Bonhomía → Michael Myers x Jake Park ©

I

¡ANTES DE EMPEZAR!

Los capítulos no los publicaré uno por día porque reprobé matemática y necesito concentrarme, además de cuánto tiempo me lleva escribir uno de más de 4000 palabras incluyendo la revisión.

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"En el universo de la Entidad existen aproximadamente una infinidad de reinos divididos en distintas dimensiones de las cuales yo, apenas, tengo un arduo conocimiento para argumentar.

Virtudes de obtener una conexión con el verdugo protagonista de una tortura infinita o suerte en conseguir objetos mediante ciertas habilidades.

Y por ello, cada vez que los párpados se levantan hasta aclarar la vista, un homicida macabro y sanguinario entrelaza un lazo inexplicable con su obsesión".

→ Benedict Baker, nota 5:9.

Jake Park nunca fue esa clase de jovencillo de dejarse llevar por las primeras impresiones que tenía en frente. Se caracterizaba por lo práctico, astuto, honesto y ágil que era y solía ser. Un sin fin de características a su favor junto a un par de amigos con los cuales había desarrollado un vínculo en el campamento.

Nunca estaría a gusto en una agonía constante en donde cada asesino con el cual se encontraba en persecusión, este se deleitaba con su sufrimiento. Sabía que en la mente de aquellos psicópatas, la única fascinación de ellos era hacer sufrir a las personas.

Suspiró profundamente antes de ponerse a reparar un motor, metiendo sus manos dentro de este como David King le había enseñado. Mover algunos tornillos no se le complicaba y afortunadamente, aparecer en la granja Coldwind era más que suerte.

Más facilidad en esconderse y el sigilo en Jake, era evidente. El azabache no estaba seguro de quién era el asesino pero la oscuridad en la que era sumido le preocupaba y más el frío ambiente en donde se le hacía difícil mantener una respiración estable.

Miró al costado preocupado y luego a la izquierda. Le parecía raro que a pesar de haber pasado un buen rato reparando, el asesino no se había dado a conocer en ningún momento o eso pensaba el joven Jake.
Estaba bastante atento en cada acción de la vegetación, las ramas golpeaban contra otras y algunas generaban tanto ruido que hasta se le hacía complicado oír los pasos de alguna persona, más el hecho del potente viento que le desconcentraba de sobremanera.

Jake se exaltó en el momento en donde se distrajo por un segundo con los animales colgados en los árboles y falló al conectar algunos cables erróneos los cuales generaron un ruido semejante, algo parecido a una explosión, lo cual probablemente habrá advertido al loco que estaba suelto. Jake maldijo en lo bajo y se fijó en la taquilla más cerca. Park se alejó del motor a toda velocidad y con el cuidado de no dejar algún que otro rastro aunque sea pasajero, él caminó hacia a el casillero. Abrió las puertas de este y se metió para luego cerrarlas, de esa manera escondiéndose intentando pasar desapercibido.

Miró atento en las rejillas, fijándose en cada detalle y como la ruina bajaba el proceso de todo lo que había reparado, tan solo quedaba un poco y ya faltaba arreglar dos motores para que las puertas de salida se activaran para posteriormente ser abiertas.
No había nada, exactamente nada en ningún sitio y aquello le hizo fruncir el ceño, no entendía el concepto del modus operandi del asesino.