Capítulo 21- Dos muñecas

20.2K 1.1K 768
                                    

KIM

Es horrible aquella sensación de desorientación que estoy atravesando ahora. Por el momento, solo puedo observar pura negrura que no me ayuda para nada a mi situación. Lo último que recuerdo es justamente esto, oscuridad. Mis amigos y yo intentábamos llegar a Christian, Jenna había entrado en pánico y Angus no respondía. Y luego...

Luego sentí el impacto de un objeto en mi cabeza. El mismo que me dejó inconsciente ya que después de eso, no recuerdo nada.

Me doy cuenta de que tengo los ojos cerrados por lo que con todas mis fuerzas, intento abrirlos. Pero no sirve de nada ya que nuevamente, todo es negro.

No sé qué carajos está pasando, me sigo sintiendo igual de asustada que antes cuando se fue la luz, pero no puedo permitirme quedarme quieta sin hacer nada. Claro que mis palabras quedan en el olvido cuando al sacudir mi cuerpo, noto que este no quiere dejarse mover. Estoy sentada sobre algo y amarrada al mismo. Carajo.

-¡Ayuda!- grito como ultima opción.- ¡Joder, alguien!

Ya demasiado era estar encerrada en esta mansión de dementes... ¿ahora que carajos hago yo aquí?

Un quejido me hace voltear enseguida la cabeza. Hay alguien más aquí conmigo.

-Carajo...- lo oigo susurrar.

-¡¿Angus?!

-¿Kimi?

-¡Oh por dios! ¿Estás bien?- me apresuro a preguntar.

-Um... si... joder, me duele la cabeza.

-Nos han dado un buen golpe- digo con rabia.

-¿Dónde estam...?- se interrumpe cuando finalmente, el sitio se ilumina. Puedo ver su rostro aterrorizado y al igual que yo, está amarrado en una silla.

Obligo a mis ojos observar el lugar con detenimiento. Literalmente, ahora es todo lo contrario de lo que era hace un minuto. Ya que las cuatro paredes que nos rodean en la habitación, son completamente blancas, como si de la habitación de un manicomio se tratara.

Cuando mi cabeza gira a mi derecha, me quedo estupefacta. Jenna está a unos metros de mí en nuestra misma posición, inconsciente. Angus y yo no tardamos ni un segundo en gritarle para lograr que recupere la conciencia. Me dolía... me dolía muchísimo verlos así, en esta situación. Quiero romperme a llorar y maldecir por toda esta mierda que tenemos que estar viviendo. Por estar perdiendo tiempo de nuestras vidas, de nuestra adolescencia, encerrados en este puto lugar. Pero debo mentalizarme, de nada me sirve hacer algo de eso ahora. Tengo que mantener la frente en alto por ellos, por mi, por volver a casa con nuestras familias.

Sonrío cuando Jenna finalmente mueve su cuello de un lado a otro despertando y acostumbrándose a la luz. Cuando alza la cabeza y nos observa, hace una mueca aliviada, probablemente por saber que no está sola. Pero esa mueca se transforma en una de horror cuando cae en cuenta de la situación en la que estamos. Sus lágrimas no tardan en aparecer.

-¿Qué e-está pasando?- solloza removiéndose.

-No lo sé cariño, pero no te agobies ¿me oyes?- la tranquilizo- Estaremos bien.

Confío en que Angus pueda mantener la calma, pero ella no. Si se asusta con una simple paloma que revolotea sobre su cabeza, obviamente me esperaría lo peor para esta ocasión.

Pasan unos cinco minutos en los que nada sucede más que nosotros intentando desatarnos. Pero luego, sucede...

Una voz se reproduce por toda la habitación.

-Pueden ingresar.- dice la voz masculina de Christian. Se oye tan fuerte que nos lastiman los oídos y no tenemos posibilidad de tapárnoslos.

Dollhouse (+18) I COMPLETA IWhere stories live. Discover now