Capítulo 15- Mía

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PETER

Joder.

No voy a negarlo, se sintió increíble y no sé cómo pude aguantarme tanto tiempo. Follarme a Jenna fue mejor de lo que pensaba. Penetrar ese pequeño coño una y otra vez, controlando la situación a mi modo era liberador, placentero, indescriptible. Sí, ella no tiene el cuerpo al que estaba acostumbrado, pero ahora eso no me importa porque mi cuerpo reaccionaba al de ella como nunca lo hizo con ningún otro. Chad tenía razón, ella se me hace hermosa por el simple hecho de ser ella. De alguna forma, se me hace única.

Necesitaba saciar mis ganas de ella, estaba cansado de darle vueltas al asunto. Por fin lo hicimos y no me arrepiento, sin embargo, entré en pánico cuando mi pecho comenzó a doler. Mi cabeza lo acompañó, de repente, me sentía asfixiado y agobiado. Hasta el momento, no entiendo la sensación ni lo que podría significar. Sacudo la cabeza ignorándolo.

Camino por los pasillos con una sonrisa que se dibuja en mi rostro inconscientemente. Está hecho. Y pienso repetirlo cuantas veces me dé la gana. Solo espero que a Jenna no se le dé por ponerse sentimental con la situación. Le haré entender cómo son las cosas, sin estupideces.

Miro hacia atrás y arrugo la frente. Jenna no ha salido del salón oscuro. Me hubiese quedado allí con ella pero el dolor que se había apoderado de mi cuerpo me obligó a salir de ahí cuanto antes para poder controlarlo.

El reloj marca la hora de la cena por lo que me dirijo al comedor. Todos mis compañeros llegan y se ubican en sus respectivos asientos. Chad queda a mi lado sin apartar la mirada de Savannah, Kim llega junto a Angus y se sientan frente nuestro. La rubia pega algunos reojos a mi amigo con clara molestia en su mirada. Chad me comentó lo que pasó en la piscina. No me sorprende que se le haya parado con Kim semidesnuda pegada a su cuerpo.

Por fin Jenna entra en el comedor. Su cabello sigue igual de desordenado. Camina incómoda con el claro dolor en su parte baja. Sus ojos están jodidamente hinchados.

Estuvo llorando. Joder.

Se sienta al lado de sus mejores amigos intentando a toda costa no mirarme.

-¿Jenny?- Kim la mira preocupada- ¿Qué pasó?

Alza su vista y sus ojos se conectan con los míos. Niego con la cabeza aclarándole que no hable. No quiero que nadie sepa que follé con Jenna. No es que me importe lo que digan los demás, pero prefiero mantenerlo en privado ya que si hay algo que me jode es que opinen sobre lo que tengo con ella. Prefiero que lo resolvamos entre nosotros sin las tediosas palabras de los demás que creen entender lo que sucede.

-Nada.- termina diciendo.

***

-¡Mi cara, estúpida!- le grito a Kate.

-No seas maricón.- responde y solo puedo gruñir. Ella tiene un pie sobre mis manos y el otro apoyado en mi hombro. Yo la sostengo mientras intenta llegar al maldito techo de la biblioteca.

-Se van a lastimar- interfiere Chad cuidando que nuestra amiga no se caiga.

Desde que Jenna mencionó aquella grieta en el techo, Kate ha estado intrigada y ha querido averiguar de qué se trata. Como ninguno de nosotros es lo suficientemente alto como para llegar, optamos por levantar a Kate.

-¡Llegué!- toca con las manos el techo.

-¿Y? ¿Qué es?

-Um...- la maldita se toma su tiempo para examinar.

-¡Apúrate que no aguanto tus lomos, joder!

-¡Calla que estos lomos se los quieren comer medio mundo!- refuta y ruedo los ojos- ¿Peter Brown no puede con un peso de sesenta y siete kilos?

Dollhouse (+18) I COMPLETA IWhere stories live. Discover now