capitulo 58

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Discutí brevemente con Alejandro, podía oir su duda en cada una de las frases que decía, comenzó a cuestionar cada pequeño detalle, me estaba hartando de escucharlo, sí me encontraba feliz de tenerlo en mi casa pero el hecho de que solo se concentre en lo malo era desgastante.

—Bien, entonces no vayas, mi hijo y yo nos iremos pronto, si te decides nos alcanzas, ¡pero con tú dinero!, ya tengo los boletos de todas formas, no hay forma de que nos sentemos juntos.

Enfadado decidí presionarlo para que aceptara, no le dejaría tiempo de pensar, mientras los días pasen o incluso las horas, cada vez será más difícil para él ver al niño, si es eso lo que el quiere yo seré la única forma en que podrá conseguirlo.

—Bien, entonces yo los alcanzaré luego, tengo dinero ahorrado, suficiente para ir a buscarlos, pero primero voy a pensarlo.

Casi me ahogaba con mi saliva al oírlo decir eso, no le creo nada eso de que tenga dinero, con tan solo mirarlo sé que se está muriendo de hambre, es como un perrito sin dueño, necesita quien lo mime, yo puedo hacer eso, solo es necesario que alguien le ponga un bozal a esa boca tan suelta.

—Bien, entonces me dices que harás y yo te recibiré en estados unidos, aunque claro, no sé si te dejen pasar sin papeles.

En cuanto dije eso su cara cambió, había caído en cuenta de su error y parecía no encontrar soluciones rápidas, yo puedo hacerlo pasar, tengo contactos, pero él no tiene nada, ni siquiera dónde caer muerto.

—Sí... Yo veré qué hago.

Probablemente quiera cruzar por la frontera como inmigrante, escondiéndose como rata, como todos sus familiares que estás en el otro lado. Me sorprende lo idiota que puede ser en ocasiones.
Él se fué y molesto comencé a planear mi partida, ese hijo de puta jamás se va a librar de mí, me aseguraré de torturarlo hasta que me aburra de él o algo ocurra.

Tomada la decisión ignoré el llanto de mi hijo y las consecuencias que esto tendría, tomé el camino planeado y llegué a mi destino, por desgracia mi enojo no duró para siempre, en las lejanías aún lo extrañaba, no tenerlo al frente me hacía ser más consiente de mis acciones, conseguí una cita con un modelo masculino de revista, los jóvenes son muy impresionables, no saben casi nada de la vida, es fácil hacerlos caer por mí, soy la mejor persona que jamás han conocido en la vida, es divertido salir con ellos pero a veces me preocupan los romances cortos y repentinos, tarde o temprano mi pasado sale a la luz y terminan huyendo, no quiero estar solo para siempre, tengo miedo.
Era las 6 de la mañana y estaba a punto de entrar a bañarme para ir al trabajo cuando mi teléfono sonó, contesté sin ánimos pero la voz al otro lado me hizo despertar por completo.

  —Michael, oye, sé que no he hablado en varios días pero, me preocupa un poco Alejandro, no he sabido nada de él en algún tiempo, claro, más allá de los mensajes que le mando y así, y, de tí, ¿que hay de tí?, Te fuiste demaciado rápido, no sé bien qué te está sucediendo, me tienes un poco preocupado.

—Así que ahora sí te preocupas por mí.

Un silencio incómodo inundó la llamada, Alejandro no estaba feliz al parecer, no le gustó lo que le dije, estaba incómodo, y eso lo entiendo, acabo de dejar caer una enorme bomba en la plática, pero esto es su culpa, me llama a mí después de haber rechazado venirse con nosotros, es un sin vergüenza.

  —Claro que sí. Eres el padre de mi sobrino, después de que te fuiste tan de la nada no puedo estar tranquilo, tu tienes al niño.

Me detuve un momento a pensar en qué decir,  esa declaración fué repentina he inesperada, pero tengo una idea.

  —Bueno, tenía muchos asuntos pendientes aquí, pero ese no es el punto, he tenido que llamar a niñeras para que lo cuiden sé que él ya es mayor pero no puedo estar tranquilo dejándolo solo.

El ático. Yaoi Hard SadomasoquistaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang