18: Reunión Zoológica

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De vuelta en los túneles, un zorro rojo de cola blanca, una mariposa de greñas verdes, y un gato de ojos amarillos y pelaje de bruma se reunieron alrededor de los escombros resultantes de la lucha entre Fénix y Griffin.

—¿Qué opináis? —cuestionó Sombra.

La mariposa se transformó en una mujer de pelo, ojos y vestido verde antes de contestar.

—Griffin es peligroso. Ha contactado con las Criaturas del subsuelo para conseguir sus poderes, no hay duda. Hay que detenerle. Tiene más poder del que pensábamos.

La voz de Gerds eran entresijos de flores creciendo sobre su lengua, miles de susurros de naturaleza viva. 

Al ver que ella se había transformado, Sombra también se deshizo de su envoltorio gatuno y se convirtió en Negren.

—Es curioso, me gusta la forma de gato —dijo, mirando el lugar donde antes tenía cola. Volvió a dirigirse a los otros dos miembros del Consejo—. ¿Y sobre Fénix?

El zorro rojo se convirtió en un hombre de cabello anaranjado y túnica del color del fuego. Raymps tenía una expresión seria, como si nada pudiera hacerle gracia.

—No podemos descartar que Fénix esté involucrado. Él podría haber sido quién pusiera en contacto a Griffin con las Criaturas Oscuras.

—¿Sabemos si ha tenido contacto con ellas?

—Sospechamos que conoció a la reina Ferí en una misión de hace años, en Sudáfrica. Eso es suficiente para sospechar de él.

—¿Sospecháis? ¿No hay pruebas claras?

—Tenemos testigos que aseguran haberles visto juntos.

—No es suficiente. Circunstancial. Todo el mundo sabe que los recuerdos pueden ser alterados.

—Pero es motivo suficiente.

Negren chasqueó la lengua.

—¿Habéis averiguado algo espiando a los mortales que le acompañan?

—No. Es perspicaz, no sabe que estamos, pero lo sospecha —contestó Raymps—. No creo que tarde en averiguar que vamos tras sus pasos.

—A mí me ha visto varias veces —respondió Gerds—. Pero dudo que se haya dado cuenta. Los hechizos para reprimir el aura que estoy usando son fuertes, tanto que me ahogan.

—Que así sea.

—Tú eres el que más contacto ha tenido con la mortal —recordó el zorro rojo—. ¿Ha dicho algo?

—No. Nada por lo que se le pueda condenar.

—Ha expuesto a esos humanos a la magia oscura al enfrentarse a Griffin. Dos de ellos casi mueren, y las féminas han visto la forma antropomórfica de Griffin cambiando. Los tres hemos sido testigos de su transformación. Un poco más y podría haber desatado el caos. Hoy se han roto muchas leyes, Negren, hemos condenado a Criaturas por menos.

Los ojos de Gerds brillaban de verde mientras enumeraba su alegato. Negren permaneció impasible, sin inmutarse ante las ramas que empezaban a brotar de los dedos de la Consejera.

—Pero debemos estar seguros. Esto es más importante que un simple descuido con un libro antiguo.

—La única forma de que ese mortal sin ascendencia se apoderara de la magia oscura habría sido con la ayuda de Fénix, Negren. Es inteligente, seguramente no haya dejado pruebas, pero podemos pillarle.

Negren iluminó sus ojos, amarillentos, en la semi oscuridad del túnel, y observó a Raymps, desafiante. Odiaba que no vieran la verdad tras sus palabras.

Cenizas en la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora