III

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Bill Overbeck le echó una calada al cigarrillo, expulsando un hilo blanco de su boca en la cual, no era un tiempo suficiente para admirar dicho humo debido a que se desvanecía como un puñado de arena.

Era lo que él solía hacer cuando estaba nervioso, no toleraba el hecho de que Jake Park aún no hubiera aparecido y ya todos los sobrevivientes estaban tensos por la situación tan escalofriante.

Kate Denson lo entendía, le costó bastante hallar el tercer portal y casi muere en la persecusión pero aún así logró escaparse de allí, aún así teniendo la marca tatuada en su piel la cual poco a poco iba desapareciendo.

—Ojalá aparezcan Jake y Nea —Murmuró triste Kate, viendo al frente en donde estaba de brazos cruzados Quentin Smith, y dijo—. ¿Claudette realmente murió?

Quentin y Dwight se lanzaron miradas, mutuas, ambos hicieron una mueca aunque su expresión decía absolutamente todo.

—No murió —Expresó Meg Thomas con un tono frío en su voz—. La asesinaron.

—No quiero empeorar la situación pero... Esto iba a pasar en algún momento—. Mencionó Ace Visconti, señalando el plano en donde se mostraba el cuerpo de Claudette inerte en el suelo, entre la paja de la granja Coldwind.

David King se enfureció por la frialdad en la cual Ace demostró perfectamente pero después de todo no podía decirle o discutirle nada, tenía toda la razón del mundo y la mayoría sabía que enfrentarse a Michael Myers, algún sacrificio o muerto se llevaría.

—Me siento frustrada —Dijo irritada Feng Min, sosteniendo sus azabaches cabellos y tirando suavemente de ellos—. No entiendo por qué la Entidad decidió abrir otra rama para acabar con nosotros más rápido, ¿Por qué simplemente no nos asesina con sus garras y ya?

—Feng, es un buen punto pero esas cosas bien sabes que son imposibles —. La susodicha alzó los hombros en señal de que no le importaban mucho las palabras de Quentin.

—Da igual, al menos en todo siempre debe permanecer la esperanza —Comentó Ace Visconti, con su típica positividad.

—Esa línea le pertenecía a Jake —Defendió David.

Laurie Strode cruzó los dedos y por todas las deidades inexistentes del reino de la Entidad, rogó a que Jake Park no corriera con la misma suerte de Claudette Morel, la cual solo fue una víctima más de Michael Myers.

Sentía el enojo en lo profundo de su alma, nunca entendió la locura y sangrienta mentalidad de su hermano. Fue un golpe demasiado duro cuando se enteró de que eran hermanos, en su cabeza no cabía la idea de por qué asesinar a toda su familia sin motivo alguno.

Probablemente algún problema psicológico pero... Si eso se le determina a los humanos detenidamente, ¿Cómo se le iba a determinar a Michael Myers si para cualquiera, él era el mismísimo demonio encarnado?

—Necesitamos relajarnos, si continuamos así vamos a tener un colapso y seguramente todos en varios minutos vamos a tener uno porque cuatro tienen que ir con otro asesino —Exclamó de forma tranquila Dwight, sentándose junto a David, extendiendo las manos cerca de la fogata, calentando sus palmas por el calor que esta propinaba.

—Me gustaría algún día dormir tranquila —. Susurró Laurie Strode, recostandóse en el suelo mientras sus párpados lentamente caían hasta cerrarse.

—Laurie... —Se le acercó Quentin tímido mientras se rascaba la nuca—. Me gustaría preguntarte algo.

—¿Sí? Dime —Dijo paciente la rubia, mirándolo desde el tronco.

—¿Acaso Michael nació así por la maldición de alguna clase culto o...?

Laurie se levantó rápidamente. Recordaba un símbolo y algunas palabras que el asesino solía dibujar en cuadernillos o incluso, pizarras pinturrajeadas de sangre por este mismo.

Bonhomía → Michael Myers x Jake Park ©Onde histórias criam vida. Descubra agora