XVIII CUMPLEAÑOS DE TEDDY

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   16 DE ABRIL DEL 2000.

La madriguera se había vuelto un caos nuevamente. Los preparativos para el cumpleaños número dos de Teddy dejó a la señora Molly, a Ginny, a Luna, a Andrómeda y a Fleur, agotadas; sin embargo, estaban satisfechas con el resultado final.

Ese día los hombres Weasley se encontraban a primera hora del día levantando una carpa enorme, colocando globos azules, rojos y dorados, y un gran letrero animado que decía: «FELICIDADES TEDDY» «BIENVENIDOS A MI FIESTA».

Harry se había encargado de llevar a Teddy a dar un paseo. Fueron por helado y un poco más tarde lo llevó a elegir su primera escoba de juguete; su regalo para él. El niño era feliz, y esa alegría le llenaba el corazón a Harry, haciendo que por pocos minutos olvidara las discusiones rutinarias que mantenía con su esposa. Que terminaban en palabras hirientes por parte de ambos.

Ron se encontró con ellos en Sortilegios Weasley media hora después, donde George también había preparado una sorpresa para el pequeño metamórfago.

— ¡Hey, pequeño bribón! —George salió detrás del mostrador y se acercó, sacando a Teddy de los brazos de su padrino.

Harry se sintió aliviado, no recordaba que Teddy pesara tanto, o simplemente ya se estaba volviendo un anciano. Torció el gesto al pensar en ello. Ron y él hablaron un momento mientras que George le mostraba a Teddy su regalo; una túnica que cambiaba de color cada cierto tiempo.

— Hola, Weasley... Potter —Daphne saludó a sus cuñados, deteniéndose a mirar a Harry—. Astoria se encuentra arriba, digo, por si quieres saludar a tú esposa —le recordó de forma ácida.

Era de esperarse que lo tratara así, después de todo Daphne y Astoria eran hermanas. Aunque le enfadaba de cierta forma que la rubia lo mirase como si fuese lo peor que había visto en su vida.

— Daphne... —dijo George hablándole con la mirada, ella rodó los ojos—. Harry, este pequeño ya está listo... ¿Podrían decirle a mamá que llegaremos un poco tarde? Es que necesito arreglar unos pendientes antes de ir a la fiesta...

— Nunca me imagine escuchar eso de George —dijo Ron burlón, Harry rió y Teddy lo imitó pellizcándole las mejillas a Daphne, quién le hacía morisquetas—. ¿Pendientes antes de fiesta? —dio un silbido largo echándose a reír. Aunque la risa no le duró mucho pues George lo hechizó dejándolo con el cabello rubio.

— Vaya, amigo —Harry estaba rojo de tanto reír—, que Malfoy no te vea.

Media hora después, Teddy correteaba por el jardín vistiendo la túnica que le había regalado George ya que no quiso quitársela a pesar de los regaños de sus dos abuelas; Molly y Andrómeda.

— ¡Mamá, han enviado un regalo enorme por red flu! —Ginny se encontraba bajando las escaleras cuando oyó la chimenea crepitar. La señora Molly salió de la cocina limpiando sus manos en el viejo delantal de flores y se apresuró a ver—. Tiene una nota. Es de... ¿Hermione? —leyó el remitente sin poder creerlo. Era la primera vez, luego de casi cinco meses sin saber de su amiga, que recibían algo de ella. 

La señora Molly cogió la carta que contenía una hermosa caligrafía fina, mientras que Ginny sacaba el obsequio de envoltura escarlata con listón dorado; colores de la casa de Gryffindor, de la chimenea sacudiéndole las cenizas de encima.

Para mi hermoso ahijado —comenzó a leer la señora Molly en voz alta—. Lamento no poder estar para esta fecha, pero, he enviado algo para ti, Teddy... Espero te guste. Con amor, tu madrina Hermione Jean.

Ley Matrimonial Mágica: "Siempre Fuiste Tú".  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora