Ley Matrimonial Mágica: "Siempre Fuiste Tú". [TERMINADA]

III- HEROÍNA DE GUERRA, FUTURA SEÑORA KRUM

FINALES DE DICIEMBRE 1999 - 10 DE FEBRERO DEL 2000

Hermione Granger, luego de un mes de haber llegado a Australia, por fin había obtenido una pista sobre el paradero de sus padres. Su corazón palpitó con fuerza al leer el archivo que le entregó el investigador privado, sus padres se hallaban viviendo en una cabaña cerca de la costa, sin dudarlo dos veces se dirigió allá.

Se apareció al frente de una hermosa cabaña, sin embargo se notaba desde lejos que estaba deshabitada. Con la opresión en el pecho caminó hasta la entrada, respiró hondo y alzando su mano chocó sus nudillos contra la puerta, esta cedió con un chirrido dándole paso. Con los nervios a flor de piel, Hermione se adentró al lugar, miró a cada lado y al no hallar a nadie volvió a salir con los ánimos por el suelo.

- ¿Se le ofrece algo, señorita? -dijo un anciano sostenido a su bastón metálico. Hermione alzó la vista abrazada a su cuerpo.

- Sí -se acercó al hombre-. Busco a mis padres, los señores Gr... Wilkins... Tengo entendido que viven aquí desde hace algunos meses.

El hombre anciano la miró con pena, y cambiando el peso de su cuerpo a la otra pierna, dijo el peor temor de la castaña.

- ¿No lo sabe? -Hermione negó sintiendo el mal sabor anticipado-. Los señores Wilkins, tuvieron un accidente el mes pasado... -la castaña se llevó la mano a la boca ahogando un sollozo-, lamentablemente no sobrevivieron... Lo lamento...

La castaña parpadeó varias veces soltando las lágrimas que empaparon su rostro al instante. No podía ser, sus padres habían muerto sin recobrar su memoria sobre ella. Y lo que más le dolía era que no llegó a despedirse de ellos como era debido, y por un instante se enojó con el pelinegro, por seguirlo en la lucha contra Voldemort perdió a lo que más amaba, sin embargo se amonestó a ella misma, sabía que su conciencia no estaba en su mejor momento.

Pidió al hombre la dirección del cementerio en dónde yacían los restos de sus padres. Al llegar, cayó de rodillas al suelo llorando sin cesar mientras miraba agonizante los nombres de su madre y padre en las duras y frías lápidas. Aunque estás tenían los nombres de Mónica y Wendel Wilkins, pero esa era la identidad que Hermione les había hecho creer antes de marcharse, solo quería protegerlos de los mortífagos y ahora, viendo sus tumbas tenía todos los sentimientos encontrados.

- Perdonenme... Yo no quería perderlos... pero al final así fue... ¡Lo perdí todo...! -dijo con el rostro entre las manos.

Los cielos tronaron impetuosos y el viento sopló golpeando su cuerpo tembloroso. La lluvia no tardó en caer empapando todo su cuerpo acompañándola en el silencioso llanto y con el dolor punzándole en el pecho sacó su varita apareciendo una corona de flores en cada tumba. Oficialmente estaba sola. No tenía familia, y aunque quisiera, no quería volver al lado de Harry y Ron, sentía que no era justo para nadie...

Una semana después, El Ministerio Búlgaro de Magia, le había hecho llegar una carta, en la cual solicitaban sus conocimientos para el Departamento de Derechos de Criaturas Mágicas. No estaba segura en si era buena idea en asistir a la entrevista o no, pero había algo en lo que si estaba segura, y era en que necesita conseguir un empleo con urgencia pues sus ahorros se estaban agotando.

Empacó lo poco que tenía y viajó a Bulgaria. Estando en el país, se instaló en un pequeño pero cálido apartamento de dos habitaciones en un vecindario muggle.

Cuando estaba lista para dirigirse al Ministerio, un sonido la interrumpió. Giró su cuerpo lentamente y sus ojos se cristalizaron al ver posada en la ventana una lechuza que ella conocía muy bien. Se acercó dudativa y el ave dejó caer el pequeño pergamino en su mano, y luego de una reverencia el animal se marchó volando.