XVI- TREGUA

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   9-10 DE ABRIL DE 2000.

Hermione y Viktor regresaron a Bulgaria al día siguiente con la promesa de Luna y Theo de verlos en unas semanas.

Astoria y Harry seguían en las mismas, sin hablar y apenas se veían cuando había cualquier reunión, como el almuerzo de domingo en La Madriguera. Molly Weasley les había insistido hasta que por fin aceptaron, al igual que Ron y Pansy, aunque estos no estaban muy contentos que digamos.

Por lo que todos pudieron apreciar ese domingo, era que George y Daphne tenían mejor comunicación, no como una pareja, pero sí como el comienzo de una amistad. Este caso también se notaba en Percy y Melane, aunque su relación era más formal.

Horrible fue cuando Ginny llegó al almuerzo sin su esposo y despotricando cuanto lo detestaba, no obstante para la desfortuna de la pelirroja, a la media hora la chimenea crepitó dando aviso a la llegada de Draco Malfoy, quien a pesar de su escepticismo aceptó el abrazo de la señora Weasley.

Luna y Theodore también fueron invitados al igual que Neville y Lavender. Decir que solo una pareja estaba con sonrisas tatuadas en sus rostros era poco, pues los Nott desprendían por sus poros el amor que se tenían, algo que incomodó a muchos.

El único miembro Weasley que faltaba era Charlie, quien seguía anteponiendo su trabajo a toda costa, Molly y Arthur se sentían entristecidos y debes en cuando enojados por el exceso de labor de su segundo hijo, pero así esperaban pacientes a que él les anunciara con quien se casaría y cuando se realizaría la boda. Fleur se sentía igual que los señores Weasley, ya que a escasas semanas de dar a luz, aun su hermana menor no le había respondido sus cartas, y su familia tampoco era de mucha ayuda para eso; era como si quisiesen decirle algo pero a la vez no, muy extraño pensó ella.

— Es horrible vivir en esa casa, hermano —le decía Ron a Harry cuando entraron a la antigua habitación del pelirrojo—. Su padre insiste en que le demos un heredero... Ni siquiera puedo imaginar tocar a esa serpiente.

Harry se quedó de pie junto a la ventana, desde ahí podía ver a Astoria, Pansy, Daphne y a la señora Molly hablando de algo, luego se acercó Ginny y por su cara roja se veía que iba molesta. Ron seguía hablando, pero ¿qué le podía aconsejar él? Al menos su amigo dormida en la misma habitación que su esposa, desayunaban juntos (por petición del señor Parkinson) y se hablaban con cordialidad a pesar de los cuchillos que se lanzaban con la mirada, más que todo por parte del pelirrojo quien no perdía oportunidad para declarar su odio a la pelinegra.

— ¿Sabías que en tres días se gradúa? —dijo Harry sin apartar la vista de las cinco mujeres, quienes ahora reían de algo que les había dicho la señora Molly. Ron lo miró sin entender. Harry continuó—: Me enteré porque por casualidad recibí la lechuza de San Mungo antes que ella despertara —Ron hizo una mueca entendiendo lo que decía su amigo. Harry soltó otro suspiro pasándose una mano por su cabello semi alborotado—. Pensé que me diría algo, pero nada, ya hace dos días de eso y ni siquiera ha tenido la amabilidad de contarme... Claro, yo no iría, pero quizá...

— Harry, no seas tonto —dijo Ron poniéndose a su lado, señaló a las mujeres—. Ellas son unas sucias serpientes, ¿crees que le importa tus sentimientos, o los de alguien que no sean ellas mismas? —tomó a Harry por los hombros e hizo que lo mirara—. Amigo, no te dejes engañar... Si no hubiese sido por esa maldita ley, ninguno de nosotros, mis hermanos, Neville, tu y yo, no estuviésemos en esta espantosa situación.

— Y Luna —«¿Qué pasó con ella?»—. Qué te faltó mencionar a Luna...

Ron chasqueó su lengua.

Ley Matrimonial Mágica: "Siempre Fuiste Tú".  [TERMINADA]Where stories live. Discover now