Capítulo 60- Escape

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JENNA

Todo a mi alrededor es humo, sonidos ruidosos, y personas histéricas corriendo por todos lados. Todo se ha salido del control. Por primera vez aquí, sentía libertad. Pues ahora mismo mis pies se movían solos por toda la mansión en busca de mis amigos. No tengo idea de donde estoy, hay muchas zonas desconocidas para mí. Pero este último mes he logrado memorizar el camino al gran salón, donde me dirijo ahora mismo.

El lugar comienza a sofocarme por el calor, así que no me queda otra que quitarme el abrigo que tenía puesto. Lo he revoleado, no tenía tiempo para frenar. Estaba consciente de que habían explosivos colocados por todos lados que en cualquier momento destrozarán la mansión, y no me quería quedar a ver el espectáculo ni mucho menos morir en él.

Choco con muchos hombros que casi me mandan a volar pero me incorporo y continúo mi camino. No había forma de que abandonara a Max luego de ayudarme. Aunque yo no pueda corresponderle su amor, le he tomado cariño. Además, también estaba Savannah, Cameron que formaban parte importante para mi. Sé que la rubia y yo no hemos dialogado pero si hay alguien que también ha sufrido, es ella. Y no quería que este sea su fin.

Trataría de ayudar a la mayor cantidad de esclavos posibles, por supuesto. Sólo esperaba que el tiempo me alcanzara lo suficiente.

Una mano fuerte se enreda en mi brazo, deteniéndome el paso- ¡Jenna!

-Daniel.- él me abraza.

-Joder, estás yendo en direccion contraria. ¡Ve al ala norte!

-Tengo que bajar por mis amigos.

-Ni de broma. Vamos.- con fuerza, se compromete a arrastrarme. Le grito que pare y me deje ir pero no me suelta. Apoyo los talones contra el suelo para resistirme.

-¡Basta, Daniel!- golpeo su brazo- ¡Suéltame!

-¡Joder!- grita y me encara- ¿Estás loca? ¿Cómo vas a volver allí abajo mientras hay decenas de bombas a punto de explotar?

-A diferencia de ti, yo sí pienso en los demás. Ahora, suéltame el puto brazo y déjame en paz. Haz lo que quieras pero no entorpezcas mi camino.

Se ha quedado boquiabierto, pues nunca he levantado la voz de esa manera. Sin embargo, no espero una respuesta de su parte. Me doy la vuelta y corro nuevamente. Aquel chico podría decir que ha sido especial para mi. Me ha tratado bien, estuvo allí para mi cumpleaños, jamás me insultó, y hasta podría decir que algo sucedió entre nosotros. Estaba agradecida con él, pero era hora de tomar caminos separados.

Cuando llego a las puertas del gran salón, tomo respiraciones. Mi pequeño cuerpo no está acostumbrado a tanto ejercicio. He corrido más este último tramo de lo que he corrido en mi vida.

Las vitrinas permanecen en su estado, parece que nadie ha bajado desde el alboroto. No puedo creerlo. La asociación no iba ni a molestarse en buscarlos.

-¡Max!- él se encuentra en la esquina derecha, su cuerpo tendido en el suelo de su puesto. Parece que no ha aguantado la posición y que las sogas han terminado rompiéndose debido a su peso. Corro a él con el corazón en la boca.

Abro la vitrina desde atrás y me introduzco en el pequeño espacio de vidrios. Su vista se alza en cuanto pongo mis manos en su espalda con la intención de tranquilizarlo. Si se levantaba de golpe, podría lastimarse aún más.

-¿Jenna?

-Hey.- le sonrío- Tenemos que irnos. Te ayudo a levantarte.

-¿Qué?- su mueca plasma su clara confusión- ¿Cómo que irnos?- mira a su alrededor- ¿Qué es todo ese ruido? ¿Qué está pasando?

Dollhouse (+18) I COMPLETA IWhere stories live. Discover now