Ley Matrimonial Mágica: "Siempre Fuiste Tú". [TERMINADA]

X- LA BODA KRUM-GRANGER

            7 DE MARZO DEL 2000

   Hermione despertó sobresaltada al escuchar que ingresaron a la habitación, apenas y le dio tiempo de abrir bien los ojos cuando un grupo de personas la tomaron desapareciendola. Cuanto estuvo consciente de lo que sucedía, ya estaba en una de las tantas habitaciones ostentosas de la Mansión Krum.

  Helena Krum le daba instrucciones a dos mujeres vestidas iguales; llevaban túnicas de seda violetas. Hermione observaba estupefacta mientras que otra mujer soltaba su cabello rebelde sobre su espalda y con una mueca de horror la estilista comenzó pensando en que tenía un arduo trabajo. Hechizos volaron por toda la estancia dejando a una castaña abrumada por tanto ajetreo a su alrededor.

  Su estomago gruñó y sin darse cuenta se frotó el vientre, al ver la mirada inquisitiva que le lanzaba la señora Krum a través del espejo, tragó saliva y disimuladamente quitó sus manos de donde estaban. Le agradeció a Merlín cuando su futura cuñada ingresó vistiendo un vestido de terciopelo rojo y sobre este una túnica vinotinto que le quedaba a la perfección; la pelinegra le saludó con una sonrisa y al notar la mirada de suplica de Hermione, fue directo hacia su abuela y le informó que su hermano necesitaba ayuda con algunos asuntos. Helena asintió saliendo de la habitación como un rayo.

  — Señoras, gracias, pero yo termino de ayudar a mi cuñada —dijo con seriedad a las tres mujeres que estaban distribuidas entre el cabello de Hermione, su cara y cintura. Estas se vieron a la cara y luego salieron dejándolas solas.

  Hermione suspiró aliviada por tener un poco de descanso.

  — Gracias, Aleksandar —dijo y la nombrada hizo ademán de que no importaba, ella misma había pasado por ello y no era nada agradable; su abuela era un poco, quizá bastante, asfixiante por decirlo así—. ¿Viktor?

  — Está en su antigua habitación —habló mientras lanzaba un último hechizo dejando el cabello de Hermione con rizos sueltos y armoniosos que caían como cascada sobre su espalda. Antes de que esta se girara al espejo para verse, la mano de su cuñada la detuvo—. Espera, aun no acabo...

  Unas diez habitaciones más a la de donde estaba Hermione se encontraba Viktor Krum. Bebía un poco de Whisky de fuego mientras que observaba el jardín principal ser adornado por flores y mesas. Todo parecía ir bien, pero en su interior podía sentir un cosquilleo incomodo que le prevenía de algo, aunque pensó que quizás tan solo eran los nervios. Después de todo se casaría con la mujer que ama. Para cuando su abuela entró, Viktor ya llevaba su traje tradicional de las ceremonias Krum. El traje negro era semi ocultado por una capa de piel de oso fijada por un broche de oro y una gema de rubí incrustada en este, dejando su hombro izquierdo a la vista. Justo a la altura de su corazón brillaba con fulgor el broche de plata que perteneció a su abuelo paterno y por el cual lleva su nombre.

  La señora Krum largó algunas lágrimas que su nieto secó con ternura, realmente se amaban.

  — ¿No estás feliz por mí? — le preguntó acunándole el rostro entre sus manos, Helena negó dedicándole una leve sonrisa—. ¿Entonces por qué lloras?

  — Porque mi niño, ya soy una anciana —besó la mejilla de su nieto—. Aleksandar y tú me han dado la dicha de presenciar sus matrimonios... Aunque la tuya no es muy convencional que digamos, sino hubiese sido por esa tonta ley, te estuvieras casando con una sangre pura como es debido en nuestra familia.

  Esta vez fue el turno de Viktor de negar.

  — Sino fuese por esa "tonta ley", estuviese a punto de arruinar mi vida casándome con una bruja que no amara, sin embargo, aquí estoy a punto de casarme con la mujer mas hermosa, inteligente y de buen corazón que jamás he conocido, y de la cual estoy profundamente enamorado... No podrá ser sangre pura como tú dices, pero recuerda que por esos absurdos y retógrados ideales, se han levantado guerras y en una de ellas mi futura esposa fue la heroína. ¿Qué más puedo pedir? Hermione Granger vale más que mil brujas sangre pura juntas... Sé feliz por mí, y aceptala...