XXII: DEMENTORES

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2-3 DE MAYO DEL 2000.

El día continuaba avanzando. Parte de la familia había retomado su horario habitual; trabajos.

Bill tuvo que ir a Gringotts para dejar algunos pendientes culminados antes de tomar dos semanas de vacaciones. La felicidad no le cabía en el pecho. Tenía una hermosa familia.

Fleur dormía un poco; a pesar de que Victoire no lloraba, al menos que tuviese hambre, se mantuvo despierta lo más posible para vigilar. Aunque no había necesidad, Ginny, Gabrielle y su madre estaban a su lado en todo momento.

Lo bueno de todo, y para gran alivio, Victoire resultó ser un octavo veela y sin ningún rastro licántropo e su sangre.

─ Gracias ─dijo Ginny, saliendo de la habitación. 

Draco frunció el ceño, estrujándose los ojos. No había logrado conciliar el sueño; las sillas de San Mungo eran incómodas.

─ Mmm... ¿A qué se debe este... acto de simpatía? ─sus ojos se encontraron. Ginny relamió sus labios inconsciente, reacción que a Draco le fascinaba.

─ Por prestar la ayuda para la investigación sanguínea de Victoire.

Draco se puso en pie. Él era una cabeza más alto que Ginny, pero esto no lograba intimidarla lo suficiente como para retroceder a su cercanía. Quizá, era la costumbre de haber crecido rodeada de hombres. Lo que no pudo lograr, fue su auto control para no erizar de pies a cabeza ante el roce del dedo pulgar de Draco a su boca.

─ Lo haría mil veces... ─murmuró el rubio a un centímetro del rostro colorado de Ginny─...con tal de volver a escucharte decirme «Gracias».

Cerca de besarla, Ginny giró su rostro y sin mirarlo, dijo─: Ya puedes irte, Malfoy.

Él alzó las cejas un tanto sorprendido, sin embargo, respiró hondo colocándose su habitual mascara de frialdad y superioridad.

─ Se agota el tiempo, señora Malfoy ─tomó la barbilla de la pelirroja con su indice y pulgar; obligándola a verlo─. No quiera verme en la penosa obligación de ir al Ministerio de Mágica. ¿Qué diría Shacklebolt, o el consejo del Wizengamot? Tic, toc, tic, toc... ─dijo mientras se alejaba con una sonrisa ladina─, pronto estarás en mi cama...

Furiosa, Ginny se despidió de su cuñada y amigos para luego irse al campo de Quidditch. Aunque ese día los entrenamientos estaban cancelados por mal clima. 

─ Ginny se veía molesta ─mencionó Daphne a Astoria; ambas platicaban mientras que salían de San Mungo. El turno de Astoria había culminado diez minutos atrás─. ¿Crees que el tarado de Malfoy le hizo algo?

Astoria sonrió con una mirada que decía: «Eso es obvio» 

─ En fin. ¿Cómo va tu asuntito con George?

Daphne casi se atraganta con su saliva. Intentó disimular el nerviosismo, pero era demasiado tarde, su hermana ya la estaba tomando por los hombros deteniendo la caminata.

─ ¿No pensabas decirme nada? ─acusó Astoria.

Daphne suspiró, retomando los pasos. Su hermana logró alcanzarla.

─ Tú no me has dicho que ha pasado contigo y Potter ─contraatacó Daphne.

Astoria se quedó pasmada, pero ¿cómo negar lo cierto de esa frase? Desde el cumpleaños de Teddy, su relación de amistad-rencor con Harry era... complicada. Pocas veces discutían, pero eso no quitaba las asperezas del pasado, al menos no por parte de su esposo, que con el tiempo se volvía retraído cuando se encontraban a solas o en compañías. ¿Era posible que su voz se estuviese volviendo desconocida para ella? tal vez, más trataba en lo posible de tener un acercamiento con él.

Ley Matrimonial Mágica: "Siempre Fuiste Tú".  [TERMINADA]Where stories live. Discover now