Dollhouse (+18) I COMPLETA I

Capítulo 56- Bienvenido

Con la música de fondo de acá arribita, escribí prácticamente la mayor parte del libro. Así que apreciemosla <3

CHAD

Acomodo mi corbata azul luego de mirarme una vez más en el espejo. Mi cabello se alborota en el aire dando mi verdadero estilo. Ni siquiera sé como pude andar peinándome el cabello como idiota todo este tiempo. Definitivamente así es mucho mejor.

Volver a ser Chad Blackwell fue intenso a decir verdad. Cuando me encontré con Peter en aquel pasillo, y él rebotaba su pelota tenis contra la pared, una sensación muy extraña invadió todo mi cuerpo. Peter es una figura de mi pasado claramente clave en mi memoria. Por eso, hacer ese gesto que él tanto solía hacer cuando éramos niños, hizo que algunos recuerdos empezaran a llegar de a poco.

Me sentía mareado, desorientado. Incluso llegué a vomitar por lo descompuesto que mi cuerpo había reaccionado ante los recuerdos. Y es que, que de un momento a otro todo tu pasado se revele como un destello de luz, hizo que colapsara. Recordé a mi padre, a mi hermano, a mi muñeca, la mansión, a mi madre... todo.

Me tomé varios minutos para meditarlo, pero la verdad es que no me costó mucho acostumbrarme a volver a mi verdadero yo. Después de todo, así es como soy, era un alivio para mi dejar de ser aquel idiota en el que me había convertido. Me deba pena de mi mismo, joder.

¿Cómo es que me volví ese imbécil romanticón?

Como sea, ya no existe.

-Chad- Kate (más bien Chloe, pero me he acostumbrado a su nuevo nombre) entra a la habitación- él ya está encerrado.

-Bien.- tenía que arreglar algunas cuentas con cierto pelirrojo.

-No lo hagas.

-Se ha pasado de listo.- la miro y sonrío- Él solito se lo buscó.

-Ha estado en la asociación por años.

-Como si me importara.- ajusto mis zapatos.- ¿Dónde está Gave?

-Asegurando las puertas.

Rio por lo bajo- ¿Sabes? A Chad Hoffman le parecía bastante raro que te pudieras encargar de los guardias tan fácilmente.- ella traga grueso- Les estabas dejando el camino libre.

Su labio tiembla- Y-yo no...

-¿Pensabas traicionarnos, linda?

-¡No! E-es solo que...

-Deja de usar la excusa de querer estar cerca de tus hijas. Es irritante.- suspiro- Christian te tiene cariño, dudo que te mate, si es lo que te preocupa.

Puedo sentir el alivio en su cuerpo- Solo... no quiero que les hagan daño. Han pasado por demasiado. Se han enterado de muchas cosas. Debes entender que para ellas es un shock enterarse que los chicos de los que ellas se enamoraron, resultan ser el enemigo.

-No somos el enemigo.- gruño- Somos su familia.

-Ellas no lo ven así.

Sonrío- Ya verás cómo ceden.

Es gracioso ponerme a pensar que ahora algunas cosas tornan cierto sentido. Entiendo por qué Kate se ofrecía a distraer a los guardias, entiendo por qué nos dejaban pasar las noche en otra habitación, entiendo por qué a veces me sentía mareado al intentar pensar en mi pasado, entiendo por qué nunca pude quitarme de encima a Peter.

Una vez que termino de arreglarme, salgo de mi habitación y me dirijo al cuarto de el sótano, en el cual Max se encuentra atado a una silla. En cuanto llego, me mira con puro desprecio. Nada nuevo.