Capítulo 40: De pie ante el mundo

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Las llantas del coche chillaron sobre el asfalto cuando se detuvo en seco frente al lujoso edificio de la urbanización. Bajó lanzando un portazo, dirigiéndose hacia la entrada, mientras se quitaba los lentes de sol para comenzar a recorrer el camino, con una pisada tenaz.

Al llegar arriba, tocó la puerta repetidas veces con bastante premura, esperando que le abrieran del otro lado.

Esperó algunos segundos y la estampa de una sensual mujer de pie junto al umbral de la puerta, le dio la bienvenida. Solo entró como un huracán mientras la otra chica rodaba los ojos y cerraba el panel.

— ¿A qué se debe tú educada visita, Britt?

— ¿Dónde estuviste anoche? Te estuve llamando todo el tiempo y tú móvil brillaba por su ausencia. Ya me sé de memoria la vocecita robotizada del buzón de mensajes: "El número abonado, no está en servicio" — Dijo imitando la voz general que usáis las operadoras telefónicas, dando media vuelta con los brazos cruzados y deteniéndose frente al ventanal. Afuera, desde lo alto, visualizaba la calle. Estaba bastante concurrida por peatones.

— Estuve un poco ocupada... Muy bien ocupada, así que no podía atender a nadie.

— Me parece excelente! Mientras, allá afuera la gente también se dedicaba a disfrutar de la vida, tú te dedicabas a disfrutar la tuya — Rápidamente sintió las manos de Becca rodearle la cintura, dejando un camino de besos alrededor de su cuello. Cerró los ojos disfrutando el momento.

— ¿A qué te refieres...guapa? — Dijo sin importancia — No me gustan mucho los rodeos.

— A que tú estúpida Rachel Berry me ha humillado de la peor manera.

— ¿Qué dices? — Dijo girándola ahora para quedar frente a frente. Britt se desprendió del agarre.

— ¿Recuerdas cuando te llamé para comentarte que Rachel o que su madre iban a ser cliente potencial de las empresas Fabray? — Becca asintió mientras caminaba con garbó hacia el amplio sofá.

Se sentó acomodando su fina bata al cruzarse de piernas.

— Anoche, hubo una fiesta que anualmente celebráis los Fabray para daros la bienvenida a los socios y clientes, y tú Rachel, estaba allí con su mujercita insípida — Dijo dirigiéndose al bar del living, sirviéndose un trago de vodka. Bebió un poco.

— Comienzas a desesperarme. Al grano, Britt.

— Que Quinn y Rachel, tú mosquita muerta adorada, tuvieron un revolcón en uno de los baños del hotel — Tanto como sus palabras y como el trago que se llevó a la boca quemaron su garganta cuando todo junto atravesaron por ella. Becca, inmediatamente se levantó del lugar, caminando a grandes zancadas hasta llegar al lado de Britt.

— ¿Estás segura de lo que dices, niña??

— Por supuesto que si! Yo misma la vi saliendo del baño cuando fui a por Quinn que se tardaba demás y... Carajos!!! La vi salir con una sonrisa triunfante en su cara y tú??? Brillando por tú ausencia — Becca sirvió más vodka en el mismo vaso donde bebía la otra rubia y lo tomó de un solo sorbo.

— Maldita sea!! — Dijo amargamente pasando el trago — ¿Alguien más les vio? Quiero decir, si su esposa se dio cuenta de algo?

— No...No sé... Tuve una discusión con Quinn y salí corriendo de allí. No me fijé si alguien más estaba al corriente. Solo quiero regresarle la humillación, Becca. Tenías que verle la cara de regocijo que de su rostro emanaba.

— Aún no entiendo que le vio a esa niña... Es tan... Inferior y le falta mucho para ser mujer.

Hubo un silencio. Britt se sentó sobre una de las sillas altas que alrededor del bar había, sirviéndose un trago más en otro vaso. Becca, terminaba el que ella misma había empezado, con la mirada fija en el reloj de pared. El tic tac marcaba rápidamente los segundos. Desde el sofá, un cuadro de Vladimir VRussellov ocupaba su vista.

— Quisiera verla acabada y humillada de la misma manera que ella lo hizo...lo juro!

— Ven... — Llamó a la rubia ojiazul desde su lugar mientras terminaba su bebida —Puedes acabar con tu frustración en mis brazos.

Britt se sentó a horcajadas sobre ella. Becca comenzó a deshacerse de la blusa que vestía a la chica, dejando besos a través de su marcado abdomen. Esa tarde, tuvieron mucho más que sexo.

[...]

Amigas Con DerechosWhere stories live. Discover now