XXXIX: ALGUNOS MIEDOS

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31 DE OCTUBRE DEL 2000.

Otro mes estaba por terminar y en cierta forma las cosas volvían aplacarse.

Luna contaba con seis meses de gestación y muchos antojos sumamentes extraños y difíciles de conseguir por su marido.

Hacía dos semanas que los Nott conocieron el sexo del bebé, bueno, de los bebés. Porque sí, serían gemelos varones. Luego del desmayó de Theo, el cual tuvo una duración de media hora, Luna y él reunieron a la familia para dar la noticia. Noticia que llenó de alegría a todos. ¡Más bebés venían!

El más emocionado por así decirlo era Teddy, quién cada vez que veía a Luna no se le despegaba del vientre. Ésto porque él decía que debía cuidar a sus primitos varones pues ya estaba cansado de las niñas.

Harry y Astoria, ni siquiera los demás, se creían que Teddy estuviese harto de las niñas, refiriéndose a su hermana Emma y prima Victoire, quienes contaban con cuatro y cinco meses respectivamente. La verdad es que Teddy era un excelente primo y hermano mayor; cada vez que una de ellas lloraba, él dejaba de lado sus juguetes y corría hacia ellas, o si alguna dejaba caer sus juguetes, él corría para dárselos de nuevo. Lo que Teddy aún no entendía muy bien, era que tanto Emma como Victoire lanzaban sus juguetes al suelo en espera de tener su atención. Casi se podía decir que las pequeñas tenían cierta rivalidad por ver quién tenía la mejor atención del pequeño metamórfago.

El embarazo de Daphne también estaba avanzando, ya tenía cuatro meses y medio. Para ansiedad de George, Daphne se negaba conocer el sexo del bebé. En lo que sí estuvieron de acuerdo fue en saber si eran gemelos, mellizos o más de dos, y para fortuna de Daphne sólo llevaba en su vientre un bebé. A lo que George comenzó a bromear con que el segundo embarazo serían de gemelos.

Aún Daphne no hablaba con su esposo sobre el secreto más guardado en su familia. Tenía miedo y cada noche despertaba con el corazón acelerado de solo pensar en qué podría pasar cuando llegara el día del alumbramiento. Su hermana menor, Astoria, también pasaba por lo mismo, aunque en un grado menor.

— ¡Cariño, ya me...! —George se detuvo en seco al ver a su esposa aferrada a su vientre sollozando. No tardó ni un segundo en estar a su lado, tomándola del rostro pidiéndole que lo mirara—. Daphne, ¿te duele algo? ¿Llamo a Astoria? ¿Qué...?

Afortunadamente, Astoria era Medimaga. Especializada en el área de ginecología, aunque también practicaba la medicina general. Así que cuando se supo de los embarazos de Luna y Daphne, (Ginny no decía nada aún) no dudó en tomarlas como pacientes.

Daphne negó, sorbiéndose la nariz. Lo miró con una culpa que dejó a George sin saber el por qué de esa mirada turbia. ¿Es que acaso no estaba siendo buen esposo? Si bien se había perdido la última semana en sus recuerdos nostálgicos, ya que el mes de Octubre le recordaba buenos recuerdos con Fred en Hogwarts, regresó a la realidad más renovado que nunca. Teniendo presente que Fred estaba siempre con él. Entonces, ¿qué hizo mal?

— El bebé está bien... —antes que George replicará, ella añadió—. Yo también lo estoy, George. —y ahí estaba. «George». Era su nombre, pero cuando se es acostumbrado a ser llamado por apelativos cariñosos como «Amor» «Cariño» o «Cielo» era fácil detectar que algo iba mal, incluso para él—. Hay... —respiró hondo—. Hay algo que debo decirte...

¡Bingo! Efectivamente algo sí iba mal..

— Cariño, sabes que puedes decirme lo que sea... —George posó una mano en el vientre de su esposa y con la otra le acarició el rostro, depositado un casto beso en sus labios—. Sé que todo lo agarro a broma, pero te prometo que ésta vez me pondré serio —sonrió de oreja a oreja.

Ley Matrimonial Mágica: "Siempre Fuiste Tú".  [TERMINADA]Where stories live. Discover now