Ley Matrimonial Mágica: "Siempre Fuiste Tú". [TERMINADA]

LII: CUPIDO SIN ALAS

14 DE FEBRERO DEL 2001.

- Eres un completo idiota, Harry Potter.

Pansy y Harry se encontraban desayunando mientras que hablaban de la tensa relación en la que se encontraban Astoria y él.

Harry se pasó una mano por el pelo, desordenándolo más de lo habitual.

- Es que no entiendo, Pans -frunció el ceño-. ¿Por qué insiste en seguir con ese silencio? ¡He hecho de todo y nada, sigue sin siquiera dirigirme la mirada!

Pansy lo miró, entre comprensiva y molesta por su incredulidad.

- Harry, no has hecho lo suficiente, porque sino..., Astoria estuviera ahorita viéndote desayunar con la baba afuera -hizo una mueca, luego agregó-: Anda, cómprale un ramo de orquídeas y discúlpate con el corazón en la mano. Solo así Astoria accedería hablarte, ella misma te lo dijo ¿no? -Harry asintió-. ¡¿Qué esperas tonto?! ¡Vete ya!

Harry se levantó azorado, haciendo reír a Pansy.

Cómo era el día de San Valentín, Hogsmade, el Callejón Diagon y otros muchos lugares del mundo mágico estaban adornados según la celebración. Uno de esos lugares era Sortilegios Weasley, en dónde dos pelirrojos iban de aquí para allá atendiendo a los tantos clientes que abarrotaban el lugar.

- ¡Dos Amortentia por el precio de uno! -anunciaba George montado sobre el mostrador como una tarima-: ¡Qué tú amor caiga rendido a tus pies! ¡Adelante, adelante...! ¡Ron, trae otras cajas de Corazones Flotantes, ya se acabaron los del estante!

Ron asintió desde el otro lado de la tienda y como pudo surcó el gentío hasta irse al depósito, en dónde se guardaba toda la mercancía de la tienda.

Las cosas se podría decir que iban mejor para Ron, ya tenía su varita y un trabajo que sorpresivamente le encantó, de tal manera que no le aburría pasarse todo el día en la tienda ni mucho menos dejaba las cosas de último. Estaba tan impregnado en el negocio, que George se planteó la idea de hacerlo socio. Ron no era Fred, pero seguía siendo uno de sus hermanos más cercano, al igual que Ginny.

Saliendo con dos cajas en brazos, Ron chocó con alguien, haciendo que éstas cayeran desparramando los paquetes de Corazones Flotantes por todo el suelo. Soltó una maldición, y sacando su varita del bolsillo trasero del pantalón se quedó estático al ver a Demelza Robins justo adelante. La joven bruja había asistido el mismo año que él asistió a Hogwarts, y por un corto tiempo, en sexto año, llegaron a tener un roce sentimental. Cerca del tiempo en que comenzó a salir con Lavender Brown ahora Longbottom.

- Hola, Ron... -saludó ella, con una sonrisa tímida.

Ron trago grueso, sorprendido de verla luego de tantos años sin verse.

- Demelza..., que bueno verte... de nuevo -se aclaró la garganta. Nervioso sin mucho sentido, echó un vistazo más allá de ella, verificando que George se estaba haciendo cargo-. ¿Te interesa un producto...? ¿En qué te puedo ayudar?

Ella negó, dando un paso más cerca de él. Estaba más hermosa que antes, su cabello ahora estaba teñido de un caoba suave, cayéndole como cascada entre su espalda y pecho; sus rasgos dejaron de ser de una colegiala hasta convertirse en los de una mujer cautivadora.

- Llevaba meses fuera de Londres... -dijo, con el semblante decaído. Siguió hablando-. Así que tuve que contraer matrimonio con un mago ruso... -Ron estuvo a punto de darle una especie de felicitaciones, pero no sabía si era muy prudente debido a que si a él lo hubieran felicitado por casarse con Pansy, no le hubiera agrado para nada. Demelza agregó-: En viude hace tres meses...