cap 16

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Era temprano, bastante temprano, el agua hervía mientras yo colocaba el café, azúcar y leche en polvo a la tasa de mi bebé, saqué las galletas del horno y metí los rollos de canela, acomodé la mesa y puse un cojín en su silla, apagué la lumbre, tal vez había puesto el agua demasiado pronto. Esperé viendo la televisión en la sala, pasaron 20 minutos y saqué el pan, prendí el agua nuevamente y comencé a arreglar la canasta de galletas y rollitos de canela en la mesa, el agua hirvió, le apagué y la serví en mi tasa, estaba por servir en la de mi amado cuando una idea vino a mi mente, ¿Debía hacerlo?... No lo notaría pero... ¿Sabrá diferente?... No creo, pero él puede que lo note, ¿Y si se levanta y me atrapa?, ¿Y si no?... Tomé una taza y la coloqué en una silla, bajé mi boxer y saqué mi pene, moví mi mano de arriba a abajo pensando en mi amado, hace tres semanas que decidí cambiar, decidí volver a ser como antes, mi cerebro está un poco loco pero sí mi bebé es el que mandé seguramente pueda controlarme más. Si, él sabrá muy bien como tratarme, aunque entre más pasivo me vuelvo más quiere controlar, cada vez es más agresivo, más controlador, me aleja de él, me aleja mucho pero también soy más consentido por él, me parece un precio razonable, él me dá más amor, me da mimos, me deja abrazarlo, tocarlo, besarlo, incluso me deja alargarlo, todo a cambio de mandar, es genial, él es genial. Mi amado, es tan lindo, su cuerpo es pequeño y delgado, sus manos son tan suaves, siempre huele bien, su boca, su boca es hermosa, sus labios son suaves y saben riquísimo, me encantaría besarlo y mórderlo, sus muslos, sus muslos son suaves y gordos, me encanta dormir en ellos, pero lo que tienen en medio es lo que más me gusta, me encanta, cada centímetro de él me encanta. Terminé, me vine dentro de mi taza, sí las cosas salían como lo planeé él no debería notarlo, levanté la taza con el cuidado de no tirar café, llené su taza y la puse en su lugar, puse platos en nuestros lugares y lo llamé a comer, él salió lento y adormilado, se sentó en su lugar, ni siquiera dijo buenos días, no me dió las gracias, él actuaba como sí todo lo que hago fuera mi obligación, es tan arrogante, lo amo, pero me gustaría que fuera menos duro conmigo,- No quiero este café-, - ¿Qué?, Pero lo hice para tí, pruébalo, está rico -, - No, quiero tu taza, no voy a tomar ningún trago de este café -, - Está bien, toma -, le dí mi taza, él le dió un trago y tomó una galleta, perfecto, salió como lo planeé, ayer me atrapó escupiendo en su café, me alegra que haya hecho eso, sí no me hubiera tenido que tragar mi corrida con pan. Miré como bebía con tranquilidad, tomé un rollito de canela y comí junto a él, se miraba tan lindo incluso cuando estaba recién levantado, sus ojos hinchados y carita roja lo hacían ver tan adorable, lo amo, es tan lindo. Acabamos de comer, él se fué a la sala y yo recogí los trastes para lavarlos, escuché como ponía las noticias, él ni siquiera las entiende ¿Para qué las pone?, Acabé de lavar y fuí con él, me senté a su lado en el nuevo sillón, tuvimos que cambiar el otro, apestaba a sangre. Él subió sus pies en mí, se recostó en el sillón y cambió de canal, se detuvo en uno donde estaban meditando, no hablaban, solo había música y sonidos de agua, era aburrido, sentí una patada en mis costillas, volteé a verlo pero entonces me tiró del sillón, intenté pararme pero él puso su pié en mi entrepierna, ¿Qué iba a hacer?. - El café estaba rico hoy, pero era extraño, estaba más espeso de lo normal, sácalo -, - ¿En serio? -, - Te estoy diciendo que lo saques -, - Bueno -,  Saqué mi pene, tenía miedo que me lo aplastará o pateara, pero solo lo rozó con la punta de sus dedos del pié, - Está húmedo, la cabeza aún tiene semen, ni siquiera te lo lavaste -, - Perdón, no me pude resistir -, - Me das asco, limpia mi pié, lo manchaste de semen -, - Voy -. Me intenté parar pero él aplastó mi miembro, eso dolió mucho, lo miré a la cara buscando respuesta y él solo apartó la vista - Lámelo -, - ¿Qué? -, - Límpialo con tu lengua, y apúrate, se siente asqueroso -, agaché mi cabeza, ¿En serio quería que lo hiciera?, besé su pié, lamí la punta de sus dedos, limpié lo que me dijo y volví a besarlo, apartó su pié un poco de mí y luego lo puso en mi frente, - Me das asco, ¿Dónde verga quedó tu fuerza y tú dignidad?, ¿Las mataste junto a las chica? -, - Yo, este, mhg -, - Cállate, quiero comer hamburguesa, pide una de BurguerKing, quiero jugo de granada de tomar y un panquecito de chocolate de postre, y esta vez no te corras en la comida, imbécil -. Se paró del sillón y se fue a su habitación, fuí tras él, no quiero estar solo en la sala, entré después de él y me acosté a su lado, él tenía mi celular para ver videos y jugar videojuegos, me acosté a su lado y lo abracé, él no me correspondió el abrazo, tenía que llamar al restaurante para que trajeran la comida pero no quería separarme de él, ¿Qué debería hacer?

El ático. Yaoi Hard SadomasoquistaWhere stories live. Discover now