capitulo 8

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Desperté en una cama suave y calientita, las suaves sábanas me acurrucaban, un latido me arrullaban y unos brazos me protegían, parecía un nuevo día pero la persona a mi lado me hacía pensar que no. Él seguía aquí, eso quería decir que aún era de madrugada por lo que no había ido a trabajar pero yo no tenía sueño lo que significa que es de día. me levanté confundido y traté de no despertarlo, salí de la cama y me dirigí al ático, bajé la escalera y subí a asomarme por la única ventana que teníamos. Efectivamente, las calles casi no tenían nieve, el sol estaba arriba iluminando todo, miré gente pasar por las calles que solamente una vez en todo este tiempo he recorrido, bajé nuevamente y pasé por la cocina, me serví un vaso de agua y luego me fui a bañar. Salí de la ducha y me di cuenta que a Michael ya se había levantado, estaba luchando contra el sueño parado en el corredor, le di los buenos días y me aparte de su camino para que pudiera ir al baño, entró en el y yo entré a la habitación por ropa. Escogí la ropa de chico menos femenina que tenía, una blusa de manga larga a cuadros (sí, era una blusa), un short de mezclilla y un pequeño boxer rosado, no me miraba tan mal en el espejo, parecía solamente un chico con un gusto un poco extraño pero la blusa precio una camisa. Salí y Michael me abrazó por la espalda, él estaba aún mojado por el agua, me fastidió bastante sentir como mi ropa se empapaba de aguas herbales, lo empuje con mi mano y traté de no sonar molesto porque sabía que él iba a reaccionar de una manera muy infantil y eso iba a fastidiarme aún más. - Por favor no hagas eso, me estás mojando-, - Me gusta hacer que te mojes-, - Idiota no me refería a eso-, -¿Desde cuando me hablas así, hum?, Creí que ya te había enseñado a tratarme con respeto-, - Pues perdón, pero deja de hacer eso -, - ¿Hacer qué? -, -¡MOJARME!, Llegas empapado y me abrazas por la espalda, me estás mojando pendejo -, - ¡AHORA ME ESTÁS INSULTANDO, ¿QUIÉN TE VOLVIÓ TAN REBELDE?, APENAS AYER ME TRATABAS CON AMABILIDAD, ¿QUÉ MIERDA PASA CONTIGO?!-. Él tomó mi mano y la apretó, me estaba lastimando, traté de soltarme pero él sólo me apretó aún más, hice un movimiento rápido y el agua logró hacer que mi mano se le resbalara, él se miraba muy molesto, levantó un puño, se miró que lo apretó con fuerza, creí que me golpearía pero soltó un golpe a la pared, me miró nuevamente y entró enfadado el cuarto. Estaba un poco asustado honestamente, fuí a la cocina y busque algo de desayunar, encontré mucha comida pero no tenía ganas de cocinar, busqué cereal y leche, estaba molesto con él, no quería nada que ver con él ahora, haría mis cosas yo y él que hiciera las suyas. Él salió del cuarto y se dirigió a la cocina, se sentó en la mesa escuché como soltó un suspiro, lo ignoré mientras estaba ahí incluso cuando me llamó, me serví cereal y me fuí a la sala pero cuando estába por llegar el mé tomó del brazo nuevamente, mi piel se erizó esperando que de nuevo me apretara pero no lo hizo, me tomó suavemente y besó mi mano, refunfuñé al tenerlo cerca pero él me abrazó de nuevo por la espalda, - Perdón, fuí muy brusco, no medí mi fuerza, no te he dicho que quiero hacer hoy. Por favor escúchame, sé que tal vez no te acuerdes, pero... ¿Sabes qué día es hoy?-, -  ¿Recuerdas que me quitaste el derecho de saber la fecha o el día?-, - Oh, cierto, lo lamento no lo recordaba, buenos, pues hoy es mi cumpleaños, solamente espero sepas que los cumpleaños se pasan en familia, así quiero que tú y yo tengamos una cita -, - ¿me vas a sacar de aquí?-, -
Saldremos a pasear, hay muchos lugares que no hemos visitado, Me gustaría llevarte además al final te tengo una sorpresa-, - No lo sé, nunca me dijiste cuando cumples años además, llevamos alrededor de 2 años y hasta ahorita me dices cumples años, ¿ Naciste en año bisiesto o algo? Si es así Sí quieres te explico cómo funciona eso -, - No mi amor, sólo que quería que nos concentraramos en ti, siempre quise que el centro de la casa fuera tú, pero si gustas podemos no celebrar mi cumpleaños y cuando sea el tuyo me das un regalo, lo que tú escojas para mí estará bien -, - está bien, hay que salir, pero, no tengo dinero para comprarte un regalo, todo lo que tengo me lo diste tú, No sé lo que quieras ¿Una carta, un dibujo, una canción?-, - luego te dieron lo qué quiero mi amor-. Él me soltó y me fui a sentar a la mesa, él igual que yo sé sirvió cereal con leche y desayunamos juntos, cuando terminamos dejé los platos en lavadero y fui a buscar ropa para salir, no encontré ropa con lo que me sentiría cómodo en el afuera así que le pedí prestado, me llevó al sótano, de tan sólo oír el nombre me daba miedo, esas cuatro paredes bajo tierra me hacían tener pánico, a pesar de que estaba llena de muebles, fotos mías y un escritorio lleno de papeles sentía que era un cuarto vacío con una silla en medio con una luz tenue que apuntaba hacia mí, los recuerdos me invadieron. Sentía dolor en mis manos y mi espalda y me paralice, -¿Mi amor estas... -, -¡ALÉJATE, NO ME TOQUES!-, - Mi amor cálmate tranquilo, ven chiquito creo que será mejor que esperes arriba-. Él me sacó de ahí, sentía mi corazón acelerado, me senté en una esquina y esperé a que él saliera, de pensar que él estaba ahí abajo me ponía nervioso también, rápido salió y me dio una pequeña chaqueta y unos pantalones, me puse la chaqueta sobre la blusa que ya tenía y me puse los pantalones en vez del short, y miré en el espejo, parecía una lesbiana. Me reí un poco al respecto, Michael de nuevo y sacó sus brochas y su maquillaje, ya no quería eso, no quiero tener polvo y crema en la cara, era incómodo. El pareció ver mi incomodidad, dejó las brochas a un lado y alzó la vista - ¿Quieres que te maquille o preferirías ir natural?-, - creo que sin maquillaje estoy bien, además no es como Sí mucha gente aquí supiera que estoy desaparecido o por lo menos vivo -, -bueno, tienes razón- el dejó sus brochas y su maquillaje, me volteé a verlo traía una camisa Calvin Klein azul marino qué le apretaba un poco, un pantalón de mezclilla negro y una chaqueta de cuero, me pareció muy injusto que el vistiera tan masculino y yo tan entre masculino y femenino, ha mi parecer era patético, - ¿Puedes darme otra ropa?, No me gusta estas-, - oh, Claro pero... Creo que mis camisas te quedaría un poco grandes, es que tú eres más pequeño-, - no importa, solo dame algo- él fué de regreso al sótano, me quedé parado en la habitación pero por la incomodidad mejor fui a asomarme, ese lugar me da un poco de miedo pero sí le pasa algo él estaré solo aquí, aunque vamos no es como sí pudiera hacer mucho en caso de una emergencia, no puedo ni siquiera llamar a emergencia. Él salió con un suéter blanco, me quedaría un poco grande, de eso estaba seguro, me puse el suéter y nos preparamos para salir, él tomó su cartera y yo solo me arreglé un poco el cabello, me sacó de la casa y no puedo explicar la enorme alegría que me dió pisar la acera, el aire frío me daba una enorme sensación de libertad, corrí hasta el auto aparcado en la carretera. Me subí y rápidamente me abroché el cinturón, quería ir rápido a donde sea que fuéramos a visitar, fuimos directo al centro de la ciudad, nos sentamos en una banca y discutimos donde debíamos ir primero, - bueno mi amor, no comiste mucho ni yo tampoco deberíamos buscar un lugar donde almorzar, ¿Dónde te gustaría?, Por aquí cerca hay unos buenos  restaurantes, también me parece haber visto un buffet - , yo ya tenía en mente a dónde quería ir así que sólo se lo dije. - De todos los lugares que había escogiste... ¿ Un McDonald's?- a pesar de que mi decisión era simple, era lo que a mí me apetecía, tanto tiempo encerrado una casa comiendo solamente pastas y cereales era muy artante y estresante. Aún tengo el recuerdo de cuando me alejé de este lunático por primera vez, recuerdo que mi primera comida al salir de aquí fue una hamburguesa de un McDonald's con mi familia, aún recuerdo a Andrea texteando en su celular y mi mamá sorprendida porque mis gustos cambiaron tan radicalmente, aún tengo un poco de miedo de lo que pueda tener esta comida, comer tantas cosas de una calidad un poco más elevada a cambiado mi organismo, vaya quién diría que el estar encerrado también me había afectado en ese ámbito. Nos formamos para ordenar la comida, Michael no paraba de mirar a los alrededores, la gente a veces lo volteaba a ver por lo raro que se comportaba, parecía un animal enjaulado, se movía nerviosamente y sus manos estaban sudando. - Espera aquí mi amor, voy al baño no me siento muy bien- Él se fué y me dejó parado solo a pocas personas de ordenar, yo no sabía hablar algo que no fuera español o un poco de inglés, esto se pondrá feo. Llegó mi turno y él no volvía, ni siquiera escuché las palabras que me dijo el cajero sólo estaba concentrado que decían los letreros que yo no podía leer, agaché la mirada con pena, no sabía qué hacer, sí me retiraba tal vez él se enojaría conmigo, estaba atrapado - Mierda, no sé ni qué chingados estás diciendo wey, haber espérame tantito - reí para mí mismo al haber hablado tal estupidez como si él pudiera entenderme. -¿Eres mexicano wey?-, una voz me sacó de mis pensamientos miré a el cajero y éste estaba riendo, No podía hablar, estaba paralizado - Si, tú eres...-, - a huevo, ¿de dónde eres wey?-  lo miré y de inmediato sonreí, Por fin alguien más con quien hablar. - Soy de Guerrero, de un pueblito pegado a una ciudad llamada Tecpan, para que te ubiques mejor estamos cerca de Acapulco-, - Me alegro wey, soy de Chihuahua de la mera capital, tienes suerte de que te he encontrado aquí, hubieras comido pura verga sí no, ¿Qué te gustaría pedir?-, me reí haciendo un chiste de humor negro hacia mí mismo, verga era lo que comería en realidad, mierda el encierro me está dejando un poco tarado, aunque... Tal vez le pueda pedir ayuda... Si le hablo de que me pasó y lo busco en Youtube me podrá ayudar, ¡SI!, No miro a Michael por aquí cerca, - Oye... Yo- Sentí como unos brazos me tomaron por detrás, el chico puso una cara un poco sorprendida, miré a mi lado y miré a Michael mirándolo de una manera horrible, tragué saliva y ordené  -Dame un Mctrio, sabes qué mejor dáme dos, de refresco uno con Coca cola y el otro jugo de naranja -. Se alejó un poco y me entregó unos papelitos con nuestro número, rápidamente retiró la vista y continuó con la persona de atrás. - ¿Porque le estás pidiendo un trío?, No quisiste hacerlo cuando te lo ofrecí-, - Eran Mctrios, es lo que vamos a comer, deja de mal pensar pedazo de idiota -, milagrosamente Michael no contestó pero no retiraba los ojos de aquel chico que se miraba notablemente incómodo. Nos tocó nuestro turno, nos dieron nuestras órdenes y nos fuimos a sentar, Michael continuaba nervioso mirando a todos lados, no aguanté más y le pregunté - ¿ Qué te pasa? Llevas todo el día nervioso y acelerado, ¿Hay algo que deba saber?-, - No no es nada, sólo es que... hum. Tú... Tú me amas, ¿Cierto?-, - ¿A qué viene eso?, Ya dime qué está pasando-, -Alejandro yo, es difícil de explicar, mira, ahhh, no puedo explicartelo, No ahora, dime, ¿qué es lo que tú buscas en una pareja?-, - Pues, es difícil, busco comprensión y amor, busco que me deje ser yo, que no me tenga con ataduras o condiciones, sólo una pareja normal estaría bien para mí.-, el desvió la mirada, agachó su cabeza y escuché como me susurro "te amo", tenía una idea en la mente, es su cumple años después de todo, ocupo un celular y él me lo comprará, además no le puedo comprar un regalo, aunque vamos él no se lo merece. Agaché mi cabeza igual que él, era vergonzoso - y yo a tí- él tomó mi mano, sentí como la apretó sin decir palabras continuamos comiendo. Después de eso fuimos a un arcade a jugar algunos videojuegos, luego a un acuario, ese lugar azul lleno de peces, me recordó el color favorito de Ellen, azul marino, Ellen tenía muchas cosas de ese color, su chaqueta en la que escondió alcohol la otra vez, su camisa que trajo la última vez que nos vimos, incluso me pareció haber visto que su protector de celular era azul marino, en los lugares más inesperados él se me venía a la mente. Nos detuvimos en el área de mantarrayas, Michael parecía muy feliz con ellas, pudimos observar y tocar algunas mantarrayas bebé, luego observamos las tortugas, reímos juntos en el lugar pensando en que todas las tortugas creerían que la nuestra sobrevivió algún ataque cuando en realidad lo atropelló este torpe con la camioneta. En la tienda de recuerdos compramos un pequeño llavero de tiburón y de inmediato se me vino a la mente una canción que había oído en internet - Papi ¿Qué tú quieres?, Aquí llegó tu tiburón, yo quiero perrear y fumar un bloum eh eh -, - jajaja pendejo, por eso nunca te tomo en serio - continuamos con el recorrido, visitamos un cine y luego fuimos por último a un parque, la noche era demasiado oscura y hacía frío, miré como poco a poco caía nieve del cielo, corrimos a refugiarnos, estábamos lejos de la casa y era de noche, tardaríamos un poco en regresar, Michael no parecía tan alarmado, tomó mi mano y caminamos entre varios edificios, miré a lo lejos una gran línea lujosa de probablemente hoteles, él me llevó hasta ahí y habló en un idioma que no entendía, nunca supe hablar francés. El me llevó por un pasillo, las puertas de las habitaciones eran lujosas y bonitas, las paredes parecían aterciopeladas de color blanco, no entendía muy bien lo que pasaba hasta que entramos en una de las habitaciones, una cama elegante estaba en medio, ese no es el problema el problema era lo que estaba a su alrededor, tenía diferentes aparatos extraños y una caja totalmente sellada con plástico transparente, él entró y se notaba muy feliz, me miró a los ojos y habló, - ¿Recuerdas que te dije que quería un regalo de ti?, Pues, este es el regalo, quiero que esta vez no intentes huir, sabes, me gustaría que me montes, entiendo que debe de ser un poco vergonzoso pero vamos, sé que puedes hacerlo -. Ciertamente me daba mucha pena, tenía suficiente con que él me tocará en la noches, tardé un rato en convencerme, aunque no lo hiciera estoy casi seguro que él me atacaría, no hay mucho chiste en resistirse, él me besó y con sus manos comenzó a recorrer mi cuerpo, entre respiraciones agitadas y besos nos desnudamos, él me dejó en la cama y abrió aquella caja sellada, quitó una película de celofan y sacó de su interior vibradores, dildos y más cosas, estaba un poco asustado pero estoy casi seguro que en la casa cuando me venda los ojos los utiliza en mi. Él parecía mas ansioso que de costumbre, me echó un líquido extraño en el pene y luego en mi entrada, sentí  como metió sus dedos en mí, lo miré a los ojos, se veía felíz, dejé que continuara, me tapó los ojos y colocó un trapo en ellos, no podía ver nada, me colocó una mordaza y amarró mis manos, estaba un poco desconcertado pero ya estaba acostumbrado a sus juegos extraños. Me separó las piernas y se subió a la cama, sentí como talló su pene entre mis glúteos, entró en mí de una estocada, sentí como mordió mi cuello, él apretaba mi cuerpo tan  desesperadamente, sentía su calor subir con el movimiento, me susurraba cosas en mi oído, sus uñas se encajaban en mí, él se sentía tan ansioso, era en cierta manera adorable. Me dió la vuelta y me hizo terminar encima suyo, me hizo botar en su entrepierna, apretó mi tracero y luego me bajó de él rápidamente, - Te amo mi amor, en serio te amo... mgh, por favor perdóname ahhh, perdón por lo que haré-. Escuché un ruido metálico, él me empujó y me dejó tirado en la cama, él no salía de mi, sentí un pequeño toque frío que después se volvió cálido y al último convirtió en un dolor punzante, traté de gritar pero no pude, la mordaza no me lo permitía, traté de zafarme pero no conseguí nada, él dolor recorría mi espalda, sentía como escurría la sangre en mi espalda, intenté moverme pero no pude, intenté de todo pero no pude hacer nada, mis piernas no me servían de nada cuando él estaba aferrado a ellas. Cuando él terminó mi tortura me desató y quitó la venda de mis ojos, estaba tan molesto y asustado, lo aventé y corrí a un espejo, miré mi espalda, no podía ver bien pero ya sabía lo que tenía en mi espalda, "Michael", el maldito había grabado su nombre en mi espalda, eso sería una marca permanente y humillante, cualquiera que me viera desnudo miraría la cicatriz de su nombre, mierda, no podré sacarme la camisa frente a Ellen, sería humillante que él lo viera. - Mi amor, ¿Cómo estás?-, -¡¿COMO CREES PENDEJO?, MIRA ESTOY SANGRANDO!-, - Lo siento, eso era lo que quería de regalo, pero... Oye, ¿Te acuerdas que querías un nuevo celular?-, - mmm, ¿si?-, - Cerca de aquí hay una tienda de tecnología, ¿Te parecería bien que fuéramos a ver los modelos que tienen?, Venden muchas cosas, estoy seguro que te gustarán algunas más- él se había vuelto más amable, era más indefenso y suave, eso me asusta, hace mucho tiempo no lo veo así, ¿Qué está planeando?. - Mi amor, acuéstate en la cama, voy por alcohol para poder curar tu heridas, volveré pronto, por favor quédate aquí, ¿Okey?-, - Okey, apúrate -, - Si mi amor, no salgas, ¿Okey?, Voy a estar cerca, si sales estoy totalmente seguro que te miraré y creeme, no querrás que te castigue -, - Si, si ya a la chingada, ya vete qué me duele -. Él se fué, aunque intentara escapar me dolía moverme y estaba sangrando mucho, no sabía que mierda había hecho con esa navaja antes, tenía que desinfectar y curar mi espalda, me metí a la ducha, mi cuerpo olía a sudor y semen, me metí a la tina, por la sorpresa del dolor no me había corrido, él dolor de mi espalda era incómodo, no podía recargarme en la tina, me tayé con cuidado, traté de quitarme todo lo que él me había pegado al cuerpo, la sangre seca tiñó el agua de rojo, parecían las sales con las que me baño en el departamento, estoy casi seguro que si Ellen estuviera aquí él me hubiera ayudado a limpiarme, él hubiera tratado de evitar que él me cortara, él es bueno, es la persona más cuerda que conozco, ¿Cómo le estará llendo?. Terminé de bañarme y salí de la tina, no había notado que no tenía otra ropa mas que la que había traído, esto era horrible. Salí en bata a la cama, él llegó justo a tiempo, se acercó con cuidado a mí y cuidadosamente retiró la bata, dejó mi espalda desnuda y herida al aire, tomó el alcohol y lo echó poco a poco en mi, el ardor era horrible, cuando todo terminó mi espalda dolía más que antes, no estaba seguro de poder dormir, él me tapó, se acurrucó cuidadosamente a mi lado y me abrazó del cuello, antes de quedarce dormido escuché como me susurró un "te amo", está vez estaba seguro que yo no lo hacía

El ático. Yaoi Hard SadomasoquistaWhere stories live. Discover now