XXXII: POSITIVO-NEGATIVO

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03 DE AGOSTO DEL 2000.

Las cosas cada vez estaban mejorando; dentro de lo que cabía, pues los matrimonios concertados estaban dando frutos. Mientras que en el Ministerio de Magia las tensiones políticas comenzaban a aplacarse un poco.

Los Nott, fueron los primeros en anunciar la futura llegada de su primer hijo. Ésta noticia trajo más alegría a más de uno, principalmente a Theo y a Luna. Ninguno se sorprendió ya que en sí lo estaban buscando.

Ese fin de semana de principios de agosto, Luna y Theo viajaron a Bulgaria para darle la noticia a Hermione, quien los felicitó al instante derramando lágrimas de emoción.

─ ¡Oh, linda, los felicito! ─dijo Hermione dándole un abrazo a Luna, bueno en lo que podía pues su enorme vientre se interponía entre ambas amigas.

─ ¡Felicitaciones, bienvenido al club amigo! ─también les saludó Viktor, estrechando a Theo en un abrazo amigable─. Esperemos que no te desmayes en el proceso, hermano ─bromeó, sacándole risas a las mujeres. Theo arrugó la nariz, echándose luego a reír junto a Viktor.

La amistad entre Theo y Viktor avanzó progresivamente. Cada vez que podían, los Nott viajan a visitarlos con la excusa de asuntos de trabajo. Durante esos viajes, Viktor había llevado a Theo a los entrenamientos; presentándoles a varios de sus compañeros de Quiddicth y alguna que otra celebridad del medio deportista, cosa que emocionaba como un niño al castaño. Y cuando no iban por Whisky de Fuego al Dragón Feroz, se quedaban en el despacho del búlgaro por uno, mientras platicaban amenamente sobre diferentes temas triviales.

Y en todo ese tiempo, tanto Luna como Theo se convirtieron en unos de los pocos amigos cercanos del pelinegro y eso decía mucho, pues Viktor no era de llamar amigos a todo el mundo; era un tanto selectivo.

— Ya te veré a ti, Krum.

— Soy un toro. ¿Es que no has visto estos brazos de Quiddicth?

Hermione rodó los ojos divertida por la escena. El que Theo y Viktor bromearan sobre cada cosa que estaba pasando o iba a suceder, se había convertido en casi una costumbre entre ellos.

— Y cuéntame, ¿ya todos saben?

Luna asintió, tomando asiento a un lado en el sofá que ocupaba Hermione. Los chicos decidieron ir a celebrar al despacho de Viktor con Whisky de Fuego.

— Sí. Hace tres días les dimos la noticia antes de venir —sonrió, estirando una mano para tocar el vientre abultado de Hermione. Era enorme, y apenas la castaña podía ver sus pies hinchado, y si se trataba de tocarlos, era mucho peor—. ¿Estás asustada?

Esa pregunta era más por ella misma que por Hermione. El enterarse de que estaba embarazada había resultado ser más paralizante de lo que pudo esperar. Siempre fue una chica extrovertida que muy poco le importaba los pensamientos que tenían los demás sobre ella, y tal vez por eso, era que por un segundo llegó a pensar que su hijo pensaría igual. Aunque esa idea fue descartada al instante. En parte por el recuerdo vivido de su madre Pandora.

Hermione la estudió, sonriendo. Llegando a la verdadera razón de la pregunta. Luna no era la única dentro de esa amistad que podía leer las señales corporales.

— Al principio suele asustar... pero luego llegas a imaginar que después de un tiempo tendrás a esa personita que salió de ti, que es parte de ti, en tus brazos y realmente, Luna, eso borra todo ápice de miedo, terror y pánico —Luna le sonrió. Alegrándose más cuando sintió debajo de su mano un movimiento, seguido de un leve golpecito.

Bueno, no tan leve si se sentía desde la perspectiva de Hermione. Quien la sonrisa se le volvió como una mueca al sentir la patada de su hijo o hija, no sabía diferenciarlos ya que había días en que podía sentirlos con la misma intensidad.

Ley Matrimonial Mágica: "Siempre Fuiste Tú".  [TERMINADA]Where stories live. Discover now