Dollhouse (+18) I COMPLETA I

Capítulo 55- Todo cambió

KIM

Esto no es cierto.

No puede ser cierto.

-¿Qué pasa, hermosa?- el rubio coloca un mechón detrás de mi oreja- ¿no dijiste que te gustaba el nuevo Chad?

-Hijo de puta.

-Ch, ch ch... cuidado con lo que andas diciendo. Que mi madre ha sido muy amable al darte un hogar.

¿Qué?

Oficialmente, mi corazón se rompe en miles de pedazos mientras veo a un Chad completamente diferente frente a mi. Y no, no me refiero al físico, sino a su actitud. Tiene una sonrisa tan arrogante, una caminata demandante, una energía que jamás había visto en él. Portaba el uniforme de la asociación con puro orgullo, un hoyuelo se marcaba en su mejilla izquierda. Su cabello ahora iba desordenado, no como antes que solía llevarlo peinado.

Literalmente me he quedado petrificada en mi lugar, mi mandíbula está por el suelo, mientras que mi mente aún intenta procesarlo todo.

-¿Haz finjido todo el puto tiempo?- ni siquiera lo miro.

-Noup. Te diré que... una personalidad mía era la encargada de estar junto a ti, pensar como tú, para que te enamoraras de mi y luego cuando yo apareciera...- se señala a él mismo- la idea de dejarme fuera muy dura para ti.- sonríe.

Niego con la cabeza sintiendo el sabor de mis lágrimas- Estás equivocado. Porque lo único que quiero hacerte ahora es matarte.

Finge una mueca triste acercándose a mí. Se mete entre mis piernas y deja su rostro a centímetros del mío.- ¿Segura, mi amor?- besa mis labios y luego mi cuello- No dejaré que me olvides tan fácil.

Por muy difícil que sea aceptarlo, su cercanía sí acelera mi corazón. Sus besos y caricias son algo que con estos últimos meses, aprendí a apreciar y adorar. Mis sentimientos por él no se iban a ir así como así. Ahora lo odiaba como nunca odié a alguien, pero estaba tan rota que ni siquiera podía pensar claramente.

-Aléjate de mí.- digo en un susurro, sollozando.

-Pero no quiero hacer eso.- busca mi mirada- Aw, no llores, muñequita.- pasa una mano por mi rostro- Tienen que maquillarte y tus ojos hinchados arruinan tu aspecto.

Cuando suelta las palabras, una ola de ira invade todo mi cuerpo haciéndome finalmente reaccionar. Sin pensarlo, me tiro sobre él y lo derribo. Su cuerpo cae al suelo, yo me subo encima de él y comienzo a darle los golpes más fuertes que mi cuerpo me permite.

Estaba furiosa, decepcionada, herida. Todo en mí dolía y ardía de una forma tan fuerte que ni siquiera una bala al corazón sería capaz de quitarme tal sensación.

El rubio se reía de mí, agarraba mis brazos e impedía mis golpes como si se tratara de un juego infantil. Cada vez me agotaba más, así que de un momento a otro, terminé debajo de él.

-No tienes ni puta idea de cuánto te detesto.

-Aprenderás a amarme, ya verás.- sus labios se estamparon sobre los míos. Me retuerzo intentando quitármelo de encima- No te niegues a lo que deseas, Kimberly.

Kimberly... no Kim.

-No te deseo, pedazo de mierda.

-¿Ah no?- su cuerpo contra el mío genera sensaciones que no quiero sentir pero no puedo evitar- ¿Me estás diciendo que... si voy más abajo... - su mano se pasea por mi entrepierna- ... no estarás lista para recibirme?

Trago grueso, pero niego con la cabeza decidida.

-Comprobémoslo.

-¡No!- intento golpearlo pero su cuerpo me inmoviliza cualquier movimiento. Su mano se llega a colar en mis bragas, y siento sus dedos entrar en mi interior. Él me da una sonrisa triunfadora mientras que yo me golpeo mentalmente por haber caído.