Dollhouse (+18) I COMPLETA I

Capítulo 8- Apoyo

Esta canción y bb Chad es todo lo que está bien <3

CHAD

Peter logró zafarse del guardia que lo sostenía para golpear como loco la puerta que lleva a la habitación donde está Jenna. Al igual que él, me preocupo y junto a los demás gritamos su nombre. Su repentino grito hizo que nuestros corazones se aceleraran suponiendo lo peor.

¿Qué está haciendo Max con ella?

-¡JENNA! ¿ESTÁS BIEN?- no oímos respuesta.

Pasan minutos que parecen horas y no nos queda otra que ser pacientes. Kate tenía razón, seguramente no le pase nada, pero es inevitable que sus mejores amigos no se preocupen por ella. Finalmente, la puerta se vuelve a abrir, haciéndonos respirar nuevamente. El pelirrojo sacude sus manos mientras que Jenna sostiene su muñeca con una mueca de dolor.

-¿Qué mierda le hiciste?- Peter se acerca a examinarla. Kim y Angus no se quedan atrás.

-Tranquilos, estoy bien- nos responde Jenna.

-La niña simplemente no soporta los pequeños pinchazos de una aguja.- abro los ojos como plato cuando Max suelta aquello.

-¿De qué mierda hablas, Maximus?- Kim se le enfrenta. No puedo evitar tragar grueso al verla con él. Bueno, más bien con cualquiera.

¡Diablos, debes superarla Chad!

-¿Le inyectaste algo?

-No, tarado. Solo le dejé una linda marca.

Jenna alza su mano izquierda haciéndonos enfocar en el interior de su dedo meñique.

Un tatuaje.

Y entonces entiendo, es el símbolo de Donum. Una secuencia de espirales unidos que forman un ligero semicírculo, el cual en la parte superior lleva tres pequeños puntos. Este simboliza la unión y la familia. Muy acoplado a lo que la asociación dice que somos.

Este mismo símbolo lo llevan tatuado o como escudo en los uniformes todos los que mantienen un cargo en la asociación , como por ejemplo Max. Pero... ¿Por qué querrían que Jenna lo lleve puesto?

-Tu turno, Kimberly.

Kim ríe a carcajadas- Ni lo pienses, Maximus.

¿Maximus? ¿Kimberly? ¿Qué? ¿Es una especie de juego entre ellos?

Pff... Kim y yo tenemos uno también, somos... Kim y Chad.

Suena perfecto así y punto.

-Son órdenes, Kimberly. Entra a la puta habitación.

Si es una orden de Christian, y Kim se niega a obedecer, no dudarán en castigarla. Ignoro mi corazón roto y me acerco a ella para susurrarle al oído. No quiero que la lastimen.

-Kim, hazle caso.

-¡Esa cosa quedará en mi piel para siempre!

-¿Qué más da?- Max se burla- Vivirás aquí para siempre.

Kim intenta calmarse cerrando los ojos con fuerza. Ella sigue con la misma idea de salir de aquí pero no puede mencionar nada ante un miembro de la asociación. Su rostro se gira a mi y nuestras miradas se cruzan. Hago un leve asentimiento en modo reconfortante. Por suerte, se deja guiar y entra a la bendita habitación.

Puedo deducir que algo pasa entre el pelirrojo y la rubia. Está claro por la forma en que la mira él, con el deseo en sus ojos. Bueno, más bien mira sus tetas.

Hijo de puta.

Mientras todo el mundo ve a Kim como una maldita muñeca sexual, una con la cual pueden divertirse por un rato para darse placer y después dejarla o olvidarse de ella, yo la haría sentir como si el mundo estuviera a sus pies.