Capítulo 39- Tan cerca

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KIM

Por supuesto. Chad ahora es todo un señor madurito, y claro, un galán follable para las chicas.

¿Cómo es que pasó de ser un chico tan dulce y tierno que temblaba con tan solo tomarme de la mano, a un tarado que se tira a todas las de la mansión? ¿Es que ahora sigue los pasos de su amigo?

Simplemente, no lo entiendo.

Se lo veía bastante bien con Savannah, la pequeña rubia que lo persigue por todos lados. La envidio, sí. Chad me trae como loca hace ya bastante tiempo y verlo tan acaramelado con ella me saca de quicio.

Sin embargo, estos últimos días se los vio distanciados. Más que nada ella. Como si no quisiera ni escucharlo hablar. Lo he notado cuando ella camina sola por la mansión, triste. ¿Han roto lo que sea que tenían?

Pues tal vez, porque ahora parece muy bien con la estúpida de Millie. ¡¿Por qué carajo entraron de la mano a su habitación?!

Hace unos pocos días estuvimos a punto de besarnos de no ser por la explosión. ¿No significó nada para él? Porque a mi solo me dejó más embobada.

Sacudo mi cabeza e intento sacarme las ideas de la cabeza. Ahora mismo me estoy dirigiendo a buscar a un pelirrojo que me debe bastantes respuestas. Desde que descubrimos que la competencia de hace dos años en el bosque tiene que ver con Christian, me encargué de detallar esa noche con más atención a los pequeños detalles.

Ahora no me quedan dudas de que Maximus fue el mentor del equipo azul. En su momento, la máscara que llevaba puesta no me permitió guardar su rostro en mi memoria. Pero ahora, que lo conozco, es fácil deducir por su cuerpo y complexión que se trataba de él.

Camino a paso rápido buscándolo por todos lados. La verdad es que no tengo clara la rutina diaria de ese tipo. Generalmente me lo encuentro divagando por la mansión, vigilando que todo se encuentre en orden.

Sé que su cargo en este lugar es acatar las órdenes de su jefe, básicamente lo tiene como un perrito.

Finalmente lo encuentro mirando con atención las fotografías de los esclavos que cuelgan en la pared del pasillo. Tiene sus manos entrelazadas detrás de su espalda y frunce ligeramente el ceño.

Me posiciono a su lado.

-¿Aburrido?

-Un poco estresado, diría yo.- responde su voz grave.

-¿Qué esperabas? ¿Acaso estás al tanto de dónde trabajas?

Suspira- No espero que lo entiendas.

-Con gusto oiría una explicación.

Deja salir una risa seca- ¿Qué quieres, Kimberly?

Me rasco la nariz y voy al punto- Hace dos años, mis amigos y yo fuimos partícipes de una competencia en el bosque.- al oírme, cierra los ojos- Jugamos el juego más raro que te puedas imaginar. Estábamos divididos en equipos. Yo en el azul. ¿Y sabes? Mi mentor... se parecía mucho a ti, cariño.

Él mira a otro lado, irritado- No sé de qué hablas.

-No me trates de idiota. Habla de una puta vez.- lo encaro- ¿Cuál era su objetivo?

Se voltea a verme. Baja la mirada, su estatura me sobrepasa pero no me dejo intimidar.

-Basta, Kimberly. Si sigues con esa actitud, te delataré. No quieres eso.

Dejo salir una risa bien pronunciada.- Qué gracioso. Es como la décima vez que me dices eso, sin embargo, ni una vez te atreviste a ir a acusarme con tu jefecito.- resopla y sonrío aún más- ¿Qué pasa Maximus? ¿Te gusto y por eso no puedes hacerlo?- me burlo.

Dollhouse (+18) I COMPLETA IWhere stories live. Discover now