VIII

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"Oscura, lúgubre y ventosa, digna de un escenario de terror con el dichoso miedo de las personas las cuales se ven atrapadas en ella. La noche es hermosa y tan fría como el mismísimo universo, solo siento un ápice de piedad en los rostros horrorizados de los humanos que me observan.

Balanceo el cuchillo en mi mano y una sonrisa se posa en mis labios los cuales no se lograban contemplar debido a la máscara que me cubría. En posición listo para utilizar el frenesí que sería la presión innata de aquellos que corrían de mí.

Me siento jodidamente adicto a la confesión tardía de las personas que caen en picada ante mis golpes certeros, deleitandome con los gritos de agonía los cuales cantan en mis oídos produciéndome escalofríos.
Un fuerte dolor me detiene haciéndome soltar un gruñido el cual inmediatamente, en solo en un par de segundos se desvanece como si se tratase de un polvo bailando con el viento.

Ella se levanta mientras suelta varios quejidos luego del alarido que soltó por quizás, probablemente, el miedo que le producía al voltearse para mirarme aterrada, solo observando cuán cerca estaba de su presencia con el objeto punzante en la mano derecha.

Rodea el campo en el cual nos encontrábamos. Corriendo de lado a lado intentando esquivar mis golpes y procurando adivinar los movimientos determinando en qué sitio podrían ir sin ninguna certeza aclarada. Por supuesto, falló en cada pensamiento y se percató en el mismísimo momento en donde soltó un ligero grito cuando el cuchillo acertó la apuñalada.

En el gancho es sepultada sin ninguna gota de misericordia o piedad.

- Frank Morrison".




¿Quién iba a ayudar a Jake Park?

Encerrado, desolado en la habitación de la fallecida/asesinada Judith Myers por parte del hermano menor, Michael Myers.

No le quedaba nada más que contar las posibles horas, bueno, claramente, había perdido la noción del tiempo entre las semanas en donde había ocurrido el hecho de ser atrapado por la Entidad.

Ahora, era precisamente un preso de Michael, ya unos momentos antes había intentado salir de allí entre golpes y reclamaciones, pero no había resultado.

-¿Moriré aquí desnutrido? -Jake se preguntó a sí mismo, tocándose la panza la cual apenas había comenzado a soltar soniditos.

Su punto de referencia se clavó en la ventana en donde había visto todo, la cual afortunadamente no se hallaba sellada pero el vidrio era un semejante problema, y más de... ¿Con qué iba a destrozarlo?

Jake se levantó lentamente, con las puntas de sus dedos en el suelo mientras las piernas se estiraban hasta que quedó en una buena postura. Sus labios se entreabieron y soltaron un leve suspiro, antes de empezar, todo debe estar en una pura tranquilidad.

-En las películas según es con el codo o con alguna piedra, caja o lo que sea... -Pensó Jake en voz alta. En ese instante, vió una pequeña cajita de madera en la cual evidentemente se guardaban joyas.

El azabache pensó en utilizarla pero el problema era la fuerza la cual debía aplicar, sería un gran sufrimiento para sus manos heridas.

Podría lanzarla desde aquí...

Con esfuerzo, la tomó y la levantó por arriba de su cabeza, a pesar de que el ardor comenzara a hacerse presente como el quemarse vivo, Jake logró estrellarla sobre el vidrio, rompiéndolo en pedazos.

Algunos salieron disparados a las afueras de la casa Myers y otros, adentro de la habitación de la fallecida Judith. Afortunadamente Jake no sufrió ningún daño pero fue inminente que las heridas comenzaran a abrirse.

Bonhomía → Michael Myers x Jake Park ©Where stories live. Discover now