Historias aleatorias que involucran varios aspectos que Hajime Isayama no nos ha mostrado de nuestra amada pareja LeviHan.
¡Y pensar que todo esto salió de mi imaginación...
Vaya sorpresa!
El amor con el que han recibido estas historias realmente m...
❗️Advertencia❗️ Este capítulo y todas las partes que conforman esta historia contienen menciones de temas como el suicidio, depresión, sangre en exceso, y la posible muerte de un personaje principal.
Si NO te agradan este tipo de temas, este es el momento indicado para dejar de leer.
⚠️ ⚠️ ⚠️
Bien, habiendo leído lo anterior, los que quieran continuar:
¡Que lo disfruten!
¡Nos leemos al final!
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Había tenido un par de días para pensarlo.
Para pensar en cómo es que le preguntaría.
Debía ser con tacto, después de todo Levi siempre había sido una persona explosiva.
Lo había pensado, en verdad que sí.
Pero todo se había terminado yendo a la mierda por culpa de que mi cerebro sugirió, solo suéltalo sin más, ¿para qué dar tantos rodeos?
Y ahí estaba.
La pregunta aún flotaba entre ese espacio estéril y repulsivo que llamaban enfermería.
Me imaginé cómo se terminaría desarrollando esta situación.
A) Levi se pondría histérico y me preguntaría qué mierdas me pasaba por la cabeza, y terminaría echándome del lugar.
B) No diría nada, permanecería callado y evitaría el tema a toda costa.
C) Lo afrontaría de una manera desconocida y probablemente no querría verme más.
D) Esta opción era una mezcla extraña de todas las anteriores donde Levi dejaba de hablarme, fingía que esto nunca había pasado y finalmente dejaría todo esto atrás, junto conmigo.
Pero bueno, es Levi de quien hablamos.
—¿Cómo dijiste? —preguntó un par de minutos después de haber escuchado la pregunta.
Me aclare la garganta y me senté a su lado sobre la cama.
—¿Por qué intentaste suicidarte? —repetí en voz más baja para que solo él pudiera escucharlo.
Levi entrecerró los ojos y comenzó a negar con lentitud.
—Yo... ¿qué? —dijo con elocuencia.
Suspiré y casi vuelvo a repetir lo que había dicho, cuando él volvió a hablar.
—No quiero que vuelvas a repetir la pregunta, te escuché las primeras dos veces, pero es que... sigo sin entenderla —mencionó y por su tono de voz me pareció escucharlo confundido.
