El ático. Yaoi Hard Sadomasoquista

omegaverse

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Nota: Este capítulo se basa en la época cuando Michael aún tenía a Alejandro en París.

Estaba encerrado en el baño, ese loco quiere que me tome esa puta pastilla, lleva años dándomelas "Son para que nos amemos", "Son para que al fin sepas cuánto te amo", "Son para que tengamos más cercanía", mi culo peludo, le deben de ver la cara de idiota, nunca será posible que un Beta se convierta en Omega, nunca, jamás, nunca ha pasado y jamás pasará, es imposible, es totalmente improbable, nadie nunca lo ha logrado y nadie nunca lo logrará. Es idiota creér en esas cosas, gasta tanto dinero en esa estupidez como si realmente fueran a hacerme algo, si eso fuera posible estoy seguro que Ellen hace años se hubiera vuelto Beta, me ha contado como le va siendo Omega dominante, pobresito, su vida es tan estresante y difícil, no puedo ni imaginarme yo así.
Salí del baño por el hambre que tenía y acepté tomarme esa cosa, total, no hará nada, me sirvió una hamburguesa de un cuarto de libra y un helado de vainilla con cubierta de chocolate, esa cosa de seguro eran vitaminas, me dan un chingo de hambre. Michael siempre está por ahí liberando hormonas alfa que no puedo detectar pero Ellen las ha llegado a sentir aún cuando él no ha estado durante horas en la casa, eso debe de ser bastante asqueroso, debe de oler a muerte y sangre de sus víctimas.
Él se fué y yo quedé solo, miré la televisión, en algunos canales había porno, porno de Omegas y Alfas, algunas veces en las madrugadas aparecían cosas bizarras y ridículas, siempre dicen que detectan su aroma y todas esas mamadas, yo jamás he sentido ese olor... ¿Qué aroma tendrá Ellen?, Es tan lindo, debe tener un aroma dulce como pastel o tal vez fresas, fresas con chocolate, ese encajaría totalmente con su carita.
Dejé de ver la tele y entré al cuarto, había un aroma fuerte y bastante bueno, olía a algo cálido, no sé que olor sea pero es masculino, bastante masculino, olía a... ¿A piel?, No, no sé describirlo, olía cálido, como si alguien hubeira estado abrazándote por mucho tiempo, era extraño, no me gustaba, volví a la sala y puse un canal porno, saqué mi amiguito y jugué, no tengo nada mejor que hacer.
La hora de su llegará dió en el reloj, escuché la puerta abrirse y salí de la habitación a ver si me traía algo, entró por la puerta y me enseñó un libro de colorear y crayones, de un momento a otro su miraba cambió, pude sentir de nuevo el aroma que estaba en la habitación, ¿Qué colonia se hecha?, Es extraña.

-¿Cambiaste de perfume?, Huele raro- su mirada era rígida y penetrante, lo miré a los ojos y él sonrió.

- Alejandro... ¿Qué hiciste hoy?- Su risa daba miedo, es horrible.

- Miré televisión, me bañé, dormí, no hay nada más que pueda hacer aquí- ¿Qué quiere que le responda?, ¿Qué fuí al cine?

- No, claro que eso no es lo único que puedes hacer, Alejandro, hueles a pan, no, no es pan, es chocolate, espera, es vainilla, Alejandro, hules delicioso, pero es obvio que no cocinaste, Alejandro, ¿Te gusta mi aroma? - ¿Qué habla este pendejo?

- Hueles raro, ¿Qué te echaste?, parece aromatizante de carro- a decir verdad si parecía aromatizante de auto, hule extraño.

- No Alejandro, no llevo nada en cima, ¿Qué hueles?, ¿Huelo demasiado?, ¿Te ahoga el aroma? - Huele muy fuerte, Dios que se puso encima, que asco, ya apestó toda la sala, toda la casa olía a eso y yo me comencé a sentir mal, ese aroma me empalagó, parecía que no se quitaría nunca. Sin cenar me fuí a mi habitación, creo que vomitaría por ese aroma sí comía algo.

Toda la semana el aroma estuvo por toda la casa, parecía que cada vez se hacía más fuerte, un día cuando Michael se fué Ellen llegó a la casa.

- Su pinche madre a la verga, ¿Cuánto tiempo lleva Michael en celo?, Toda la casa huele a sus feromonas, haber, me voy a tomar otro supresor por qué sí no - soy un Beta, nunca he olido ningún tipo de feromonas, estoy seguro que las de Ellen deben de ser exquisita, huele a pastel de fresa, no, huele a fresas con crema, espera, huele a ambos, huele tan delicioso, quiero morderlo, su aroma es tan fuerte como el de Michael, pero el de él es mil veces mejor.