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91| Trampa

Jackson contactó con Bastian. Bastian me llamó para explicar todo lo que había sucedido. Ya lo sabía, pero él ha aceptado que Ángel está fuera de sus posibilidades.

Ya era hora.

Ángel.

Mi pequeño Ángel.

Aunque es un demonio en realidad. La dejé jugar porque no creí que ella sola buscaría la destrucción de su familia. Y ahora está atrapada entre el dragón y el león.

Sin embargo, envío hombres a asesinar a Alex, y ella lo salva. Qué irónico. A Bastian le hace creer que teme a Alex. A Jensen también. Pensé que necesitaba mi ayuda. Pero le salva la vida a su captor.

Interesante.

Ella, con su cabello rojizo, con su rostro de Ángel... es en realidad un demonio. No sé lo que planea. Por una parte intenta quedarse con todo lo que Alex posee mientras toma, lentamente, su corazón y raciocinio. No creo que tuviera la intención de volver con Jensen desde que recuperó su memoria. Y Massimo no fue una de sus opciones jamás.

Jugó a ser la dueña del tablero de ajedrez pero ha dejado caer todas las piezas tras mover deliberadamente el tablero. Y ahora confunde sus peones con los del enemigo.

No debió dejar viva a Ana. No debió meterse en la boca del lobo. El dragón rojo estaba dormido y ella lo despertó. Ha estado haciendo lo que quiere sin que nadie se de cuenta. Yo solo me dedico a observarla desde lejos. Intentando que no se asesine a ella misma. No quiero intervenir y estropearle la diversión, pero su juego podría llevarla a la muerte.

Ahora finge ser la dueña de una organización. La esposa de un mafioso. La hija de un hombre vengativo... ninguno de esos papeles le sienta mejor que su verdadero ser. El ángel oscuro, me pregunto cuánto tiempo tardará en liberarse. Esas cadenas que sostiene en sus manos para sujetar a Alex podría, mañana, ser las que la aten e impidan su vuelo.

De momento, observaré, esperando poder tomarla conmigo en algún momento. Por lo menos nuestro objetivo es el mismo, la ruleta rusa.

Una vez los tengamos, tal vez pueda decirle quién soy.