Capítulo 17: El pasado, te traerá de regreso a Ohio.

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Apenas faltaban tres días para el cumpleaños de Quinn y ya, desde hacía más de un mes, estaba planeando celebrarlo a todo dar. Daría una gran fiesta en casa de sus padres.

Las gemelas Fabray cumplirían 17 años y solo pensaba que quería botar la casa por la ventana.

Esa mañana, en la preparatoria Northeast Ohio Collage Preparatory School, transcurría muy lenta y aburrida para Quinn, ya que las clases de historia universal jamás fueron nada agradables para ella. Con una mano apoyada sobre su mentón y el antebrazo sobre el pupitre, la rubia miraba distraída hacia la pizarra mientras su profesor impartía la clase muy entusiasmado.

Vaya, él era el único que toleraba su propia clase.

— Hey, Quinnie — Susurró Britt que estaba sentada detrás de ella en el salón.La rubia volteó disimuladamente. Ya le habían llamado la atención dos veces esa mañana y solo porque su mente estaba quien sabe dónde, cuando le hicieron dos preguntas sobre el Parthenon y ella no supo que responder.

— Qué quieres, Britt? — Cuestionó también en susurro.

— Qué tal si invitamos a Joseph a tú fiesta de cumpleaños, eh? Está bien guapo y no se cansa de lanzarme miradas — Dijo la rubia ojiazul mirando hacia donde se sentaba el joven también rubio de cabellos rizados quien en ese momento,efectivamente no le quitaba la mirada de encima.

— No sé, es medio tonto y parece nerd, míralo bien Britt — Dijo la rubia ojiverde lanzándole una mirada sarcástica al chico que al verse descubierto por la mirada de Quinn, se acomodó en su puesto y decidió seguir prestando atención a la aburrida clase — Ves? Es un poco gilipollas.

— Es porque lo intimidas Quinn, siempre es así. Lo asustas.

— Es un idiota sin talento, pero si quieres llevarlo a la fiesta, hazlo... Por mí no hay problema, será el tuyo.

— Pero tú vas a ir con esa chica rara... No habla y solo hace ruidos muy extraños.

— No seas tonta... Ella es especial y te digo de una vez, es mi amiga y de Frannie,así que no quiero que le coloques adjetivos raros, entendiste? — Dijo con un tono bastante molesto hacia su amiga, llamando la atención de su profesor en ese momento.

— Señorita Fabray, es la tercera vez que le llamo la atención en clases, si no le gusta puede marcharse, pero por favor, no siga interrumpiendo con sus conversaciones. Lo mismo va para usted Señorita Pierce, entendido?

Ambas chicas asintieron y se acomodaron en sus puestos haciendo que prestaban más atención a la clase. Britt, se sintió bastante tonta después del comentario que le había hecho a Quinn con respecto a su nueva amiga. Sabía que aquella niña era bastante especial para la rubia y que ésta sentía muchas cosas por ella también.

Podía decir, que Quinn había cambiado un poco cuando conoció a Julia en la escuela.

A veces llegaba a sentir muchos celos porque Quinn no era la misma con ella. Debía reconocer que se había alejado un poco solo por tratar de llamar la atención de la pelinegra joven que al parecer no se le pasaba nada mal con su mejor amiga.

Quinn se había convertido en los últimos dos años, en la chica más popular y habladora de toda la secundaria, pero a la larga, la rubia ojiazul aprendió a respetar ese espacio de la ojiverde y aceptó que su amiga estaba perdidamente enamorada de aquella chica que a pesar de todo, le estaba haciendo un bien.

La clase de historia universal pasaba y los alumnos estaban concentrados. Unos que otros hablaban, otros escribían, y Fabray solo dibujaba corazones en su cuaderno. Britt le dejaba miradas a Joseph y viceversa.

La mañana en la secundaria Northeast Ohio Collage Preparatory School, era de lo más normal.

— Buenos días profesor Shue, puede venir un momento? — Anunció en el umbral de la puerta un hombre de unos 40 años, con algunas entradas de cabello oscuro en su cabeza y piel tostada.

— Buenos días Director Figgins, en un momento estoy con usted — Dijo el profesor dejando el material sobre el escritorio y luego dirigiéndose a los alumnos — Busquen en la página 67 de vuestros libros y lean, que en la próxima hora os haré una pequeña prueba, jóvenes — Los alumnos comenzaron a protestar en susurro mientras este salía de la clase.

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