cap 29 "Día de muertos"

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Tomé cempasúchiles y comencé a despicarlos, agarré un plato con mole y lo coloque en la ofrenda, hice un pequeño caminito con los cempasúchiles despicados, tomé las calaveritas de azúcar y mordí una, coloque las demás en el altar, retrocedí dos pasos y admire lo que había hecho, un hermoso altar lleno de flores, comidas, dulces, fotos de mis difuntos abuelos, tíos y por supuesto mi mamá. Tenía ganas de llorar pero no podía, a ella no le hubiera gustado verme así, tomé la calaverita que estaba comiendo y fui a la cocina por un vaso de agua, mi papá venía del panteón, le había ido a pintar la tumba a sus sobrinas que habían sido asesinadas por su papá hace ya años, mi abuelita paterna fué a dejarle flores a mi tía que habían secuestrado y asesinado, mi papá fue a dejarle flores a su tío que había muerto en el tara, a su papá que la diabetes lo había matado y por supuesto a su esposa, mi mamá que había muerto esperando a que volviera. Nos sentamos a comer y platicamos, entonces me acordé, tomé el celular de papá y le llamé a Sara Ly, quería que ella estuviera con nosotros, un día de muertos se tiene que pasar con las personas que amas, ella ya era parte de mi familia, ella llegó con un hermoso vestido típico, se sentó a la mesa con nosotros y comió aunque no aguantó el chile de la carne de puerco. Fui a la sala junto con ella y nos sentamos todos al lado del altar, contaban que a las 12:00 los muertos llegaban y nosotros teníamos que estar junto a ellos para acompañarlos, pensar que mi mamá podría estar ahí mirándome aunque yo no pudiera verla me reconfortaba un poco. Recuerdo que ella hacía su altar para su abuelita y yo le ayudaba a poner las cosas, yo entendía el proceso de la vida, pero nunca imaginé estar poniendo un altar para ella, aunque sabía que ella algún día moriría no esperé que fuera tan pronto. En la noche los niños pedirían dulces, yo saldría a comprar más cosas mañana para cambiar la ofrenda a las 12, se supone que cada día a esta hora teníamos que cambiarla para que los próximos en llegar pudieran comer, ¿Sara Ly se disfrasaría?, - Oye, ¿Vas a pedir dulces en la noche?-, - Oh, no, yo no, hayá no sé acostumbra hacer eso, yo también daré, no sé mucho de estas tradiciones pero también quiero participar-, - Eso de los dulces es americano chicos, acá no se debería hacer eso, eso no es de Dios- mi papá otra vez con su propaganda contra Halloween, me parecía una tremenda estupidez e hipocresía, decía que Halloween no era una tradición de Dios pero básicamente el día del santo patrono los hombres se emborrachan, se droga y vomitan en las calles, a mi parecer eso no era muy de Dios. Arreglé los dulces que habíamos comprado para darlos más al rato, tomé un poco de maquillaje que me había quedado después de mí rescate, me dibuje unos pequeños moretones en la cara, un pedazo de tela negra y me la puse de capa y me puse los colmillos falsos, no sé que era pero era un disfraz, no necesitaba tanta lógica, además con las marcas de los golpes que ya tenía con los moretones falsos se disimulaban bien, me evitaría muchas preguntas incómodas por parte de la gente. La noche estaba cayendo, Sara Ly fué a su casa y prometió volver para cenar, escuché el primer toque de puerta, abrí y eran niños pequeños con disfraces sumamente adorables, había unas calabacitas, unas calaveritas, un hombre lobo y una princesa, me acordé cuando yo en mi niñez iba a pedir dulces, yo siempre era o un zombi o un catrin, Andrea era una princesa o una bruja, nunca tuvimos disfraces muy resaltantes, más que nada por la flojera de nuestros padres de ponerle más dinero y empeño a ellos, les dí dulces y esperé a los siguientes, conforme avanzaba la noche llegaban niños de mayores edades, todos se veían adorables, había mucha variedad de disfraces este año, ya no recordaba el lindo ambiente habitual de estos días, miraba mucha gente llevar flores y dulces al panteón, niños corrían y gritaban felices, me dio ternura una pareja de hermanito eran tan adorables, la niña iba vestida de fresita y su hermanito de calabaza, ambos tenían una bolsa de pay, tenía tantas ganas de abrazarlos pero tenía miedo que su mamá malpensara o se asustara, les dí dulces mientras moría de ternura por dentro, entré a la casa y dejé algunos dulces en el altar, me serví un vaso de agua y esperé a que llegara el siguiente grupo de niños, el timbre sonó, tomé el bote con dulces y fui a entregarlos, me topé con un grupo muy pequeño de niños, había una señora que se veía un poco enojada, y un fantasma bastante alto, de seguro era un adolescente qué quería pedir dulces, no me molestaba pero me preguntaba cuántos años tenía, era más alto que yo y que la señora, no podía ver su cara ya que sólo tenía dos agujeros con tela negra en aquella manta blanca que le cubría, comencé a repartir dulces y entonces noté que él no tenía dónde echarlos, tomé una bolsa de plástico y le eché algunos dulces, se la di para que pudiera seguir pidiendo, de dentro de la sabana se estiró una enorme mano robótica, sentí miedo en ese instante pero me petrifique, él tomó la bolsa y me dió las gracias mientras agachaba tímidamente la cabeza, seguí dándole dulces a los niños que quedaban y el fantasma no se movió, se quedó está al frente de los niños y me miraba y miraba dentro de la casa, que adolescente tan extraño, la mujer también se miraba incómoda, cuando tocó irse ella tomó sus hijos y los demás niños fueron tras ella, miré al fantasma a una distancia más o menos larga de la señora, noté algo extraño en su caminar, miré al suelo en sus pies y pude ver una pierna robótica, me sentí culpable en ese instante, de seguro era un niño que había tenido algún accidente o con una deformidad y yo asustandome y llamándolo raro. Entré a la casa algo triste, Ellen jamás llamaría a alguien raro y mucho menos lo jusgaría con sólo verlo, llegaron dos grupos de niños más, miré al fantasma pidiendo dulces en las casas del frente, ya no estaba con el grupo de niños que estaba antes, ahora estaba con uno nuevo, espero no le hagan bullying o algo al pobre, escuché como sonó el teléfono de papá, entré corriendo a contestar, era Sara Ly, se escuchaba agitada y un poco nerviosa. - Oye, ¿qué pasa?-, - Alejandro ten cuidado, me acaban de mandar mensaje y resulta que a Michael hace una semana que le dieron de alta, el desgraciado metió amparo para que no nos dijeran ni se hiciera pública su salida, pero no sólo eso mira, al parecer perdió un brazo y una pierna, también que quedó deforme de la cara. Eso es bueno ya no será tan amenazante para nosotros, pero aún así anda libre y aquí, resulta que no lo juzgaron, tomaron todo como un accidente, maldito degenerado, desgraciado, debe de haber pagado para que lo dejaran ir y la maldita policía aceptó, ten cuidado oíste, cierra todas tus puertas y ventanas, no sabemos lo que puede pasar. -, al oír eso sentí como el color de mi piel se estaba yendo, sentí que perdí el piso, sin un brazo, sin una pierna, acabado de salir del hospital...con la cara desfigurada...
Solté el celular y salí corriendo a cerrar todo, estaba por cerrar una ventana que daba a las casas de la calle del frente, ahí estaba el fantasma... Estaba mirándome, tenía la bolsa de plástico al lado suyo y no despegaba su vista de mi, me paralicé a pesar de que quería salir corriendo y gritar, recé a lo que sea que estuviera en el cielo o me pudiera ayudar, yo lo miré a él y él me miró a mí, por un momento pareció querer cruzar la calle pero no sé animó, por fin volví a mí mismo y miré bajo de mí, había un pequeño cuchillo de pan, lo tomé hice una pequeña seña pasándolo por mi cuello, luego apunté con él al fantasma, el fantasma alzó su mano robótica y me saludó, levanté la misma mano que él levantó y paré el dedo medio, cerré la ventana con coraje y bajé la cortina, cerré la puerta principal, tomé el cuchillo y agarré uno más grande, tomé el machete de mi papá, tomé un enorme martillo que tenía guardado en una caja de herramientas, puse un sillón frente a la puerta principal, escucha varios grupos de niños tocar la puerta pero no la abriría por nada del mundo, tenía entendido que mi papá estaba en el segundo piso junto a mis tíos y mi abuela, tomé el celular y le llamé a Sara Ly, subí las escaleras mientras gritaba el nombre de mi papá, escuché risas, fui tras de esas risas, entré llorando a la habitación con los demás, Sara Ly contestó pero no podía decirle lo que había pasado, no porque no quisiera las lágrimas no me dejaban, todos fueron a ayudarme y mis tíos fueron a investigar abajo, traté de calmarme pero cada vez que recordaba lo que acababa de hacer las lágrimas aumentaban, le ofrecí una maldita bolsa de plástico, yo mismo fui por ella y se la entregué con una sonrisa, le dí dulces y todavía me sentí culpable por juzgarlo cuando él merece ser odiado, juzgado y condenado, por fin me calmé y conté todo lo que había pasado, lo que Sara Ly me había dicho y lo que yo había hecho, ¿qué fue lo que me recibió? - ¡Pero tú tienes la culpa!, Ves que no se le ve la cara, ves que viene un disfraz y aún así confías y todavía entraste a la casa para darle algo como si fuera un amigo, ¿Qué estabas pensando?-, - ¡Papá es Halloween!, ¿Cómo esperabas que desconfiara de un disfraz en pinches Halloween?, Venía con un grupo de niños, se veía alto pero creí que era algún hermano mayor o algo así, ¿Porqué en vez de apoyarme me culpas?, ¿Por qué no me apoyas nunca? -, - Ay, cállate Alejandro, nunca haces nada bien y luego lloras, yo por eso te dije que estás fechas no las festejamos, por qué el diablo anda suelto y cosas como está pueden pasar -, - Compadre, el niño tiene razón, ¿ Quién iba a pensar que ese monstruo va a estar suelto aquí?, Con tantas demandas que tiene encima, cualquiera pensaría que debería estar en la cárcel, no aquí - mi tío se puso de mi lado y todos se bajaron al primer piso, me fui a bañar para limpiarme y calmarme, Sara Ly llegó tiempo después, tenía una bolsa llena de cositas y me llamo - Mira Alejandro, todo esto yo lo he comprado para protegerme pero tú lo ocupas más, te van a servir- comenzó a sacar cosas raras de su bolsa, tomó un labial pequeño y lo abrió - parece un labial pero es gas pimienta, lo mismo con este pero este es un taser, tienen un segurito sí te sientes amenazado quítales ese segurito y los traes a la mano, ante cualquier cosa utilizalos. De la cárcel se sale, de la tumba no, yo estoy totalmente segura que él no se conformará ni con un golpe ni con una violación. Mira esto es un palo retráctil. - Sara Ly sacó varias cosas, un llavero con alarma, pequeñas bolas de pintura para marcar a quién te ataque, una navaja que se escondía en una tarjeta, una manopla, etcétera. Me las dió y luego me miró unos momentos  - Oye, ¿Recuerdas lo que te dije ese día?-, - ¿Si quería irme contigo a París?-, - Si, nos iríamos a vivir a las afueras de la ciudad, estaríamos lejos de donde te tenía Michael, ahí yo trabajaría en una pequeña revista y podría ayudarte a pagar tus estudios -, - ¿En serio?-, - Si, te pondría un pequeño negocio para que vendíeras hayá, nos cambiaríamos el nombre, viviríamos en una zona muy habitada, todo eso. ¿Qué te parece?, Él no nos podría encontrar hayá, nadie más que tú familia sabría nuestras ubicación, yo te cuidaría la espalda, él no te podría hacer nada y cosas como las de hoy no se repetirán -, lo pensé, pero, ¿Qué hay de mi papá?, Él no es muy bueno y no coincidimos en varias ideas pero es mi papá, no puedo dejarlo solo, pero aquí estaba en riesgo, hoy lo había notado, tal vez si lograba hacer dinero hayá podría llevarme a mi papá, eso era una buena idea. Tenía miedo de que Michael pudiera encontrarme o enterarse de nuestra ida, pero no creo, no hay nadie más aquí y de estos nadie les dirá, - Oye pero Sara Ly, ¿No creés que seré una carga?, osea, ¿No es mucho problema para tí llevarme a mi?-, - ¿Cómo creés eso?, Eres mi amigo, ocupas huír de ese monstruo y estoy segura que Ellen lo habría querido, tanto que te quería, él te llevaría con nosotros aún más lejos, vete preparando tus cosas, nos vamos en dos semanas-. Me sentía un poco inseguro por la decisión que acababa de tomar pero, era mejor irme a quedar aquí donde él puede encontrarme fácilmente. Sería mejor partir, tenía una idea, era arriesgada pero nos ayudaría, la llevaría acabo pasado mañana, ocupaba estar solo por si acaso...

El ático. Yaoi Hard SadomasoquistaWhere stories live. Discover now