voy a borrar mis historias

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Por cuestiones familiares y de la escuela no voy a poder seguir actualizando, aunque a decir verdad no creo que la escritura sea mi fuerte, me gusta mucho escribir pero no sé me dá muy buen, además de que tengo faltas ortográficas hay bastantes errores de tiempo, continuidad y argumentativos, gracias a todxs por su apoyo, en serio me hicieron muy feliz mientras duró.














Jajajaja se crean zorres, es una especial de navidad

Nota: Esto se remonta a cuando Alejandro estaba secuestrado en París, cuando aún estaba con Michael.

La calle se llenaba de nieve, me subí al ático y me asomé por la ventana, había gente pasando por las calles vestidas con suéteres navideños, eso me daba un gran alivio y a la vez una enorme desesperación; él no me dejaba saber la fecha ni la hora, pero por lo que veo es diciembre cerca de las fechas decembrinas, pero me da una gran angustia saber el que no lo pasaría con mi familia. Seguramente pasaría Navidad con este animal, hacía frío afuera pero por la calefacción estaba calientito; miraba gente pasar con regalos, miraba parejas felices paseando, quisiera que me navidad fuera así, siendo feliz libre y lejos de aquí. Cada vez se hacía más de noche y pasó incluso la hora de llegada de él, lo sé por cómo se veía la gente en las calles y la Luna, me empezaba a dar sueño, bajé del ático y fui a la sala a buscar algún noticiero con la hora y la fecha, busqué y busqué pero no encontré mucho, sólo la hora, eran las 11 y media de la noche y él no llegaba, qué extraño, ¿Y si le pasó algo?, Si él muere, ¿Yo me quedaría aquí por siempre?, No, de seguro si eso pasa Ellen venga por mí, él nunca me dejaría aquí cuando puedo ser libre al fin... ¿Verdad?.
Escuché la puerta principal abrirse, era muy noche, me había quedado dormido en la recámara, salí en pijama a ver qué pasaba, él había llegado, se veía realmente cansado, estaba cubierto con nieve, daba pasos adormilados y soltó un bostezo. Por unos segundos me sentí culpable por no haber hecho la cena, pero tampoco es mi obligación, no es como si yo quisiera estar aquí, me paré y lo ayude con lo que traía, tenía una cajita roja con decoraciones navideñas, la tomé y la dejé en la mesa, era la cena, el dejó su portafolio y bajó de nuevo, ¿A dónde va?. Entró a la casa otra vez con una enorme caja, era larga y ancha, ¿Que traía ahí?, - Ya casi es navidad amor, debemos prepararnos para eso -, abrió la caja y sacó un enorme pino, lo dejó en la sala y luego fué al baño, ¡Wow!, Se veía hermoso, era de fantástica calidad, parecía real, sus hojas se sentían húmedas y su tronco era tan real, bueno, eso parecía. Él salió del baño y ni siquiera cenó, se fué directo a acostar, revisé la bolsa, eran alitas del Kentucky, a mí me gustaban pero a él no mucho, aún así guardé la bolsa, la comería mañana, ya era bastante tarde. Me fuí a acostar, cuando entré él ya estaba dormido, me acurruqué a su lado y con un poco de dificultad logré dormir. A la mañana siguiente desperté con frío, él no estaba, eso era normal, casi siempre se iba antes de que yo despertara, salí y había waffles, los míos estaban aún calientes, él acababa de irse seguramente, me serví los waffles con miel y mermelada, sabían bastante buenos, en la tarde me calentaría las alitas y comería, ahora tengo que ver qué podría hacer. Encendí el televisor y me metí a Youtube, en medio de mis búsquedas y visualizaciones miré un tutorial de cómo hacer una grulla de papel, no tenía papel pero tenía servilletas de la cocina, comencé a hacerla, vaya, esto era muy relajante. Acabé mi origami y fuí por más servilletas, hice otras 8 grullas, tomé los animalitos de papel y los subí al ático, los coloqué por todo el lugar, se veían bastante bien pero ya me dolían las manos de tanto hacerlo movimientos con el papel. Bajé y pensé en que más hacer, estaba arto de ver la televisión, tal vez haría ejercicio... No, mejor no, que hueva... Caminé por la casa pensando en qué podía usar para escapar, recorrí los cuartos, recorrí la sala, la habitacion de Michael, el baño, etc, este día tampoco había nada, me estoy comenzando a frustrar un poco, ¿Cuánto tiempo llevo aquí?, Sepa la verga, pero espero que ya no vaya a pasar más. Pasó el día y de nuevo, era muy tarde y él no llegaba, calenté el pollo en caso de que él viniera con hambre, no era mi deber pero parecía cansado anoche. Él llegó igual que ayer, se veía más demacrado, se veía cansado y con sueño, - Hay de cenar, ¿Te sirvo?-, él se le vió un poco más animado, pasamos a la cocina pero cuando vió el pollo su ánimo bajó de nuevo. Hay pollo y si quiere, aquí nadie le va a andar rogando a un violador que coma. Le serví pero apenas le dió unas mordidas y ya no quiso, dejó el pollo y se fué a bañar, acabó y se puso su pijama y fué a dormír, terminé de cenar y fuí a la recámara, él ya estaba dormido, me acurruqué a su lado de nuevo y me quedé dormido, al despertar lo mismo, él no estaba conmigo.
Pasaron los días, tal vez semanas, él hacía lo mismo, se iba temprano y llegaba tarde, yo no tenía nada que hacer, así que hice decenas de animalitos de papel, lo regué por todo el ático y la casa, puse el árbol yo solo y también lo decoré con animales de papel, él trajo series navideñas y las coloqué en el árbol y por la casa, en el ático puse unas en la ventana, unas cuentas en la cocina y otras por la sala, hice escarcha con el relleno de una almohada y decoré el pino y las esquinas de algunos muebles. Todo esto me recordaba a las navidades con mi familia, hacíamos pavo y papa loca, bebíamos vino y platicábamos toda la noche, recuerdo cuando éramos pequeños y le ayudaba a papá a esconder los regalos de Andrea, a comprar los regalos de mamá, a organizar todo, éramos tan unidos, éramos tan felices, libres. Empecé a mirar a la gente venir más urgida de aquí a hayá con regalos y comida, ¿Que día era hoy?. Él llegó más temprano que los días anteriores, se veía terriblemente mal, me daba lastima apezar de quién era, le ayudé con sus cosas y llevé su chaqueta a la ropa sucia. Se fué a bañar, metió unas bolsas que traía al refrigerador y luego se acostó a dormir, sin cenar ni decir nada, yo cené y luego me fuí a dormir, al día siguiente el durmió todo el día, hice de desayunar y él siguió dormido, hice de comer igual, apenas se levantó a cenar y luego volvió a dormir. Me fuí a acostar y él seguía profundamente dormido, llevaba dormido todo el día, dormía como si no tuviera ninguna preocupación, como si nunca hubiera roto ni un plato, como si nunca hubiera violador, golpeado y secuestrado a alguien.
La mañana llegó y él no estaba a mi lado, me levanté y mi sorpresa fué encontrarlo cocinando a toda prisa, ¿Que pasa?, ¿Quien viene?. Él me miró y corrió a abrazarme, - Mi amor, buenos días, feliz noche buena-, - ¿Qué?, ¿Tan pronto?-, - Si, lamento no habertelo dicho, hoy en la noche va a venir Santa Claus a traerle regalos a los niños chiquitos hermosos y preciosos como tú, además, ya estoy preparando la cena - la cocina olía muy bien. Él me dió un sándwich para la comida, decía que en la noche comeríamos demaciado y era mejor hacer espacio, todo el día yo estuve en la sala, en el cuarto y cualquier lugar para descansar, no me moví ni ayudé, igual no es mi obligación, no es como si yo quisiera pasar navidad con él.
La noche llegó y él me dió un traje para vestirme, era lindo y masculino, pocas cosas aquí eran para un verdadero hombre, lo demás lo usaban maricones y yo no soy joto, así que me lo puse inmediatamente; me veía bastante bien, me miraba guapo y varonil. Salí de la habitación y fuí a la cocina, Michael había preparado un pavo, ensalada de papa, ensalada de manzana, salchichas asadas, ponche y agua de frutas, me senté a comer y él dijo algunas cosas, cosas que no presté atención, algo sobre cómo estaba feliz de esta cena y que completamos juntos o algo así, sepa la verga la verdad, ni escuché al werko. - Mi amorcito, está noche vendrá Santa y te traerá regalos, santa le trae regalos a los niños bien portados y bonitos -, - Qué manera tan romántica de aceptar que soy menor que tú y que eres un pedofilo que abusa de mi -, - Mi amor, es navidad, no digas esas cosas, igual, puede que me haya portado un poco mal y que Santa no me traiga regalos a mi, pero sé que a te traerá muchos, tal vez por ahí, no sé, tal vez haya uno que podamos disfrutar los dos.-, - ¡Si santa me trae eso no quiero nada!, Sus pinches regalos culeros que se los quedé -. Fuí a sentarme y Michael me sirvió, era una pierna enorme de pavo, la comí rápidamente, ¡Sabía deliciosa!, Él sabe cocinar bastante bien, eso debo aceptarlo. El ponche estaba exquisito, estaba dulce pero no tanto, estaba especito; la ensalada de papa también estaba deliciosa, con un poco de salsa, mmm, exquisita; ¿Qué puedo decir de la ensalada de manzana?, Era tan buena, su sabor era dulce y están tan cremosa, la nuez que tenía era sabrosa, la manzana estaba en su punto, el yogurt o lo que sea que tuviera era delicioso. Michael se había lucido con esta cena, de verdad se había esforzado, todo estaba delicioso, apresar de que él la había cocinado la comería, no podía evitarlo, era riquísima. Terminamos de comer y yo me fuí a sentar a la sala, estaba demaciado lleno, - Oye, ve a bañarte, tenemos una cita -, - ¿Con quién o qué?-, ¿ibamos a salir?, ¡¿SALIR?!, ¡¿POR FIN?!, - ¿Vamos a salir?-, - Si, hoy en el centro hay exposición de aparadores y me pareció buena idea salir a verlos, ¿No te parece lindo?-, - Pero, ¿Qué ropa me puedo poner?, Tengo solo ropa de mujer, ¡Yo no puedo salir así!-, - Tranquilo bebé, te prestaré de mi ropa, además hace mucho frío afuera, tu no tienes ropa de calle abrigadora, tal vez te quede un poco grande mi ropa pero mejor eso a que te quede chiquita-. Él bajó y me trajo una camisa negra afelpada, un saco café y una bufanda roja, me prestó unos jeans negros y unas botas negras, ¡Estaba tan feliz!, hibamos a salir al exterior. Él abrió la puerta y me abrazó por la espalda, bajamos las escaleras y salimos, él tenía el auto afuera, subimos y fuimos por la carretera, tanta gente en las calles me hacía feliz, hacía frío pero no me quejo. Llegamos al lugar donde era y nos bajamos, era hermoso, metros y metros decorados con luces y muñecos, los aparadores estaban llenos de juguetes y muñecos gigantes, me sentía tan eufórico. Él me abrazó por detrás otra vez y sentí su calor, me acerqué a él para resguardarme y caminamos por las calles. Algunas personas nos miraban, y lo comprendo, parecíamos una pareja, hibamos tan juntos y dándonos calor mutuamente. Caminamos y él me compró un café, nos detuvimos en una tienda de chocolates y compramos algunos, eran muy caros a mi parecer, 20 dolares 100 gramos, 6 dólares una barra, 10 dólares una bolsa pequeña. Yo sabía que tenía el dinero y más para comprarlos pero era sorprendente su precio, wow.
Pasamos horas caminando, la madrugada llegó y cansados volvimos a la casa, estaba por irme a dormir cuando él me ofrecí una cerveza, - Vamos, sé que no te gusta mucho beber conmigo pero es navidad, hagamos esto, solo una vez. - lo pensé unos momentos y tomé la bebida, le dí un trago, era bastante buena. Nos sentamos en la sala y hablamos, él tenía historias muy buenas, como le hiba en su trabajo, como le habían coqueteado unas chicas y él para esquivarlas les habló más gay, cosas así. Bebí como 4 cervezas cuando ya estaba abrazándolo de a juego, él se acercaba y yo me hacía para atrás, él me contaba una historia y luego me abrazaba jugando, era divertido aunque un poco incómodo, él me dió una bebida diferente, parecía de durazno, la probé, era muy rica. Él me pasó más y más bebidas de durazno, en un momento mi cuerpo se sintió lleno de alcohol, pero pasaba algo más. Me sentía caliente, como si tuviera calentura, mi ropa comenzó a rosar con mis pezones y todo se sentía extraño, mi cabeza empezaba a doler y me sentía pesado de las piernas. Él puso su mano en mi frente, estaba hirviendo, - Mi amor, creo que has bebido demasiado, vamos a la cama, no te vayas a caer o algo -, - Si, por favor, vámonos a acostar me siento fatal-. Fuimos al cuarto y él me acostó en la cama, mi cuerpo se sintió aún más pesado. Estaba por dormirme cuando él se abalanzó sobre mi, ya tenías sospechas de esto pero resaba al cielo que fuera solo paranoia. Él me besó y se fué pegando poco apoco a mi, sentí su bulto entre las piernas, quise despegarme de él pero estaba muy tomado, tenía miedo y pánico. - Por favor Michael, no, no lo hagas, no-, - Mi amor, por favor, me alejé dé tí todos estos días para que descansáras de mí, pero ya no puedo, ya no aguanto, si te quedas quieto seré gentil, esto será rápido -, - ¡No!, ¡Basta Michael!, Por eso te odio, eres un maldito pervertido de mierda que solo piensa que estoy para el sexo, quítate, quítate, sueltame -, - Mi amor, mi amor basta, no quiero pelear, quiero darte besitos, déjame darte un beso, mi vida, te amo -. Por el alcohol no pude resistirme más, él me besó y poco a poco fue desnudandome, cuando por fin me tuvo sin ropa tomó mis caderas y comenzó a ponerlas en posición, con miedo y sin fuerzas traté de separarme pero no pude, él me tomó y me comenzó a lamer, se sentía extraño, lo que sea que me haya dado puso mi cuerpo muy sencible. Por reacción tuve una erección, él aprovechó y comenzó a masturbarme y tocarme, no quería pero se sentía bien, ¿qué me había dado?. Él siguió, besó mis muslos, luego mordió mi piel, sentí como dejaba marcas en mi piel, él tomó mi pene y lo chupó, se sentía muy bien pero era muy asqueroso, él siguió, luego me dió un beso negro; se sentía muy bien. Sentí que algo entró en mi, bajé la vista y lo miré ahí, sabía lo que hacía, me daba asco pero también lo disfrutaba, él se veía feliz. Comenzó a moverse, me dolía, lo quise separar, lo empujé, le grité, intenté defenderme pero él no me dejó. Mi vista era borrosa y no sabía bien que hacía, él me besó y comenzó a moverse, me abrazó e inmovilizó mis brazos, su respiración estaba agitada y se le notaba desesperado.- Michael... Michael basta. -, - Mi amor, me alejé de tí para darte espacio y que descansáras de mí. Me dijiste que me odiaba, que te agobiaba, dijiste que te hartaba, te dí tiempo y espacio para que pasaras tiempo sin mi, pero ya no puedo, ya no aguanto. Por favor, déjame disfrutar ahorita, es navidad, dame ese regalo -, él se aferraba a mi y me embestía fuertemente, ¡Ya no quiero, quiero que se detenga! Él me miró a los ojos y me besó, se sentía tan desesperado, sus labios y su lengua pegaban con los míos y con torpeza se movían, parecía un niño pequeño comiendo un dulce. Todo fué llendose a la mierda poco a poco, me sentía cada vez peor, mi cuerpo estaba muy caliente y mis ojos ya no miraban bien, se sentía realmente bien, él entraba y salía de mí, se sentía muy bien apresar de que fuera él quien hacía eso. - Mi amor, tu cuerpo es tan delicioso, quiero comerte a besos. Si te quedas quieto vas a disfrutar también, hagamos un trato ¿Va?-, - Por favor... Michael, es navidad, por favor, déjame en paz... Michael, no quiero, no quiero, por favor basta -, no aguanté las lágrimas y lloré, se sentía tan raro, no quería, no quería y se sentía bien. Yo era más pequeño que él, hiciera lo que me hiciera no podría defenderme, me sentía tan... Tan impotente, yo no quería, yo no quiero, yo no quiero, quiero que pare, quiero que me deje en paz. Yo no lo había provocado, él me dijo que confiara en él, no debí hacerlo, pero, había actuado tan bien antes, parecía que no me atacaría, pero yo también, yo lo conozco, sé cómo es, no debí confiar en él, no, no, soy un imbécil, no debí haberle creído, no debí confiar. Cerré los ojos, no quería verme en esta situación. Él siguió embistiendome, poco a poco el dolor fué desapareciendo, se sentía muy bien, de seguro era lo que sea que me hubiera dado. Él llegaba tan profundo en mi, lo sentía en mi estómago, su voz era tan gruesa, sus jadeos y gemidos se oían espectaculares. Me dejé llevar, no podía contra él, era mejor disfrutar aunque sea un poco el momento. Su pene era tan grande, me llenaba por completo, sentí como comenzó a chupar uno de mis pezones. Se sentía bien, esto no debería sentirse así, me dá un asco enorme saber que él me está haciendo esto pero no es mi culpa, él me dió algo, estoy seguro, esto no es normal. - Michael, Michael ah, por favor, ah ah mmm, se siente raro-, - ¿Qué cosa se sienta extraño?, ¿He?-, - Mi, mi trasero, se senté extraño, para por favor -, - ¿Qué sientes?, ¿Esto?-, Michael metió con fuerza su pene, se sentía extraño, se sentía bien y mal a la vez, quería más y a la vez me daba asco. Él empezó a acelerar la velocidad, escuchaba nuestros cuerpos chocar, el ambiente se puso más y más caliente, él daba en mi punto, se sentía tan bien. Me abracé a él y nos juntamos, nuestros cuerpos rodaban y su verga llenaba mi interior, me sentía tan suyo, como si me estubiera marcando, como si él estuviera dejando rastro de su presencia en mi. Dios, esto era muy bueno, no sé que me haya dado pero hacía muy buen efecto, quiero más. Él aceleró aún más su velocidad, escuchaba nuestros cuerpos chocar y la velocidad solo le daba más erotismo a la situación, él no se iba a detener, yo lo sabía, aún así no quería que lo hiciera, quiero que acabe dentro, quiero sentirlo disfrutar mi cuerpo, quiero que me use para lo que sirvo, quiero que me folle hasta saciarse y si después tiene más ganas que lo haga de nuevo, que me coja hasta casi hacerme decirle "Te amo", esto era tan delicioso, quiero más, más. Él terminó dentro mío tal como lo quise, estábamos tan cansados que él se quedó dormido en cima mío, se miraba adorable, le hice piojito unos minutos mientras se relajaba por completo, cuando supe que él estaba completamente dormido yo le seguí, el pobre debió de haber estado tan urgido de un encuentro estos días, él debió de haberse resistido mucho, no puedo ni imaginsrmelo. Tomé una grulla de papel que tenía a mi lado y me limpié un poco del semen que él me había dejado, dejé el animalito al lado y me acurruqué para dormir. Me dormí entre sus brazos sin miedo está noche, me sentía bien por una vez.

La mañana siguiente llegó, ¿Qué había pasado anoche?, Solo recuerdo haber bebido con él, Dios santo mi cabeza, pinche cruda que me está dando. Me paré de la cama y caí al suelo inmediatamente, miré mis piernas, yo tenía pijama pero mis piernas tenían enormes moretones, debí de haberme caído cuando bebíamos. Me levanté y miré una de mis grullas de papel en el buró al lado de la cama, ¿Qué hace aquí?, Esto debería ir en el ático, subí al atico y lo dejé ahí adornando la estancia, estaba un poco mojado, tal vez le calló bebida o algo, pero no huele a alcohol, a lo mejor agua o algo. Bajé del ático y caminé hacia la sala, me sorprendió ver el pino lleno de regalos, decenas de cajas pequeñas, grandes y medianas lo rodeaban, todo estaba envuelto, Michael me miraba con una cajita pequeña en la mano, eso me preocupaba, aún así, estaba emocionado por todos los regalos. Él se me acercó y me tomó de la mano - Si te pregunto lo que quiero sé que me dirás qué no, pero toma, quiero que tengas esto -, él me entregó un anillo de oro enorme con un pequeño diamante, lo miré asustado y anonadado, él solo agachó la cabeza y habló - No tienes que darme nada si gustas, lo único que quiero es saber que algún día, algún día la respuesta será un "sí" y trataré de hacer que eso pase, no me importa cuando sea ni cuánto tarde, quiero que me digas que sí -, - Michael, yo... -, - No tiene que decir nada, tranquilo, abre los regales, iré a calentar la comida, debes tener hambre bebesito, disfruta tus juguetes-, el se fué y yo abrí una a una las cajas, había peluches, ropa, juguetes y sientos de caramelos, estaba tan feliz, por primera vez disfrutaba que él hiciera algo.

El ático. Yaoi Hard SadomasoquistaWhere stories live. Discover now