capitulo 48

667 38 18
                                    

Era como un perro moviendo la cola para él, esperaba su respuesta con impaciencia pero a la vez no podía detener mis movimientos, esto se sentía extremadamente bien, era casi irreal, como estar en el cielo.
Gemí su nombre hasta que mi voz se puso ronca, mi cuerpo dolía y estaba extremadamente cansado, él seguía con energía, gemía efusivamente, se veía que lo disfrutaba, no le aguantaba el ritmo pero no quería dejarlo insatisfecho. Quiero ser su juguete sexual y que cumpla sus fantasías conmigo, que me tomé y me haga lo que quiera, me abriría de piernas solo para él, me arrodillaría ante él y me pondría en cuatro para él.

Intenté cambiar, realmente lo intenté, en infinitas ocasiones lo intenté, pero él siempre me regresa dónde mismo, cuando por fin creo ver la luz me arrastra hasta el mismo obscuro lugar, hace lo que quiere y luego se queja de las consecuencias, ni siquiera piensa en mi. Yo también tengo la culpa, él me llama y como un perrito corro a él, su respuesta siempre es la misma, rechazarme y repudiarme. Sé que mis muñones le dan asco, yo mismo me doy asco, pero quiero ser la mejor persona para él, quiero dejar de ser asqueroso, quiero que me vea como yo lo veo a él, él es la cosa más perfecta y hermosa que existe, no me puede culpar por amarlo.

- Michael, Michael sigue, no paren sigue- él se veía un poco desorientado pero contento.

Estaba tan feliz de verlo así, nunca antes me sonrió, solo me miraba con asco y enojo, pero parece que ahora es diferente, ahora es distinto, espero que esto pueda ser así por siempre, me siento tan feliz así.

De un momento a otro Alejandro se puso encima mío, con fuerza me puso boca abajo, mi pierna de prótesis se salió, intenté tomarla pero él me inmovilizó, me quedé quieto con miedo a que hiciera algo para dañarme, aunque de cierta forma, lo dejaría vengarse un poco de mi, se lo merece, con todo lo que le he hecho, me he ganado un castigo. Dejaría que me golpeara, que me cortara y torturara, de hecho cooperaría con él, le ayudaría a encontrar las zonas más sensibles de mi cuerpo, cumpliría con sus órdenes y trataría de ser lo más atento a sus peticiones. Sí él lo pidiera, cortaría mi propia carne y la cocinaría para él, aunque yo solo fuera un troso de filete en su mesa estaría absolutamente feliz de poder ser algo para él. Quiero que me tomé y me usé a su placer, si quiere abusar de mi que lo haga, si quiere solo usarme está en su derecho, si quiere incluso venderme... Pues, no sería feliz... Yo quiero que mi cuerpo sea solo suyo, tengo tanto que darle, tanto que ofrecerle, solo quiero que él lo tome, solo quiero que él me acepte.

Dejé de forcejear y con nervios esperé a lo que él me haría, sentí sus manos recorrer mi cuerpo y masajear mis glúteos, sabía lo que venía y moría por qué pasara, mi cuerpo se puso sencible y todos mis sentidos se agudizaron, Dios, creo que está a punto de hacerlo, siento que voy a morir, por favor, que no se arrepienta.

- Ya valiste verga pinche puta hija de la chingada- sus palabras sucias hicieron que me emocionará aún más, estaba tan exitado.

Sentí como entraba en mi sin siquiera prepararme, dolía pero no quería que se detuviera, si me rompe, aún mejor, las heridas y golpes que me deja son pequeños recuerdos que quedan en mi piel, como los besos que yo le doy pero de una manera distinta. Aunque si fueran besos yo sería tan feliz.

Lo tenía por completo dentro de mi, mi cuerpo lo abrazaba y reclamaba aún más contacto, quería ver su cara, quería saber si disfrutaba de mi, sí por lo menos podía hacerlo sentir placer.
Estábamos en medio de la acción cuando su voz me sacó de mi trance y me rompió el corazón, quisiera poder cumplir con todo lo que le gusta, quisiera ser su hombre ideal.

- Ellen, estás bien apretado - Casi se me salen lágrimas pero no le haría un drama, Ellen no está aquí, ¿Qué está pensando?.

Me quedé quieto y en shock recibiendo lo que me daba, él gemía y tratando de no escuchar sus palabras yo también lo hacía, era la mejor sensación que he tenido en mucho tiempo.
Él es cruel, es sádico, sabe lo que me hace, sabe lo que provoca en mi y saca provecho de ello, yo jamás, ¡Jamás!, Podré salir adelante si esto continua así, estoy feliz así pero él... Él no lo está. Provoca todas estas sensaciones en mi y luego se va, se va y me deja vacío, parece disfrutar de eso, parece disfrutar de tenerme detrás rondando y suplicando por un poco de afecto. Si él en verdad me quisiera lejos me ignoraría y no aceptaría mis propuestas, es más, ni siquiera voltearía a verme.
Sé que me estoy undiendo en todo esto pero no puedo hacer más, cuando por fin voy a salir a flote él me regresa, pone peso en mis piernas y luego se va mientras me deja ahogarme en lo profundo. Dios, él es tan cruel, si me tuviera por lo menos lástima esto sería diferente.
Por favor Alejandro, apiadate de mi, ten lastima por este hombre y deja de jugar conmigo.

El ático. Yaoi Hard SadomasoquistaWhere stories live. Discover now