capitulo 1

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:- NIÑOS, VENGAN A COMER.

Corrí con mi hermana a almorzar, entré a la casa y me senté en la silla del medio, Andrea corrió y se sentó a mi lado, en la mesa un pastel a medio comer señalaba nuestra edad con dos números derretidos, un uno azul y un cero rosado.
Mamá nos sirvió mole en platos separados y se sentó a comer con papá, la comida estaba deliciosa, cuando acabamos de comer un último regalo sorpresa nos levantó el ánimo, papá sacó una enorme caja y de ella sacó unos peluches iguales, unos pandas, uno con vestido y otro con una camisa azul, los abrazamos muy fuerte y le dimos las gracias, algo tan pequeño nos podía hacer muy feliz, la vida era fácil, libre, buena, sin saberlo estaba viviendo los mejores años de mi vida, los últimos años de mi vida.

...

Yo saltaba en cima de él, su pene entraba y salía de mi, tenía mucho miedo, miedo a una enorme navaja que estaba en la mesita de noche, el jugaba con ella mientras gemía. -Sigue saltando puta- Le obedecí, salte más duro encima de él, sentía como estaba por tocar ese maldito punto dulce, intenté parar un poco, ya me había humillado lo suficiente pero él soltó la navaja y empujó mi tracero a su pene,  me forzó a aumentar la velocidad, perdí el equilibrio y caí en su pecho, el aprovecho y me dijo cosas asquerosas al oído. -Te gusta saltar en mi verga ¿no es así?, ¿Te gusta que te cojan puta?, ¿Te gustan que te rompan tu culito por dinero?, ¿te gustaría que papi se venga en ti? ¿Eh?.- Él aceleró el ritmo, tocaba mi puntito especial, era muy violento a la hora del sexo, desde que me trajo aquí cambió mucho. Los primeros días yo fuí rebelde, intenté escaparme, pero a la semana de esto me golpeó, aún lo recuerdo...

" ¿Por qué te estás portando tan mal?- ¿Qué!-, -¡¿Por qué eres tan hijo de perra?!-. Un golpe me tiró al suelo, intenté librarme pero él me volvió a golpear, su enorme tamaño no me permitió defenderme o escapar, me golpeó toda la cara, me golpeó mi pecho, me golpeó mi abdomen. En un momento quedé inconsciente. Desperté en una cama acolchada, Michael estaba a mi lado dormido, el miedo me invadió, intenté moverme pero un enorme dolor me hizo gritar. Michael despertó y me calmó. -Tranquilo, tienes los músculos un poco inflamados, estarás bien, te desmayaste por horas, no te golpeé tan fuerte como para hacer eso-. - P-por favor, no me hagas daño, te lo suplico- Michael suspiró y me acarició la cabeza, se veía calmado, ya no estaba tan molesto. -Escucha, te has portado muy mal estos días, exploté, lo siento, pero tengo que castigarte, ya no sabrás que fecha es ni que día es, eso te dará una lección-"

No entendí por qué ese castigo hasta hace poco cuando perdí la cuenta de que día era o cuánto tiempo e estado aquí, traté de recordar los días que e estado aquí metido pero no podía, no tenía ningún árbol o algo de lo que tenía en México para hacerme una idea de que fecha era, era horrible.
Quisiera que Michael fuera más piadoso conmigo solo me coge duro y  no sé detiene nunca antes de acabar, -Por favor ve más lento- ,.-Callate, deberías de verte ahora, te ves adorable - Él me bajó de él y me separó de piernas, se levantó de pie y me penetró otra vez, sentía como entraba y salía de mí, mis piernas perdieron su fuerza y me dejé llevar, él era más fuerte que yo, siempre lo a sido, si algún día yo pudiera por lo menos tener un poco de su fuerza lo humillaría como me humilla a mi, lo atacaría y lo haría suplicar piedad, algún día, algún día.

La mañana llegó, abrí los ojos y él no estaba a mi lado, estaba en el trabajo, encendí el televisor y valla sorpresa, estaban entrevistandolo, estaban preguntándole cómo era yo, como me había conocido y lo que pensaba al respecto de mi desaparición, jaja si supieran quien era él realmente, si supieran todo lo que yo sé de él, si supieran que es un Sádico que a matado a tantos, un bipolar obsesivo, un inseguro maniático con tendencias homicidas. Todo sobre su vida privada y pública yo me lo sé, deberían entrevistarme a mí sobre él, les aseguro que yo podría darles más información que la que él puede dar sobre él mismo... ¿Que chingados está haciendo esa puta?.
La reportera se le acercó, pude ver claramente que acomodó su escote, él como baboso la veía, pronto comenzaron a hablar de asuntos personales, y la famosa y terca preguntita salió a la luz.

El ático. Yaoi Hard SadomasoquistaWhere stories live. Discover now