Se despertó mi patinadora dormilona?

- ¡Me dejaste solita mami!

- Ayyyssssss... ¡es que vine a prepararte el desayuno, Mimitos! - Y la recibió con los brazos abiertos para hacerle upa y besarla por todos lados, porque no podía ser más dulce.

- ¡Te amo mami!

- ¡Ayy...te amo también!, ¿vamos a lavarte los dientes mientras termina de calentarse la leche?

- Ajamm... ¿puedo elegir mi ropa?

- Sí mi vida... pero mamá te pone sobre la cama y vos elegís ¿dale?

- ¡Está bien!

Tenía antecedentes de querer ponerse ojotas en pleno invierno y poleras de lana en diciembre... así que había una selección de prendas previa a su decisión.

Una vez más...Where stories live. Discover now