IX- ¿CELOS?

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4-6 DE MARZO DEL 2000

El Medimago MgCauly checaba los resultados del estudio realizado a Draco mientras este aún seguía sedado. A su lado estaba una compungida Ginevra, no se había despegado del rubio en toda la noche ni siquiera cuando Theo le comentó que él podía quedarse a cuidar a su amigo. Sentía culpa ajena por como su hermano reaccionó, y sin explicación golpeó a su prometido hasta dejarlo inconsciente. La madre del muchacho tampoco se apartó de su lado, y a pesar de estar en la misma habitación que Ginny, mantuvo su compostura y evitó en lo posible de dirigirle la mirada.

Draco llegó a San Mungo con la nariz rota al igual que su mandíbula, pero gracias a los hechizos sanadores sus fracturas estaban curadas, solo los moretones que surcaban su rostro angulado daban prueba de que había sido golpeado. Ahora, dormía pacíficamente con su rostro semi girado aun lado, y cuando sus ojos plata se entre abrieron vio como una mata de pelo cobriza se encontraba regada entre una mano que no era suya y su hombro. Confundido se tocó la frente sintiendo el pequeño corte de su ceja y entonces poco a poco los recuerdos de la noche anterior llegaron a su mente haciéndolo molestar de inmediato. « ¡Me las pagaras, comadreja! » Dijo para sí tratando de incorporarse en la estrecha camilla. La melena se movió quedando esta vez desparramada sobre una nariz perfilada, ojos marrones y unas pecas que iban armoniosas por toda la fisonomía de la chica.

─ ¿Tú que haces aquí? ─escupió Draco al ver a Ginny, esta se talló los ojos para luego dedicarle una mirada molesta. Sin decir nada se puso en pie y caminó hacia la salida, y Draco volvió a hablar─. Pregunté: ¿Tú que haces aquí?

En ese momento el medimago MgCauly entró junto a Theo, y este al ver al rubio despierto sonrió yendo directo a estrechar su mano en un saludo.

─ Ya nos habías asustado, amigo ─dijo el castaño, Draco le dio una leve sonrisa y de soslayo sus ojos seguían viendo a la pelirroja que hablaba sonriente con un hombre alto y de espalda ancha, con un cabello negro y sedoso que le caía un poco sobre la frente, y por lo que se veía rondaba los veintiséis. Theo se percató de los ojos turbios de su amigo y con disimuló siguió su vista hasta descubrir la raíz del ceño fruncido de este─: Me acompañó a traerte y no se despegó de tu lado ni siquiera estando con Narcissa en la mima habitación.

Draco sintió una punzada en su pecho al ver como Ginny veía al pelinegro, que por su uniforme dedujo que era un medimago. Theo soltó una risilla burlona viendo como las orejas de su amigo se encendían, y Draco lo miró mal, haciendo que el castaño alzara sus palmas en forma de paz.

Draco se aclaró la garganta bastante fuerte para llamar la atención de las dos personas que conversaban animadamente frente él. El medimago lo miró inalterable y con carpeta en mano se acercó. Por su parte Ginny se quedó junto a la puerta con los brazos cruzados y una mirada que el rubio no supo descifrar.

─ Señor Malfoy, es bueno que haya despertado ─ojeó la carpeta y luego habló─. Sus fracturas sanaron satisfactoriamente. Se le dará de alta hoy mismo ─Draco asintió mirándolo mal, pero solo Theo se daba cuenta de la antipatía de su amigo hacia el medimago─. Le prescribí algunas pociones calmantes... Dentro de dos días deberá regresar para volverle a practicar otros estudios y evaluar su recuperación. Del resto se encuentra en muy buen estado de salud.

─ Gracias, medimago MgCauly ─le agradeció el castaño al ver que Draco no quería hablar─. Le daré sus indicaciones a la señora Malfoy en cuanto llegue.

El medimago MgCauly le estrechó su mano.

─ La futura señora Malfoy se encuentra ahí ─habló Draco con cierto tono molesto. El medimago alzó levemente las cejas; se notaba sorprendido, aunque en realidad no lo estaba, y de reojo miró a una disgustada Ginny. Él añadió─: Creo que le prestó total atención, ¿no es así Ginevra?

Ley Matrimonial Mágica: "Siempre Fuiste Tú".  [TERMINADA]Where stories live. Discover now