Historias aleatorias que involucran varios aspectos que Hajime Isayama no nos ha mostrado de nuestra amada pareja LeviHan.
¡Y pensar que todo esto salió de mi imaginación...
Vaya sorpresa!
El amor con el que han recibido estas historias realmente m...
En mi país ha estado lloviendo de una forma brutal esta última semana por lo que gracias a ello y al prompt de: MiwakoSato8 este one shot salió a la luz.
Fue una gran inspiración este clima, espero te agrade este escrito que realice pensando en ti.
Espero que fuera lo que tenías en mente.
Este one shot es narrado por ambos, espero se entienda quien dice cada parte.
Cabe mencionar que este one shot forma parte de los regalos que les debo a varias ganadorxs de la mini dinámica que realice en mi muro.
¡Espero que te guste y también a todos aquellos que lo lean!
¡Nos leemos al final!
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—¿Levi?.
Dije entrando a su habitación, lo había buscado por todos lados y esta era mi última opción a la mano.
No había nadie.
Me pareció raro, pero supuse que lo mejor sería esperar a que apareciera por el lugar, mientras tanto volvería y terminaría mi trabajo, después intentaría buscarlo.
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—Parece que ya no falta nada, podemos irnos —dije ahogando un bostezo.
Tener que recoger provisiones era demasiado estresante y al venir acompañado de algunos otros soldados, era también agotador.
Saque un pañuelo de mi pantalón, ya que sentí algo escurrir de mi nariz, repulsivo.
Observé a los muchachos acomodar lo que faltaba y después de revisar que todo estuviera en orden, les di indicaciones de dirigirse de vuelta a la legión.
Yo iría de último, para evitar que alguien quisiera hacerse el listillo e intentara robarnos provisiones, parecía una idea tonta, pero en más de una ocasión había sucedido, era por ello que desde aquellos sucesos, me había convertido en el encargado de supervisar que no pasaran esas cosas.
Y al parecer había resultado, ya que en las 4 rondas que habíamos realizado nada había sucedido.
—¡Achhhu! —interrumpió mi línea de pensamientos aquel estornudo, provocando que me desestabilizara un poco debido a que ya me encontraba montando mi caballo, pero no pasó a mayores.
Odiaba estar enfermo y por ello lo evitaba lo más que podía, pero parecía que esta vez no había sido lo suficientemente precavido, era normal y lo sabía, pero aun así lo odiaba.
