Capítulo 34: En busca de la felicidad

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Peter espera como un galán enamorado tras las rejas de hierro.

Vestido con su pantalón de traje azul oscuro y la camisa blanca impecable, sin corbata. Cada vez que se encuentra en esta situación le agarra cierta ansiedad alegre. Porque no ocurre a menudo.

De repente empieza a ver al grupito avanzar hasta la entrada del jardín, por detrás de las ventanas de vidrio repartido y Allegra siempre es primera, por ser un cuerpito pequeñito, como su mamá.

Cuando se encuentran uno al otro con la mirada, se sonríen felices.

Y ni bien la seño los suelta, Allegra corre al encuentro de su héroe, su novio, su cómplice. Su Papá.

- ¡Holaaaa!

- ¡Hola Papiiiii! ¿Me voy a casa con vos?

- sí, ¿no querés?

-¡Siiiii! Iuuuuupiiiiiiii

Peter le agarra su mochilita y le hace upa mientras la llena de besos y ella lo abraza por el cuello.

Son dos loquitos enamorados.

Allegra llega a casa de su papá y todo lo revisa... todo lo indaga. Es curiosa por naturaleza y cuando termina se acomoda en el sofá a ver dibujitos.

Peter saca su cuadernito de la mochila y le pregunta:

- Alle... ¿qué es esto del campamento?

- El campamento papi.

Si, ya sé qué es un campamento... pero, ¿qué onda?

- Onda campamento papi... es un día, que armamos una casita, cerca del agua y jugamos todo el día con los nenes y después dormimos y al otro día, emmm, cuando nos levantamos seguimos jugando y después volvemos a casa.

- ¿Pero van solitos?

- ¡Nooooo papi!, somos chiquitos para ir solitos, vamos con las seños y con mamá y el padri.

- ahhhhh... que copadooo ¿no?

- Si, ¡muy copado! ¿Qué vamos a comer ahora Pá?

- pescadito con puré...

Pero Peter se lo responde un poco por inercia, porque está pensando en el campamento.

Inmediatamente llama a Lali para que le cuente de qué se trata.

Ella está en la obra, pero lo atiende mientras de fondo se oyen martillazos y ruidos de sierras cortando madera.

- ¡Hola Peter!

- La... ¿podes hablar?

- si, dame un minuto.

Lali se aleja un poco del ruido y se instala tranquila frente a un lago precioso de una parcela en el barrio cerrado en el que está trabajando.

- Hola... ¿cómo estás? Ahora sí... ¿ya estás con Alle?

- Bien, ¿vos?, sí... está acá conmigo.

- Bien... yo enquilombada...

- Bueno, no te jodo mucho entonces... quería preguntarte que es esto del campamento... estoy leyendo una notita que le pusieron hoy a Alle y no entiendo mucho.

- Uhh... ¿ya el campamento? No me acordaba que ya estamos en octubre...

- ¿Qué onda?

- Onda campamento Pitt... - Y Peter se muerde la lengua primero para no contestarle una burrada y segundo, porque se muere de amor porque madre e hija respondan idénticas- Todos los años organizan un campamento para que compartan los nenes y los papás. El año pasado fuimos al Tigre a un predio del sindicato de Camioneros, que consiguió el Papá de Lourdes.

Una vez más...Where stories live. Discover now