Historias aleatorias que involucran varios aspectos que Hajime Isayama no nos ha mostrado de nuestra amada pareja LeviHan.
¡Y pensar que todo esto salió de mi imaginación...
Vaya sorpresa!
El amor con el que han recibido estas historias realmente m...
Se que tiene algo de tiempo que no me encuentro cerca para actualizar o algo pero ahora tengo un poco de tiempo libre por lo que podré continuar con todo lo que tengo en mente.
Incluso si el manga termina mi imaginación no se detendrá.
¡Espero disfruten de este one shot!
Nos leemos al final.
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-Aún no entiendo porque me seguiste hasta aquí.- dije con la voz un poco más dura que de costumbre.
La adorable expresión de timidez e incredulidad que se había instalado en el rostro de Armin era difícil de creer en alguien de nuestra edad.
-Ya te dije que te acompañaré para evitar que te metas en algún problema, no quiero que te castiguen por algo que pudo haberse evitado.- respondió eligiendo cuidadosamente sus palabras.
Como siempre.
-Solo voy a dejar esto, nada más.- respondí en tono neutral agitando el par de hojas que tenía en mi poder.
-Lo se, Mikasa pero aún así quiero estar seguro.- volvió a contestar.
-Como prefieras.- respondí.
Y la verdad es que no es como si me incomodara el que me siguiera, es solo que creí que él sabía que podía evitar un problema si lo veía conveniente, además no es como si cada vez que me encontrara con el capitán Levi peleará con él.
Bueno...
Finalmente habíamos llegado a su habitación, nunca había tenido que venir a este lugar, todos intentaban evitar que hubiera un problema entre ambos (él y yo) era por ello que evitaban a toda costa que nos involucráramos en algún incidente que pudiera escalar a más.
Armin a mi lado era la prueba de ello.
-Es aquí, ¿cierto?.- le pregunte al rubio.
-Así es.- respondió y enseguida agregó- sí quieres yo puedo darle esos papeles por ti.- dijo algo contrariado.
Era bastante obvio que quería evitar cualquier percance a cómo diera lugar.
-Armin, el comandante Erwin me pidió que entregara personalmente esto al enano malhumorado, y eso es lo que haré, prometo no iniciar algo que pueda lamentar.- finalicé con una sonrisa mientras lo observaba.
Esperaba que aquello le diera un poco más de fe en mi.
-Esta bien, solo no lo llames enano malhumorado...-respondió con una sonrisa formándose sobre sus labios.
Ambos reímos en silencio por aquel comentario mío y luego asentí para poder girarme nuevamente y encarar la puerta de madera que delimitaba su habitación y el resto del pasillo.
