Capítulo 16: Feliz cumpleaños, Rachel.

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Santana contemplaba el cuerpo inerte de Rachel que yacía esa mañana en la cama. Tenía una sonrisa dibujada en el rostro, algo raro en la morena ya que eran pocas las veces que lograba conciliar el sueño, y más aún era verla dormir tan plácidamente. Tomó su albornoz y se cubrió el cuerpo con él, luego, se ató una cola en su azabache cabello, se dirigió hacia el guardarropa y sacó de allí un paquete envuelto con un fino papel de regalo con un listón un tanto llamativo.

Volvió de nuevo hacia la cama y se sentó en ella, volviendo a contemplar la sonrisa que tenía su esposa en la cara.

Al parecer, Rachel sintió esa leve sensación que algunos experimentamos cuando nos ven fijamente durante mucho tiempo y abrió sus ojos. Frente a ella, se encontraba su esposa devolviéndole la sonrisa que no había quitado de su cara, aun conociendo que con la persona que se encontraba en sus sueños y pensamientos, en aquella oportunidad, no era la misma que tenía a la vista.

— Hola Rachel, buenos días— Dijo simpática Santana viendo desperezarse a su mujer unos segundos antes de que ésta se acomodara sobre la cama en un posición mucho más cómoda.

— Buenos días San, a qué se debe tu sonrisa? — Preguntó tallándose los ojos para sentarse con la espalda totalmente recostada de la cabecera.

— Lo mismo me pregunto yo. Al parecer tenías un sueño muy encantador porque primera vez, desde que estamos casadas, logro ver una sonrisa dibujada en tu rostro cuando estás durmiendo. Feliz cumpleaños! — Terminó diciendo, mientras besaba lentamente los labios rozagantes de la morena para luego extenderle, el regalo. Rachel parpadeó varias veces, recordando inmediatamente que día era.

— Gracias. No recordaba que era mi cumpleaños, pero...Qué es esto? — Dijo mirando curiosamente la caja forrada con el brillante papel.

— Creo que la tradición por lo general Rachel, es abrirlo para saber lo que contiene —San rodó los ojos.

— No tenías por qué molestarte...

— No seas necia y ábrelo ya — Interrumpió una impaciente latina — Soy tu mujer no una extraña a quien tengas que pedirle disculpas por obsequiarte algo en tu cumpleaños número 31 — Dijo alentando a la morena para que abriera su presente.

Rachel decidió relajarse un poco y coger el paquete que aún tenía Santana en las manos. Ató también una cola en su castaño cabello y luego, comenzó a mirar la caja por todos los costados de la misma, como si fuera adivinar lo que contenía, sin abrirlo.

— No es una bomba si es lo que piensas. Créeme que no tengo intenciones de matarte... aún — Rachel volteó a verla y la latina le dio una sonrisa de medio lado mientras se levantaba de la cama para dirigirse al baño — Voy a ducharme, tengo una reunión en la galería a primera hora. Espero que te guste — Dijo refiriéndose al presente — y que recuerdes, que al mediodía tenemos un almuerzo con mi familia — Finalizó para pasar hacia donde se dirigía, dejando a Rachel con la mirada perdida sobre su obsequio que aún no terminaba de abrir.

Cogió la cinta y la fue quitando lentamente, era roja, como su color favorito. Siguió con la envoltura de papel, la cual rasgó rápidamente para encontrarse con una caja rectangular: Una camisa, pensó de inmediato.

Al abrir la caja, efectivamente había una camisa de seda blanca muy delicada y hermosa. Santana sabía y le conocía cada uno de sus gustos así que para haber sido su primer regalo, en aquel día no tan especial para ella, debió reconocer la buena elección de López en el obsequio.

[...]

Degustaban en silencio su desayuno mientras Rachel se empapaba de los acontecimientos del día anterior mientras leía la prensa. Bebía su vaso de zumo de naranja y untaba sus tostadas, con jalea de frutilla. Su esposa, se informaba de la misma manera pero digitalmente, a través de su IPad.

— No puedo creerlo... Ja! — Vociferó llevándose una mano a la boca por la impresión mientras sus ojos seguían visualizando alguna cosa en la pantalla.

— Se veía venir, San. Ese tipo estaba hasta el cuello con los fraudes y conciliaciones ocultas, por decirlo de manera un poco indirecta — aclaró la castaña comiendo un poco de sus tostadas, con la vista puesta sobre el papel con tinta. Las dos leían el mismo reportaje.

— Es que no puedo creerlo Rachel. Carranza, el gran ministro de la cámara principal del comercio en todos los Estados Unidos, apresado anoche en su casa por malversación de fondos. Esto es inaudito, imagino como estará nuestro querido presidente.

— Podrá ser inaudito pero no imposible, querida. Cuanta gente no malversa fondos en este país y hace lo que se le viene en gana? Esto pasa todos los días, salvo que esta vez, es un hombre muy allegado a tú familia — Su mirada se posó sobre el rostro impávido de su mujer mientras la veía chequear de arriba a abajo lo que estaba interesadamente leyendo en ese momento.

El timbre del móvil le anunció que tenía un mensaje de texto entrante. Miró de reojo a su mujer, pero ésta se encontraba de lo más entretenida en el ámbito político a esa hora de la mañana. Agarró el mismo y revisó. De nuevo la misma sonrisa se dibujó en su rostro, aunque esta vez un poco más reservada porque sinceramente, no le interesaba tener que discutir con Santana por cualquier tontería.

"Buenos días, lindos ojitos de chocolate. Hoy es un día muy especial para ti y aunque no esté allí a tú lado, también lo es para mí. Desde la distancia, te envío un millón de besos multiplicado por diez millones de abrazos, sólo para desearte un Feliz Cumpleaños. Un beso"

Cerró los ojos y apretó los labios solo para no expresar toda la emoción que en ese momento la embargaba en el fondo de todos sus sentidos. Terminó de leer el mensaje y colocó el teléfono donde lo tuvo antes de revisarlo, muy cerca de ella.

— Bien, después de este notición que me ha dejado con la boca abierta, voy a marcharme. Pasaré un momento por donde mi madre a ver si ya está enterada de la noticia y luego iré un rato a la galería. Recuerda el almuerzo y que pasaré por ti a la oficina, en horas del mediodía — Dijo levantándose de su silla, apagando el IPad.

Amigas Con DerechosWhere stories live. Discover now