Capítulo 11: Una visita inesperada

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Tarde. Se le había hecho tarde aquella mañana. Nunca había señalada por ser la última en llegar a cualquier parte, al contrario, la puntualidad era una de sus mayores virtudes.

No tenía excusa y perfectamente lo daba por hecho. Trabajaba demás y se trasnochaba de la misma manera, aunque esta vez, su falta de sueño al menos tenía un nombre. Había una rubia que comenzaba a quitarle el sueño y eran largas las horas que empleaban, hablando a través del correo electrónico.

Habían pasado varios días desde que cada una ya se conocía personalmente, por decirlo de alguna manera. Rachel por su parte, estaba encantada de que detrás de todas aquellas agradables, tristes y dramáticas historias, había un rostro particularmente encantador. La rubia, también decía lo mismo. Aquella abogada a pesar de mostrarse rígida y fría, era una mujer bastante atractiva y sobre todo, con unos labios muy carnosos y unos ojos, inigualables.

Una vez que pasó por el Starbucks a comprar su ya acostumbrado café Latte de todos los días, se encontró conduciendo por la interestatal directamente hacia su despacho. El tráfico estaba relajado así que podía llegar a tiempo, sin ningún problema.

Era miércoles y seguramente tendría que soportar otra reunión con los familiares de su esposa que siempre eran tan puntuales como un reloj suizo.

Sus cuñados siempre buscarían la manera de obtener más y más del dinero de su herencia. Su único fin era despilfarrarlo en apuestas y viajes de placer, sin tener control alguno.

Vaya clase de familia política se estabagastando, pero la vida es así y no podía invertir las cosas aunque a vecesquisiera que desaparecieran de una vez por todas.

Lo primero que su mirada detalló al abrirse las puertas del elevador, fue elrostro de su amiga y socia, Mercedes. La morena sonreía cínicamente, mientrasalzaba y bajaba una de sus cejas, acompañando el gesto con una sonrisa un tantomacabra. Algo se traía entre manos y ese algo la estaba haciendo sentirdemasiado feliz. Mercedes casi estallaba de regocijo. La conocía demasiadobien.

— A qué se debe tu cara de "satisfacción",Mercedes? — Dijo la castaña al pasar por un lado de ésta, sin tomarle muchaimportancia. La morena de inmediato le siguió los pasos hasta la oficina.

— Adivina quién ha llamado esta mañana a primera hora, diciendo que viene a reunirse contigo? — Cuestionó olvidando sus modales y lanzándose sobre el sofá del despacho. Rachel le lanzó una mirada retadora.

— Pues, no sé. Apenas vengo llegando, cómo pudiste darte cuenta. Dormiste acá? —Rachel se deshizo de su saco, colocando el portafolio sobre el escritorio de caoba.

— No. No he dormido acá pero si soy puntual — miró su reloj de pulsera y continuó — Más bien, es raro verte a ti, llegar tarde por esa puerta. Has tenido otra batalla campal en la cama del serpentario?

— Tengo que responderte a eso? — Rachel contestó con una pregunta mientras hacía su itinerario habitual cuando se encontraba frente a su escritorio.

— No. Tampoco quiero saber detalles de tú vida íntima – Rodó los ojos – En fin, no me has contestado la primera pregunta — Aclaró levantándose del sofá y sentándose ahora frente a Rachel en la otra silla del escritorio — Creo que no tienes la más puta idea de quién sea, verdad?

— Pues, al menos que el señor Kramer haya cambiado la cita. Recuerda que es un trato muy importante el del alemán — Acotó terminando de teclear su contraseña para entrar en su ordenador.

— Cierto, me había olvidado que viene el alemán. Oye Rachel, como un hombre qué cree que su país es el culo del mundo, le viene a pedir ayuda a un escritorio americano? — Dijo la morena mirándose las uñas como si nada. Rachel se estaba impacientando un poco.

— Tal vez porque aún no le hemos terminado de aclarar que Estados Unidos si es el culo del mundo... Mercedes, por favor... Termina de hablar que me tienes intrigada ya. Habla!

— Calma hobbit...

— No me digas así! — Escupió Berry, terminando de recostarse por completo sobre la silla.

— Bien. No quiero que te de un infarto a estas horas de la mañana. Pues... Shelby...

— Qué pasó con Shelby? — Dijo algo tensa Rachel.

— Ella. Ella es la que va a venir aproximadamente... — hizo una pausa mientras confirmaba la hora en su reloj —... como en media hora estará acá.

Amigas Con DerechosWhere stories live. Discover now