Capítulo 24- Lo intenté

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CHAD

Que bonita lámpara.

Que bonitas flores.

Que bonito... pastel... hum... se me antojó un pedacito...

Camino hacia mi destino el cual está cubierto por varias capas de colores. Por dentro debe ser una explosión de sabores. Mi sabor favorito es Kim... ¡d-digo la vainilla!

Pf... soy patético.

Ni siquiera sé cómo es el sabor a Kim.

Pero claro, el puto pelirrojo buenorro atrae chicas si sabe cómo es el sabor a Kim. Max, Max, Max... odio al puto Max.

Cada paso que doy hacia el delicioso pastel es jodidamente dificultoso. Mi vista se ve borrosa, como si una abeja me hubiese picado en los ojos. Mi sistema está débil por alguna razón. Me gustaría creer que es por el duro ejercicio que hago. Pero recuerdo que apenas puedo levantar unas mancuernas.

-¡Su majestad!- alzo los brazos- Alabado sea el señor que te ha creado- digo señalando mi precioso pastel. Aunque en realidad es de Jenna. Pero no está aquí. Seguramente debe estar bailando.

Bailar...

Tengo ganas de bailar...

¿Pero y mi pastel?

Pf, a la mierda. Agarro un puñado de pastel con mi mano sin importarme que la estética del mismo se destruya. Muy bonito y todo pero en algún momento tenía que ser comido. Le doy un bocado y...

Creo que me he enamorado de un pastel.

-Te quiero, pastel.- le digo pero no me responde.

¡¿Por qué nadie me quiere?!

¡¿Por qué siempre quiero lo imposible?!

De repente, pierdo el equilibrio haciendo que mi querido pastel se caiga de mis manos.

-¡NOO!- grito desconsolado arrojándome al suelo. Pero ya es tarde...

Pastel se ha ido.

Lloro a su lado prometiendo que jamás me iré. Me quedaré a su lado sin importar qué.

La música se sigue reproduciendo haciendo eco en todo el salón. La canción cambia, mi cuerpo lo siente, es un tema movido digno para bailar.

-Lo siento pastel, la canción me llama.- limpio mis lágrimas y salgo disparado a la pista metiéndome en la ronda de un grupo de chicas. Me reciben con gusto incluso dejándome en el centro.

Con la euforia en el pecho, realizo mis increibles pasos de baile. Jamás fui experto en la materia, pero tampoco es que lo haya practicado mucho. Ahora mismo tengo la oportunidad de demostrar lo que soy capaz de hacer. Por eso mismo, flexiono levemente la rodillas y hago círculos con mis brazos. Marco los tiempos de la canción con una inmensa sonrisa en mi rostro. Estoy tan feliz.

Las chicas me silban y gritan mi nombre animándome a seguir. El sudor me empapa y siento un calor increíblemente incómodo. Con un poco de dificultad, llevo mis manos a los botones de mi camisa y la desabotono hasta finalmente quitármela por completo. La arrojo por ahí y me quedo con el torso desnudo continuando con lo mío.

-¡Un movimiento sexy!- canto con el alma. La poca iluminación del lugar no ayuda mucho con el mareo pero me siento a gusto en donde estoy. Los pies también comienzan a cansarme de tanto bailar, pero me niego a parar. Hace mucho que no la pasaba tan bien como ahora. Me siento libre (obviando que me han secuestrado), me siento como un pajarito que por fin abrió las alas.

Una chica deja en mi mano un vaso relleno de un líquido con un olor demasiado fuerte. Pero tengo sed y hoy nadie me para. Me bebo todo el contenido de un trago sacudiendo mi cabeza. La garganta arde un poco pero ya ha pasado.

Dollhouse (+18) I COMPLETA IWhere stories live. Discover now