XV- ¿PRIMOS TERCEROS?

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  6-8 DE ABRIL DEL 2000.

Viktor llegó a la Mansión Krum a un cuarto para las tres de la tarde. Buscó con una sonrisa a la mujer que le hacia suspirar a cada segundo, esa a la que con solo imaginarla le hacia mantener una felicidad en su rostro que no se iba jamás. Subió escaleras, caminó extensos pasillos; volvió a descender recorriendo el salón, los jardines, hasta incluso la cocina, pero no la hallaba. Comenzó a preocuparse hasta que en su cabeza algo hizo clip y como una bala subió los escalones de dos en dos.

Se detuvo con la respiración agitada delante de una armadura reluciente, y con seguridad tomó el mango de la espada que esta sostenía con los dos guantes metálicos hacia abajo como si fuese un bastón. La accionó hacia él como una palanca, al momento un pedazo de pared se desprendió abriéndose como una puerta y Viktor no dudó en pasar.

Cruzando el umbral, el olor a libros viejos inundó sus fosas nasales al igual que un ligero olor a chocolate. Fue inevitable no formar una sonrisa al pensar en que su esposa comía chocolate mientras leída. Y eso fue lo que sus ojos vislumbraron al bajar los escalones de piedra; en una esquina recostada sobre un mueble grande de terciopelo rojo estaba Hermione, ella estaba tan sumida en el grueso libro de pasta verde que no se fijó en su llegada.

Estaba satisfecho, aunque se sentía un poco estúpido al no recordar ese lugar ya que él mismo se lo mostró unas semanas atrás. Era un salón amplió, de techos altos parecidos a la de una catedral pero en miniatura, las paredes estaban llenas de estantes que contenían centenares de libros de todos los tamaños, diferentes categorías y escritos en casi todos los idiomas.

— Al menos déjame probar una rana de chocolate —dijo Viktor sobre la cabeza de Hermione, quien dio un respingo desparramando las ranas de chocolate que tenía sobre su pecho al suelo. Viktor sonrió inocente al verla colorada, y con un hechizo hablado los paquetes volvieron a descansar en donde estaban minutos antes.

— ¡Viktor, me diste un buen susto! —se quejó Hermione intentando sentarse, pero Viktor fue rápido y la ayudó—. ¿Hace cuanto que llegaste? Pensé que no volverías hasta la cena.

Él asintió.

— Efectivamente —dijo, alargó su mano para tomar una rana de chocolate pero la mano de Hermione la interceptó de un manotón—. ¡Ouch! Yo también quiero —«No, son mías. Consiguete las tuyas»—. ¿Estas al tanto de quién te trae los dulces? —preguntó ceñudo, Hermione sonrió besándole la mejilla. Ese acto bastó para que él volviese a sonreír embobado y estuvo tentado a besarla con ferocidad sino fuese por el recuerdo de la promesa que le hizo, así que con un suspiro calmó sus ansias, y habló—. Kapelov nos ha dejado ir, dice que por hoy estaba bien descansar. Yo opino que los entrenamientos han flaqueado bastante, si seguimos así, en el próximo juego perderemos... En fin, ¿como ha estado tú mañana?

Hermione le enumeró todos los libros que había leído y lo que más le había fascinado de ellos, Viktor la escuchó atentamente, aunque en su mente pensaba en como una bruja tan joven podía tener tanto entusiasmo por leer libros viejos, a penas y él leída el diario. También le contó que minutos antes de que él llegara había recibido una carta de Luna recordándole que su boda sería al tardecer del día siguiente y que ella era una de las damas de honor, ya que la otra por supuesto era Ginny.

— ¿Así que Theo me eligió como su padrino? —preguntó Viktor un tanto asombrado ya que a penas tenia un mes y medio de conocer a Theodore Nott; ¿pero qué podía decir él? Si el mismo día de conocer al castaño le pidió que fuese su padrino.

— Sí. Tú y Draco Malfoy serán sus padrinos, bueno, esto si nosotros aceptamos en ir.

Hermione lo miró y él a ella, cada uno sabía lo que significaba viajar a Londres, y aunque no lo dijeran, estaban aterrados; ella por volver a ver al verdadero padre de sus hijos y enfrentarse a todos; y Viktor sentía un temor punzante y amargo al pensar en perderla.

Ley Matrimonial Mágica: "Siempre Fuiste Tú".  [TERMINADA]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant