Bonhomía → Michael Myers x Jake Park ©

XV

“Jake Park, Laurie Strode y Quentin Smith se hallaban en el campamento de los supervivientes, los tres sentados en un tronco alrededor de la fogata, la cual les daba calor una sensación de tranquilidad.

—Michael nunca fue una persona... Normal, por así decirlo —Dijo Laurie, recordando aquellos intensos momentos en donde de pequeña, lo visitaba al sanatorio, después del fallecimiento de sus padres biológicos—. No tengo recuerdos tan vívidos de las veces en donde lo visité pero... Estoy segura de que nunca me dijo nada, solo se quedaba mirando a la ventana y... En cierto punto, me daba miedo hablarle, bueno, su aspecto siempre dió miedo.

Jake frunció el ceño, preguntándose si Michael, detrás de la máscara, no era una persona atractiva o tal vez sí lo era, siempre pensó en que eso no lo descubriría.

Quentin reaccionó igual y miró a Jake de reojo, esperando a que haga la pregunta tan esperada.

—¿Su aspecto? ¿Cómo es? ¿Lo recuerdas? —Preguntó el azabache, acomodándose en su asiento mientras que se acercó más a Laurie   con una expresión de curiosidad en su rostro.

—Según mis padres... Cuando ocurrió todo el incidente, él era bastante rubio pero luego su pelo se fue oscuriendo —Explicó, tocándose el cabello—. Y cuando lo visité, cambió completamente. Su pelo era castaño oscuro, con algunas ondas y los ojos azules, de ahí... No recuerdo nada más, creo que ahí él tenía como doce años y yo apenas ocho.

—¿Y te sientes bien contando eso? —Le preguntó Quentin a Laurie, tocándole el hombro—. Lamento mucho por lo que haz pasado, Laurie. Ha de ser duro para ti tener a un hermano psicópata y también, lamento si te incomodan las preguntas.

—No importa, Quentin. Está todo bien —Contestó la joven mientras esbozaba una sonrisa, mirándolo con los ojos ligeramente brillosos—. Ustedes pueden seguir preguntando y yo les responderé con lo que recuerdo.

—También lo siento yo, Lau. Es que, realmente Michael Myers es un hombre muy misterioso y sabes que yo, soy demasiado curioso en esos temas pero, la última pregunta —Jake juró y alzó el dedo índice—. ¿Cuándo es su cumpleaños?

—Jake —. Gruñó Quentin entre dientes, deseando a que este deje de alguna manera de "molestar" a Laurie con las preguntas extrañas.

—¡Lo siento! —Exclamó Jake mientras que se acomodaba los lentes, bajaba su máscara facial para posteriormente sonreír apenado—. Perdón por ser así y uh... Esto ya me estaba dando calor.

—Jake, ¡Jaja! Estás todo rojo y sí, debe ser por la fogata. Al respecto de lo que preguntaste, creo que... Si no me equivoco, por lo que me dijo Loomis, su doctor en el sanatorio... Creo que era el diecinueve de octubre —Recordó Laurie, cuando el hombre le dijo aquella información solo apenas unos meses antes de que ocurriera todo lo del Ente—. En este año cumple veintiuno, si no me equivoco.

Jake se quedó en silencio, procurando no decir sus pensamientos en voz alta, tratando de recordar en qué fecha del mes estaban pero no hubo resultado.

Lástima que no sé qué día es hoy”.

Sus párpados se elevaron lentamente, siendo, sus ojos, de inmediato cegados por un rayo de luz el cual entraba desde la ventana más cercana hasta atravesarlo por completo.

En efecto, el sol se había puesto en la esquina del cielo y la lluvia se desvaneció, quizás, probablemente, desde hace un par de horas desconocidas.