70 | Tumba.

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"El Dragón solo tiene un objetivo, cuidar de su princesa"

Ángel.


La noche no acaba con ese hombre muerto. Los hombres de Alex caminan de un lado a otro, los sirvientes han sido levantados y un médico vienen en camino porque no puedo parar de llorar. Alex me mece entre sus brazos. De vez en cuando susurra palabras de aliento que no llegan a mí. 

Todo lo que puedo hacer es recordar las palabras de ese hombre. Han llegado a mí, pese a Alex, la R.R ya conoce dónde estoy. No enviaron a esos tipos para matarme, les enviaron como una advertencia. El líder, con eso se refería al nuevo ascenso que ha habido en la Ruleta Rusa. Es la segunda vez que aparecen. Y está empezando a crearme terror.  

La razón por la que la Ruleta Rusa se recuperó es gracias a él, no pudimos atraparle la primera vez pese a todos nuestros esfuerzos, por eso nos retiramos, Bellamy empezó a tener problemas con su familia y finalmente creímos parar toda aquella barbarie. 

Ahora veo que no. 

Aquellos que en un principio fueron encarcelados, luego se convertían en esclavos de aquel sistema. El tatuaje del clan los distingue una vez logran sobresalir entre todos los demás. 

Muerdo mi labio con fuerza. 

Vincent es el primero en llegar, seguido por un grupo de tres hombres que giran el cuerpo inerte de ese tipejo. Él lo examina, cayendo en cuenta enseguida de quién se trata. Su mirada se endurece y sus manos se convierten en puños cerrados. Dos de los hombres que lo acompañan se alejan con el cuerpo y Vincent se dispone a informar.

— Señor, el que está vivo... ¿Qué debemos hacer con él?

— No dejes que muera, iré a interrogarlo cuando Ángel se calme. 

Conozco los métodos de Alex mejor que nadie, pero no funcionará. Nadie es capaz de sacarle información a ellos. En mis años de caza, utilicé métodos todavía más inhumanos que los suyos y apenas pude rescatar cualquier ápice de información valiosa.

— Entendido, señor — dice, sus ojos se dirigen a mí. Alex ha logrado ponerme un camisón blanco y cubrirme con una manta, pero no es suficiente para protegerme — ya está todo bajo control, señor, hemos registrado toda la casa y los alrededores, todos los hombres están despiertos y Bjorn viene hacia aquí, Beau ha ido a inspeccionar a nuestros enemigos. Nada ocurrirá. 

Sé que lo dice para tranquilizarme. Aunque ya tengo claro que nada pasará. Porque no podemos encontrarlos. Ellos no existen, son invisibles incluso a ojos de las sombras del bajo mundo, por supuesto que nada ocurrirá. 

Hasta que me atrapen. Hasta que decidan que ha sido suficiente tortura mantenerme alerta y vengan a por mí. 

— No quiero morir — jadeo. 

Alex me acerca más a él, de ser posible. 

— Dónde coño está el médico — exige. 

— Tardará algunos minutos más, señor. 

Alex suspira y me obliga a mirarlo — ya estás bien, estás conmigo. 

— Señor, su herida. 

Recién ahora recuerdo que le he clavado un cuchillo hace media hora, Alex sonríe y besa la punta de mi nariz — me pregunto quién habrá sido. 

Hago un mohín y me acomodo en el hueco de su cuello. El médico llega, toma mi pulso, examina mi corazón y me obliga a tomar una pastilla amarga que se deshace en mi boca. 

Sumisa ©Where stories live. Discover now